El Reino De Los Cielos De Dios

 En el presente informe de lectura sobre el libro del escritor, José María castillo me acercare a responder esta pregunta en la actualidad.

En esta sociedad actual y universal se puede visibilizar la insensibilidad en la que vivimos, nos movemos y existimos. En ahora un mundo guiado por varias ideologías y pensamientos narcisistas, que buscan en numerosas circunstancias el bien personal o de algunos pocos. Una sociedad que se enfatiza por el poder, movidos por la corrupción, donde los más poderosos e influyentes, toman riendas de un país o un estado.

Una sociedad donde existe la impunidad, la desigualdad, y poco cuidado imperativo de los derechos humanos que son fundamentales para el progreso de nuestra índole existencial. El progreso de la falta de respeto, de tolerancia y del derecho fundamental de la vida, el poco cuidado de la casa común (la tierra) y de toda su diversidad. Se puede apuntar con eso que hemos olvidado las enseñanzas de un hombre llamado Jesús de Nazaret, escritas en los evangelios donde nos llama al cambio, a la misericordia y al amor. Incluso los grandes e ilustres defensores de la moral han olvidado la verdad detrás de las palabras de Jesús, las exhortaciones que nos llaman a la entrega total de Dios y a la búsqueda incesante por el reino de Dios, y en varias citas de los evangelios expresa el medio o la orientación por la cual podemos llegar a ese reino y de cómo se parece, ese reino mencionado por Jesús de Nazaret.

El cristianismo actualmente procura llevar este mensaje y trabajar por el llamado al “reino de Dios”. La iglesia en tiempos pasados ha tomado la tarea de evangelizar y llevar el reino de Dios a toda la tierra y hacer conocer el mensaje en los diferentes dialectos e idiomas en todos los continentes donde se le es posible acceder. Pero queda la incógnita ¿Es necesario escuchar el mensaje, exponerlo y si es posible gritarlo, sin hacerlo praxis? Haciendo ese mensaje vivo en nuestra vida. Pienso que la sociedad no ha tenido la suficiente experiencia sobre el reino de Dios, porque considera que las palabras sin acción son simples y vacías, sin ningún contenido trascendente. ¿Entonces qué es lo que está fallando en la búsqueda de ese reino?

La iglesia y el Cristianismo se han fundamentado en seguir las enseñanzas de Jesucristo y busca que la sociedad las acate y las lleven en su corazón, para que los muchos aspectos de ella, lleguen y den fruto. En el segundo texto del evangelio de juan dice “las ovejas mías escuchan mi voz: yo las conozco y ellas me siguen” (Jn 10, 27) se considera la característica fundamental de los discípulos o de los que quieren seguirle. En el verbo “escuchan mi Voz” podemos inclinarnos a que esa acción debe hacerse praxis y que debemos adherirnos a Jesús, en toda persona, una experiencia vital de la presencia de él y así el reconocimiento de sus “ovejas” a las que lo escuchan. Se puede vivir en intimidad con él, y poder así, con autoridad y coherencias, hablar sobre el reino de Dios. ¿Pero que es Reino de Dios actualmente? En la teología de la liberación se en enfatiza, se alude a los pobres y para Jesús son los más importantes en el reino según dicho por él y escritos en los evangelios. Pero actualmente eso no es así, los pobres son lo excluidos de la sociedad, alejados de los derechos fundamentales que se le deben brindar.

El seguimiento a Jesús exige comprometerse con la tarea de la liberación de muchos cautivos, presos por la perversión del mundo por la injusticia del mismo, a sanar los corazones heridos y dar amor, a tener misericordia, a ver al más pequeño como el más importante, como al pobre y al necesitado.

¿Cómo hablar entonces de Dios en este mundo, de su reino y de su amor, lleno de muerte y de pobreza, de injusticia y desigualdad? La teología de la liberación alude al acercamiento de esta realidad, a que debemos hablar de Dios y de su reino desde este punto de partida, la muerte y la pobreza un contexto crudo y triste, pero esa es la tarea que debe emprender el Cristiano, el Discípulo, el Seguidor de Jesús, dejando no a un lado a la teología en los saberes sapienciales y de fe en Jesús y su reino, sino también la tarea de ser una solución o una mano de ayuda que labre la liberación de los oprimidos, de los pobres y necesitados que sufren y en muchos casos actualmente la explotados en ellos los niños, y los jóvenes, los vulnerables de la sociedad. Ser mediadores en el ámbito social y defensores de los derechos. La lucha por el pueblo oprimido y hambriento, ser revolucionarios por el reino de Dios. Para la teología de la liberación, se considera que actualmente este es el camino hecho praxis para alcanzar el reino de Dios, para que dé frutos, que en el mundo haya una transformación espiritual y social. Ese es el reino de Dios actualmente, un camino que nos conduce a la liberación y al encuentro de todos con Dios y en el centro de ellas debe estar el mensaje de Jesús, los pobres, el pueblo, el cautivo como dice el evangelio de mateo, bienaventurados los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielo.