Diferencia entre el VIH y el Sida: Origen, Síntomas, Tratamiento,

Tener el sida no es lo mismo que contraer el VIH. VIH: es el virus que origina la infección y además afecta al sistema inmunológico, este protege nuestro cuerpo. Sida: es la etapa en la que el sistema de defensa no tiene la cualidad de cuidarlo/protegerlo ante las enfermedades oportunistas y tampoco de los microorganismos del medio ambiente.

Origen del VIH

¿Cómo y cuándo surgió el VIH en los humanos? Existen múltiples teorías acerca de su origen: Aunque la leyenda urbana más extendida de todas sitúa el nacimiento del Virus de Inmunodeficiencia Humana en un laboratorio, la comunidad científica hace tiempo que acordó que fueron monos africanos los causantes de esta enfermedad. Ahora, un equipo internacional de científicos ha confirmado que el virus que causa el sida se originó en chimpancés que viven en el África Central.

El grupo, integrado por investigadores de EE UU, Francia, Reino Unido y Camerún, explica que pruebas genéticas extraídas de material fecal de esos chimpancés en las selvas de Camerún han determinado que el virus, identificado como VIH-1, surgió de ese tipo de primates, que vive en las selvas del sur de Camerún. Otro virus no tan conocido que se denomina como VIS, que es el pariente más cercano del VIH ha sido hallado solo en los chimpancés cautivos, es decir este virus no lo ha contraído todavía ningún humano

Estructura del VIH

En VIH es un retrovirus, es decir, son virus con genomas de ácido ribonucleico (ARN) los cuales tienen una gran habilidad tanto para mutar como para replicarse. Este virus forma parte del grupo de los lentivirus que provocan que el tiempo que transcurre desde el inicio de la infección, hasta que los síntomas se empiezan a manifestar, sea largo.

El VIH tiene forma esférica y está formado por tres capas; la primera es una bicapa lípida y actúa para la unión del virus y la célula el la cual se hospeda, la capa intermedia está formada por la nucleocápside icosaédrica. El esta capa se encuentra en material genético del virus. Y por último el la capa más interna se encuentra el ARN viral y la nucleoproteína.

La cadena genética del VIH es una cadena simple de ARN, y este contiene distintos genes los cuales cada uno codifica a las diferentes proteínas necesarias para la reproducción de este virus.

Desarrollo del VIH

Este virus es una infección crónica que evoluciona en tres fases:

• Infección aguda
• Infección crónica
• SIDA

Durante la infección aguda el VIH se multiplica rápidamente. A medida que la infección aguda evoluciona a infección crónica, el VIH se multiplica más lentamente y disminuyen las concentraciones del virus. Sin embargo, a medida que avanza la infección crónica, las concentraciones del VIH aumentan y la cantidad de linfocitos CD4 disminuyen. Una disminución en la concentración de linfocitos CD4 indica que aumenta el daño del sistema inmunitario. El tratamiento antirretroviral (TAR) puede prevenir que el VIH destruya el sistema inmunitario y se convierta en SIDA.

¿Cómo se transmite el VIH?

El VIH es un virus que podemos encontrar en diferentes fluidos corporales como son el líquido seminal, el líquido preseminal, fluidos vaginales y la leche materna. Este virus se transmite mediante el contacto de dichos fluidos. Podemos dividir la forma de transmisión en tres partes diferenciadas como pueden ser:

Vía sexual (97% de las víctimas la tienen por esta vía): se transmite entre personas del mismo o diferente sexo cuando se realizan prácticas sexuales ya sean relaciones vaginales, anales u orales (durante esta práctica es muy complicado o nulo contagiarse, pero siempre se recomienda utilizar un campo de látex) sin protección o medicación para no contraer el SIDA. La persona pasiva en la relación tiene más posibilidades de contraerla que la activa y el sexo es indiferente.

Vía sanguínea (1%): se transmite mediante el contacto de la sangre, compartiendo jeringuillas por el uso de drogas o por el contacto de este líquido en cualquier elemento punzante ya que el virus puede permanecer en el objeto hasta 42 días más o menos dependiendo de la temperatura u otros factores. Antes también se contagiaba mediante la transfusión de sangre no controlada o en trasplantes de tejidos u órganos , pero en la actualidad al haber avanzado tanto en el campo médico, esto ya no ocurre.

Vía perinatal o vertical (2%): se transmite mediante la gestación de la madre hacia su hijo. Es la principal vía de transmisión de este virus en niños. Una madre con VIH tiene un 30% de posibilidades de traer al mundo a un bebé que también esté infectado, aunque si esto es notificado al médico y mediante diferentes tratamientos la posibilidad de transmisión al bebé es casi nula.

¿Cómo sé si tengo VIH? ? ¿Qué pruebas tendría que hacerme?

La única forma de saber si estás infectado por este virus es realizarte una prueba, no hay que tener miedo, ni vergüenza ya que es mejor prevenir que curar. Además de que si tienes esta enfermedad cuanto antes estés diagnosticado mucho mejor, ya que se podrá aplicar el tratamiento antes y habrá menos posibilidades de que se lo puedas transmitir a otras personas y podrás tener una vida saludable antes.

Se recomienda hacerse la prueba de este virus si has compartido agujas para pincharte con alguien, si has tenido relaciones sexuales con alguien sin protección o si tu pareja ha dado positivo, además también se recomienda hacer esta prueba a embarazadas.

La prueba más común es la de buscar en la sangre los anticuerpos que se desarrollan cuando el virus entra en tu cuerpo, esta prueba te saldrá negativo aunque tengas el virus en los primeros tres meses ya que aún no se habrán generado estos anticuerpos, este periodo de tiempo se llama tiempo ventana y es mucho más fácil transmitir el virus en este periodo de tiempo.

Existen diferentes pruebas para saber si tienes VIH, algunas son tan rápidas que te pueden dar los resultados en 20 minutos y te las puedes hacer en tu casa, otras demoran más tiempo al tener que llevar las pruebas en un laboratorio para analizarlas.

La mayoría de estas pruebas son indoloras, gratuitas y confidenciales (esta prueba no se verá en tu historial médico, ya que estará archivada), puedes hacértelas en farmacias, en el hospital o en clínicas especializadas, estas usan el método de Western Blot, que es una técnica utilizada en el laboratorio para encontrar una proteína, en este caso los anticuerpos del virus, en un órgano, sangre o tejido. Esta técnica utiliza electroforesis en gel para separar lo que queremos. Este gel se opone a una proteína específica y no la deja pasar, así es cómo se sabe si tienes VIH.

Cómo hemos dicho anteriormente también podrías hacerte la prueba en tu casa, se puede realizar de dos formas o haciendo un pequeño rasguño en la parte interior de la mejilla, esperar veinte minutos y analizarla tu mismo con http://www.oraquick.com/, este mediacamento se realiza de forma oral, sin necesidad de pincharte, tarda tan sólo 20 minutos y no hay posibilidad de que la gente se entere de que tienes dicha enfermedad. La otra forma tarda más tiempo ya que no la podrás analizar tú los datos, si no que tendrás que enviarlos a un laboratorio al tener que pincharte y recoger la sangre.

Si alguna de estas pruebas da positiva, es recomendable realizar otra segunda en un sitio especializado para asegurarte, y si en efecto estás infectado, que te puedan dar el tratamiento lo antes posible.

Tratamiento del VIH

El tratamiento utilizado para tratar esta enfermedad es el tratamiento antirretroviral o TAR, que son una serie de medicamentos que deben tomar todos los días. Este medicamento es recomendado para todas las personas que tengan este virus, ya que aunque no lo cura, ayuda a la persona a tener una vida mucho más sana y duradera, además de que reduce el riesgo de transmitirla a otras personas. Una de las cosas que realiza este tratamiento es reducir la carga del virus a nivel indetectable por lo que es muy complicado transmitirlo.

Lo que hace el VIH es destruir las células CD4 del sistema inmunitario, estas son las que combaten las infecciones y el cáncer. Lo que realiza el TAR es que hace que el virus no se repliegue y hace que haya menos partículas de VIH en el cuerpo, por lo que existe una menor concentración en sangre, esto es bueno ya que el sistema inmunitario tiene un tiempo para poder recuperarse.

Si sabes que tienes VIH no esperes para tomarte el tratamiento, a no ser que estés embarazada o alguna otra enfermedad con la que no sea compatible esta medicación, en este caso debes preguntarle a un doctor especializado.

Existen diversos tipos de medicamentos contra el virus, dependiendo de cómo quieras contraatacar la enfermedad. Para escoger los medicamentos existen varios factores: los efectos secundarios, las posibles interacciones que puedas tener al tomar otros medicamentos, la edad de la persona… En la siguiente foto podrás observar los diferentes tipos de medicamentos:

Los efectos secundarios de dicho tratamiento varían dependiendo de la persona, incluso dos chicos de la misma edad que tomen el mismo medicamento pueden tener efectos secundarios distintos, algunos efectos secundarios pueden ser dolor de cabeza o garganta, mareos, lesiones en el hígado o en la lengua. Los TAR pueden influir en vitaminas, proteínas, suplementos medicinales… Esto puede hacer que aumente o disminuya el efecto del medicamento. Los efectos secundarios son menos peligrosos que el virus, por lo que es mucho mejor que te tomes el medicamento.

Síntomas del VIH

Normalmente, una persona que sufre de VIH no suele muestra síntomas de ello a lo largo de muchos años. Pueden pasar mucho tiempo hasta que una persona que padece esta enfermedad manifieste los síntomas de la misma, y la aparición de estos síntomas se puede prolongar el en caso de que se tomen medicamentos antivirales.

Las primeras 2 a 4 semanas, se suele manifestar fiebre, dolor y malestar, pero estos síntomas son prácticamente iguales a los de la gripe, así que pueden pasar desapercibidos. Después de esto, los síntomas no vuelven a aparecer hasta mucho tiempo después.

Lo que en VIH realiza el nuestro cuerpo es destruir las células del sistema inmunológico. Debido a esto, las personas que padecen esta enfermedad tienden a contraer enfermedades, que normalmente no son graves, pero para ellos puede llegar a suponer la muerte, ya que su cuerpo no es capaz de combatirlas.

Con el paso del tiempo, en VIH va dañando nuestro cuerpo, y da lugar al sida.

Los síntomas del sida son:

• Dolor de garganta
• Dolor de cabeza
• Aparición de úlceras el la lengua o boca
• Pérdida repentina de peso
• Sangrado de la nariz, la boca, el ano y la vagina
• Diarrea, fiebre y sudores nocturnos
• Cansancio,aturdimiento y mareos
• Tos profunda y seca
• Erupción de la piel
• Sensación de falta de aire
• Infecciones graves debido a hongos
• Enfermedades pélvicas inflamatorias crónicas
• Padecer infecciones graves
• Aparición de glándulas en la garganta ingle o axilas
• Aparición frecuente de hematomas
• Adormecimiento de los pies o las manos
• Pérdida del control muscular y sobre los reflejosç
• Incapacidad del movimiento

 

Mitos sobre el VIH

Mucha gente tienen falsas creencias sobre cómo se transmite esta enfermedad, por lo que no es cierto que puedas contraer dicha enfermedad mediante el contacto (caricias).

Otro mito muy normalizado es en que afirma que te puedes contagiaras besándote con alguien que tenga VIH, este es mentira ya que la saliva no es un factor de trasmisión, como tampoco lo son las lágrimas o el sudor. Tampoco se transmite por mascotas, ni animales, ni mucho menos mediante insectos como algunas personas piensan.

La creencia de que compartir inodoro con una persona que tenga VIH es peligroso, se puede desmentir debido a dos razones; en virus es demasiado frágil y no es capaz de sobrevivir fuera del cuerpo humano, y en uso normal que se le debe dar al inodoro no expone a las células contagiadas por el VIH. A pesar de lo que se cree, en VIH no es la ITS más contagiosa, también es verdad que en número de personas con esta enfermedad está aumentando, pero aún así hay infecciones de transmisión sexual que triplican el riesgo de contagio del VIH.

Una madre que tenga VIH no necesariamente tiene que transmitirlo a su bebé, ya que si se toman las medidas necesarias en el inicio del embarazo y se evita dar en pecho las posibilidades de contagiarselo se reducen a un porcentaje muy pequeño.