El Contexto Social del Filme 'Ciudad de Dios' y de La Canción 'Latinoamérica'
El cine y la música se han caracterizado a lo largo de los años por plasmar historias convencionales, pero también por explicar y darle sentido a eventos que han dado una nueva visión sobre la vida. De esta forma, y a partir del nacimiento de estas dos artes, se ha mostrado explícitamente el comienzo de distintos acontecimientos que han marcado a la sociedad Latinoamericana. Es así que, por medio del filme Ciudad de Dios (2002), basada en el libro homónimo de Paulo Lins (61 años) y la canción Latinoamérica (2010), de Calle 13, se comprenderá el comportamiento de América Latina hoy en día, una sociedad jovial, pero con un gran pesar, un pasado oscuro que no se puede olvidar. Por parte de la galardonada película, se observa que entre la nula participación la sociedad y la miseria, así como el nacimiento de las ya conocidas “favelas”. Por su parte, la canción hace ver la esperanza existente, esa semilla que quiere florecer y dar frutos mediante la educación en un entorno latinoamericano. Por medio de este escrito, se comprobará tanto el filme, como la canción, por medio de los diferentes recursos que van desde el diseño de producción, hasta la excelsa labor de los actores, son demostraciones artísticas que muestran la violencia y corrupción que hay hoy en día en América Latina.
En su lírica, René Pérez utiliza tal secuencia elocuente que permite visualizar los acontecimientos que marcaron a América Latina; sin embargo, esta escasea de contextualizar en qué panorama se desarrollan las personas, atributo que sí contiene la cinematografía, por medio del diseño de producción. Así como alude Eduardo Galeano en su libro Patas arriba; “La violencia engendra violencia, como se sabe; pero también engendra ganancias para la industria de la violencia, que la vende como espectáculo y la convierte en objeto de consumo.” (Galeano, 1998, p.53), mostrándose de lo que carece la canción de Calle 13. De esto y cientos de miles de sueños destruidos por la violencia existente en las zonas marginadas, en la que no existe cabida para triunfar, si no es con el furor de violentar a los demás. Niños y jóvenes envueltos en carteles de droga, son visualizados en casi todos los cuadros de la película generando en aquel que la ve, tristeza e impotencia de no poder hacer nada. Ínterin, en la canción se describe implícitamente “Un pueblo escondido en la cima, mi piel es de cuero por eso aguanta cualquier clima. Soy una fábrica de humo. Mano de obra campesina para tu consumo…” (Pérez, 2010), se muestra ese gran pesar del pueblo, donde solo se ven como algo material, en cual se ha perdido la identidad, asimismo hace falta el meticuloso panorama, que se nos muestra en el filme, por medio de la vestimenta y la excelsa recreación escenográfica.
Mientras que en la canción solo es un extenso conjunto de palabras, este no da ese toque especial que da una película de carne y hueso, en donde los personajes mismos fueron reclutados de las mismísimas favelas de Brasil, por lo que nos da una mejor idea de como se vive dentro de estas. René Pérez o mejor conocido como “Residente”, demuestra esto con la frase de la canción “Si mi pueblo se derrumba yo lo reconstruyo”(Pérez, 2010), esto quiere decir la necesidad de transformar y sobrevivir a las adversidades de la misma sociedad. Esto da pie a que, Fernando Meirelles, director de Ciudad de dios, muestre sin discreción alguna las medidas que tuvieron que tomar los civiles contra los criminales de las favelas, llegando así a la levantarse en armas. Esta es la principal diferencia entre estas dos artes, como diría el director de cine, Ingmar Bergman(1918-2007), “Ningún arte traspasa nuestra consciencia de la misma forma que lo hace el cine, tocando directamente nuestras emociones, profundizando en las oscuros habitáculos de nuestras almas.”, las tomas realizadas, impactan a cualquier espectador, desde el simple hecho de ver niños menores de 10 años, vendiendo drogas y matándose unos a otros. Para la época, no estaba tan desarrollada como cualquier otra película, pero las escenas y actos de los personajes eran tan realistas, que logró ser nominada a 4 Óscares, lo que muy pocas películas extranjeras habían logrado. El uso de distintos planos a lo largo del filme, permite que el actor exprese sus sentimientos y que haya una conexión con el espectador entre sentimientos encontrados, además el detalle tan minucioso como el tipo de armas nos permite transportarnos a estos ambientes bélicos que viven diariamente en estas zonas.
Aunque tanto el filme como la canción giran en torno de la violencia y la corrupción, producto de gobiernos fraudulentos, por medio de las acciones realizadas por la población de Ciudad de Dios, la obra cinematográfica alcanza mayor verosimilitud. Ejemplo de esto es la llegada de los policías, para asesinar al principal vendedor de droga, que estaba metido en negocios con ellos, debido a que no querían que se esparciera esa noticia. Mientras que en la canción esta solo se limita a describir: “Soy el desarrollo en carne viva, un discurso político sin saliva.”(Pérez, 2010), en la película, los actores realmente llevan a cabo la partitura corporal, y mediante esta se denota el gran pesar de estos, ese sentimiento de querer seguir adelante. Es aquí donde se contempla los distintos grupos sociales, uno de alta plutocracia, mientras que del otro lado un amplio sector pobre, que vivía en “cordilleras de la pobreza” o “favelas”. Sin duda alguna, la canción no cuenta con ese epíteto que hace más claro el panorama en el que se encontraban los protagonistas. “Soy, Soy lo que dejaron, soy toda la sobra de lo que se robaron.” (Pérez, 2010). Es así que, el fotógrafo César Charlone, nos quiere mostrar esa América Latina, saqueada por los gobernantes corruptos, esos mismos que nos perjuran protegernos, son los mismos que pagan para matarnos. Es sorprendente el estereotipo que tienen otros países de los latinos, esa sociedad no tan desarrollada, que no se da cuenta de lo que está sucediendo en su país, por lo que no cabe duda que con la amplia y basta fotografía del maestro Charlone nos muestre de una manera cruda y árida lo desgarrador que se está volviendo nuestro mundo.
Para finalizar, estas dos obras hacen reflexionar al público, además de que sentó las bases para esa industria que competiría con las grandes productoras estadounidenses. El contexto social es fundamental y pieza modular de las obras, debido a que le da razón de ser a la canción y al filme. Es por lo que, la violencia y corrupción hace que estas dos magníficas obras trascienden sobre la historia de todo América Latina, inclusive con fines didácticos. El escrito de la canción, aunque sea un tanto complejo de analizar, sentó una crucial base de trabajo, para todos aquellos escritores que traten de conmover al público, por medio de su forma de redactar. Con la ayuda de los recursos fotográficos, hasta los más sencillos detalles de producción en el filme y, por supuesto, con la adecuada actuación por parte de los actores, la obra alcanzó tanta grandeza, que fue nominada a 4 Óscares.
No cabe duda que, Ciudad de Dios y América Latina, más allá de ser dos obras galardonadas, ya forman parte de la identidad Latina, y hace un homenaje histórico a todos esos revolucionarios que trataron de sacar adelante a cada uno de sus países.