Importancia de la Enseñanza de la Literatura en la Infancia

En este texto la autora, Teresa Colomer, pretende que el lector entienda y comprenda la importancia de la literatura en el desarrollo integral y sistemático del ser humano; desde el momento en que es capaz de comprender los fonemas de las historias contadas por sus padres.

De este modo, Colomer (2001) defiende, entre otros aspectos, la importancia de la educación literaria, ya que el proceso de lectoescritura permite la adquisición de la mayoría de conocimiento que, en esta sociedad, adquirirá un ser humano (a excepción de los adquiridos a través de las fuentes orales); dato muy similar al expuesto por Camps (1997) sobre la importancia de la escritura. Cabe señalar, por consiguiente, que este dato no es banal, puesto que ambas destrezas están íntimamente relacionadas, tal y como argumenta Mendoza (1998) al indicar que las actividades relacionadas con la educación literaria favorecen el aprendizaje interdisciplinar de las competencias comunicativas.

Asimismo, Colomer también expone la importancia de inculcar el placer por la lectura al alumnado. De este modo, no solo se consigue crear ávidos lectores, sino también desarrollar o adquirir las competencias antes mencionadas, así como continuar con la educación literaria.

En el texto, se expone con acierto una gran cantidad de datos de interés relacionados con la educación literaria, pero, antes de exponer algunas propuestas didácticas literarias, me gustaría resaltar que, a pesar de que, se comenta la posibilidad de constituir una biblioteca de aula, no se ha contemplado la biblioteca de centro: uno de los elementos vitales para la práctica y desarrollo literario escolar, donde no solo se aprende la correspondencia entre grafema y fonema, sino que se vive el respeto por las normas y el cuidado por las obras, entre otros aspectos que conforman este espacio y hacen de él un templo donde podemos acudir en busca de conocimiento, de consejos o remedios, por disfrute personal, etc. tan similar a las bibliotecas municipales.

En lo referente a cómo abordar la educación literaria en el aula de educación primaria, considero que se han de tener en cuenta varios aspectos, que varían en función del nivel y grupo del alumnado, así como de las características de estos; puesto que, lógicamente, la competencia lectora no es igual en primero que en sexto de primaria. Sin embargo, podemos escoger actividades o rutinas didácticas que pueden ser aprovechadas en todos los niveles de la educación primaria (e incluso en otras etapas educativas), tales como las que serán expuestas a continuación.

En cuanto a la selección de las lecturas, estas, pueden ser, en su mayoría, de libre elección, con la intención de que el alumnado la disfrute de forma individual, ya que, cada niño o niña tiene distintos intereses, motivaciones, preocupaciones y capacidades, por lo que gozan más de la lectura si son ellos mismos quienes escogen el libro que han de leer. Sin embargo, con base en estas variables antes mencionadas, el docente podría escoger varias para realizar las actividades grupales de clase antes propuestas (tertulia dialógica, maleta viajera, etc.). La escuela es el escenario perfecto para la práctica de la literatura, pero debemos tener en cuenta la diversidad de ambientes sociales, así como los conocimientos previos, la cultura heredada, las experiencias culturales… que tienen los alumnos, con el fin de enriquecer la enseñanza de la literatura en cada nivel. Además, todo ello, también impulsaría a otras instituciones no escolares, a desarrollar estrategias innovadoras sobre la manera de leer literatura en la escuela. (Bombini, 1996).

El placer por la lectura también puede fomentarse a partir de la realización de actividades del interés del alumnado, mediante la realización de proyectos, o con actividades como la maleta viajera o tertulias dialógicas. Además, especialmente en los primeros cursos de educación primaria, sería recomendable la participación de las familias en dichos proyectos para integrar a las familias (y hacerlas participes) del proceso de enseñanza- aprendizaje, con la finalidad de que el alumnado vea que sus allegados también están interesados por la lectura y para poder ofrecer una atención más individualizada a los educandos; ya que como es sabido que el ser humano, especialmente en su edad más temprana, aprende por imitación y toma como modelo de conducta a sus familiares más cercanos (Córdoba y col., 2006); por lo tanto, si un alumno se percata de que en su familia hay interés por la lectura, este hecho puede despertar el interés del infante y contribuir al desarrollo de su educación y competencia literaria.

Por tanto, para concluir, podemos afirmar que la educación literaria juega un papel fundamental en el desarrollo del individuo, no solo por la importancia de la lectoescritura como eje fundamental y vertebrador para la adquisición de conocimientos, sino por todo aquello que la literatura puede aportarnos: ampliar el vocabulario, transportarnos a otros mundos, conocer otras realidades, desarrollar el sentido crítico…

Así pues, una de las misiones que tendremos, como futuros docentes, consistirá en despertar el interés por la literatura en nuestro alumnado y ayudarlos a que crezcan libres, con sentido crítico y ansia de conocimiento. Al fin y al cabo, trabajar como docente consiste en ser la luz de las futuras generaciones y los educadores hemos de guiarlas para que, paulatinamente, sean capaces de conducir su propio camino.

Por último, me gustaría concluir este escrito con una cita de Miguel de Cervantes que refleja, a mi humilde entender, por qué es tan importante la educación literaria.

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12 Jun 2021
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