Análisis de la Obra El Crisol de David Livingstone

 

El Crisol es una obra escrita por Arthur Miller en la década de 1950, aunque está ambientada en la década 1600. El autor usa como referencia los juicios de las brujas de Salem en Massachusetts para representar el Macartismo de la época de este en Estados Unidos. El senador McCarthy comenzó una persecución contra los que eran sospechosos de ser comunistas. Arthur Miller, fue perseguido por el senador y negó ser comunista y no quiso revelar el nombre de los que supuestamente eran sus compañeros. La condena que recibió, aún siendo anulada, fue su ingreso en prisión. Por todo ello, Arthur Miller se sintió identificado con los juicios de las brujas de Salem porque fue perseguido y obligado a confesar algo que realmente no era. Por eso, decidió escribir esta obra.

En 1996, se adaptó la obra al cine dramático siendo dirigida por Nicholas Hytner y protagonizada por Winona Ryder.

La obra tiene una estructura lineal y cronológica, es decir, los acontecimientos de esta suceden cronológicamente. Está dividida en cuatro actos: La exposición, acción de conflicto, el clímax, y, por último, la caída de la acción en la que también aparece el final. En la exposición se muestran las primeras imágenes del lugar y de los personajes. También aparece una acción que da comienzo a la obra y que nos presenta ya el conflicto.

En el caso del Crisol, aparecen un grupo de jóvenes mujeres que bailaban en el bosque. Entre ellas estaba Betty, la hija del Reverendo Parris, que está enferma. Pronto comienzan los rumores de que esta sufre de actos de brujería. Betty y su prima Abigail, fueron pilladas por Parris bailando aquella noche junto a más jóvenes, entre ellas estaba Tituba, una joven de color. Los rumores de la brujería empezaron a hacerse cada vez más fuertes, por tanto, Parris no tuvo más remedio que investigar sobre esa noche.

Thomas y Anna Putnam, se enteran de las investigaciones que está haciendo Parris y le confiesan que Tituba les ayudó a comunicarse con sus 7 hijos fallecidos, afirmando que Tituba tiene conocimientos sobre magia negra. Abigail confiesa que Tituba y otras mujeres del pueblo son las que hacen brujería, incitando a otras jóvenes a dar testimonios falsos para salvarse ellas mismas. En este acto, se descubre que Juan Proctor y Abigail tuvieron un romance, mientras esta se encontraba viviendo en la casa de los Proctor.

El segundo acto comienza en la casa de los Proctor, con la pareja hablando sobre que Isabel no quiere que María, quien es su empleada, sea acusada de brujería. Isabel piensa que Abigail tiene algo que ver con estas acusaciones y que está mintiendo para salvarse a sí misma. María le regala a Isabel una muñeca que hizo en la corte y le dijo que de no ser por ella Isabel estaría acusada de cometer actos de brujería. El reverendo llega a casa de los Proctor para seguir con sus investigaciones. Le hace varias preguntas, entre ellas si tenía alguna muñeca. Isabel le enseña la que le acaba de regalar María y se descubre que tiene una aguja clavada en el medio, la niña dice que Isabel no tiene nada que ver pero no le hacen caso y se la llevan detenida.

El tercer acto, se basa en las acusaciones de mujeres en el pueblo de Salem. Estas están detenidas y a la espera de juicio, entre ellas Isabel Proctor. John Proctor lleva a María para que desmienta todo lo que sus amigas dijeron.Esta confiesa que todo fue una invención de las jóvenes para que no se les acusara. Abigail y las otras chicas se ponen en contra de María afirmando que es una bruja.

Proctor confiesa que tuvo una relación amorosa con Abigail mientras estaba con su esposa, Abigail lo desmiente completamente. Por tanto, el juez llama a Isabel para confesar y al final se llega a la conclusión de que este adulterio nunca llegó a suceder. El Reverendo Hale, sin embargo, cree a Juan, porque Abigail no le transmite ningún tipo de confianza.

María, vuelve a estar a favor de Abigail y confiesa que John Proctor le obligó a decir el testimonio falso. En consecuencia, se llevan a John detenido.

En el cuarto y último acto, aparece la cárcel de Salem y Juan Proctor, quien va a ser ejecutado. El Reverendo Hale vuelve para ayudarle, intentando convencerle de que confesara todo aún siendo mentira. Proctor se vuelve a ver las caras con su mujer Isabel y le pide perdón por haberle sido infiel con Abigail. Proctor no quiere confesar ya que no sería justo afirmar algo que no hizo y vivir siempre con las miradas e insultos de los demás. Los reverendos Parris y Hale, le piden a su esposa que intente convencerle de que confesara, pero este no acepta porque no quiere confesar algo que no hizo para que él y su familia vivan siempre entre insultos y miradas de otras personas.

En consecuencia, aparece la última escena en la que varios habitantes del pueblo, mujeres y hombres, se dirigen hacia la horca.

En la obra y en la película se muestra cómo las ideologías de cada uno influyen tanto en nuestro alrededor y en las personas. Hay varias teorías acerca de lo que pudo ser realmente el causante de que estos juicios se diesen no solo en Salem si no en otras partes del mundo como Europa.

El ambiente que se respiraba en aquella época no ayudó en nada, la iglesia estaba muy ligada con los regentes de la época. Los rumores acerca de la brujería fueron creados por estos con el fin de librarse de las personas que no aportaban nada económicamente a la iglesia y al pueblo en general. Por ello, en la película a quienes primero se les acusa son a las personas indigentes y que no tienen una buena economía.

Una de las teorías que viene detrás de esta, es la acusación a las personas que no eran de la alta sociedad pero tampoco eran indigentes, así como los Proctor. Los poderosos como los gobernadores o los jueces, ejecutaron a tantas personas acusadas de brujería con el fin de quedarse con todas sus pertenencias. Aunque no fuesen personas de la alta sociedad, tenían terrenos y casas. Cuando se empezó a acusar de brujería a las mujeres de la alta sociedad, es decir, a las mujeres de los jueces, todo se disolvió.

Para continuar, las personas aprovechaban la situación de la época para acusar a otras que odiaban o que envidiaban, un claro ejemplo es cuando Abigail acusa a Isabel Proctor de ser una bruja simplemente por todo lo que había pasado entre el marido de Isabel y Abigail.

Las minorías también eran las más acusadas, por ejemplo, las mujeres y a las personas de color, así como Tituba.

En conclusión, esta obra es un claro ejemplo de lo que pasa siempre en la sociedad, es decir, que los poderosos siempre van a por las minorías. Siempre se ha ido a por cualquier grupo minoritario que se considere diferente, antes eran las brujas y ahora pueden ser otros grupos como los homosexuales o gente de color.

Aunque en la sociedad de hoy en día se de mucha importancia a la libertad de cada uno, siempre habrá esa falta consideración a las minorías debido a la intolerancia y al egoísmo de las personas. 

22 Jun 2021
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