El Cuento De La Biblioteca De Babel del Autor Jorge Luis Borges
El presente trabajo busca explicar de manera clara y concisa como es que Borges muestra su obra literaria, más allá que solo palabras; dado el caso que este autor es una clara muestra de una narrativa innovadora y ficcional, llevando sus ideas a los puntos más altos de una reflexión filosófica. La prosa de Borges esta plagada de un profundo conocimiento literario, usa como temas recurrentes en sus obras, la circularidad del tiempo, los espejismos, las bibliotecas y los laberintos; es uno de los escritores latinoamericanos más sobresalientes del siglo veinte y estudiar toda su obra literaria puede tornarse complejo y enredoso, de tal manera que, solo nos concentraremos en uno de sus más célebres cuentos “La Biblioteca de Babel” en donde se analizará de manera exhaustiva lo infinito del lenguaje.
Tomando en cuenta lo mencionado, es donde surge la pregunta: ¿Cómo se presenta lo “infinito dentro del lenguaje” en el cuento “La Biblioteca de Babel” del autor Jorge Luis Borges? Para poder responder a esta pregunta en esta oportunidad se tiene presente al sofista griego Georgias de Leontinos quien, a través de la retórica, trata de darle atribuciones al hombre gracias al lenguaje “La palabra es un gran soberano, que con pequeñísimo y sumamente insignificante cuerpo lleva a cabo divinísimas obras”. Georgias de Leontinos nos da a entender que la palabra puede ser simple, pero al convertirlo en un texto puede transformarse en algo majestuoso que influirá en la vida de las personas, y esto se puede apreciar en el cuento de Borges, porque el narrador explica que, en el interior de dicha Biblioteca existen fragmentos de la literatura jamás escritos, dando a entender que es una “Biblioteca completa”, y que en toda su galería de libros, se puede descubrir información única nunca antes vista al igual que se puede encontrar información que no tiene sentido alguno.
Lo mismo ocurre con la internet hoy en día, es así de que Borges podría asemejar su Biblioteca a lo que es hoy la red informática, en donde se puede encontrar gran cantidad de información que sirve como fuente de conocimiento o toparse con información que no tiene sentido alguno, lo cual se ha vuelto algo frecuente y no beneficia a los lectores, quienes retienen información innecesaria. El poeta inglés S. T. Coleridge (1772-1834) nos trata de explicar que las palabras pueden ir más allá de los hechos que ocurren en la vida real “Hay casos en los que se puede aprender más, y de más valor, de la historia de una palabra, que de la historia de una guerra” y es así que la obra de Borges trata de exponer un estilo erudito que se va haciendo cada vez más denso, como ejemplo dice “Todos los hombres se sintieron señores de un tesoro intacto y secreto” (p.78) creer que son dueños de todo el conocimiento del mundo ocasiona, disputas entre ellos por la ambición de tener un saber completo.
“Los que juegan diestramente con las palabras, pronto las hacen livianas” (W. Shakespeare, Twelfth night, III). Esto es lo que ocurre con los bibliotecarios, se adaptaron tanto a la construcción dialéctica de 25 elementos que olvidaron por completo como era en realidad la prosa común, “Pinker afirma que el cerebro humano fue modificado por selección natural desarrollando microcircuitos computacionales y que de estos provienen la sintaxis, la morfología y el léxico de toda lengua” (Eidelsztein, p.35). A través del desarrollo de la persona, esta va creando de manera concisa su propio léxico y es así como los Bibliotecarios, comienzan a sentir habitual la dialéctica de los libros dentro de la Biblioteca. Algo similar ocurre cuando Borges juega con estos temas de la formación de la perspectiva de uno, un claro ejemplo de esto se puede observar en uno de sus icónicos cuentos “El inmortal” en donde se juega también con la realidad del personaje principal. Lo que no existía dentro de los libros de la Biblioteca era un lenguaje claro y conciso solo se encontraba un lenguaje confuso y sin significado alguno, acaso mientras más confuso es la escritura del texto es más profundo su significado o mientras más simple tiene menor significado, lo que nos menciona Orwell es que “El lenguaje políticamente correcto se nutre ampliamente de eufemismos”, entonces se busca adornar las palabras de tal manera, que el mensaje se vuelva más apacible para las personas.
En la Biblioteca de Babel, la búsqueda interminable de aquel libro que contaba tu futuro, generó que cientos de personas perdieran la vida, por el simple hecho de “La certidumbre de que todo está escrito nos anula o nos acompaña” (p.82). Pero como Orwell lo presenta es que, “Pero si el pensamiento corrompe el lenguaje, el lenguaje también puede corromper el pensamiento. Un mal uso se puede difundir por tradición e imitación incluso entre personas que deberían saber y obrar mejor” (1946, p.3), no importa cómo es que esté escrito, sino como es que uno lo interpreta en su interior.
Para concluir el presente trabajo se considera que se debe tomar mucha importancia a lo que menciona el narrador ya finalizando el cuento: “Quizá me engañe la vejez y el temor, pero sospecho que la especie humana -la única – está por extinguirse y que la Biblioteca perdurará: iluminada, solitaria, infinita, perfectamente inmóvil, armada de volúmenes preciosos, inútil, incorruptible, secreta”.(p.82) Es aquí donde Heidegger, nos explica “las palabras son a menudo en la Historia más poderosa que las cosas y los hechos” de lo anterior se infiere que no importa lo que ocurra en el entorno, porque si es que esto no esta plasmado en un libro, será muy fácil que se pierda con el paso del tiempo. El narrador del cuento tiene razón en el sentido de que no importa si morimos y desaparecemos, todos nuestros conocimientos se quedarán plasmados en un conjunto de libros, que con sentido o sin él, tienen un rico e infinito conocimiento que cada persona puede o no aprovechar.