Impacto De Las Drogas En La Juventud al Atenuar las Problemas
‘No hay salidas para los jóvenes, las droga es una buena idea para escapar: no se ve ni se siente nada’.
Los jóvenes en momentos de dificultades físicas o emocionales suelen buscar una manera fácil para salir de sus problemas, por esta razón, eligen el camino más fácil que es el de las drogas porque creen que esta es la solución a sus problemas, cuando todo lo que hacen es terminar con sus vidas poco a poco.
Las drogas a menudo proporcionan una ola de buenos sentimientos a sus consumidores que tienen prisa y se sienten relajados, sienten que esto es estar con Dios o que la causa de hacerlo es Dios. En situaciones que solicitan a Dios algo que necesitan con urgencia y Dios no lo concede instantáneamente, llegamos a pensar que Dios abandona o no existe, pero debemos tener en cuenta que, si quieres ser un adicto a las drogas, el culpable no será Dios, serás tú quien encuentre las formas más fáciles de resolver tus problemas o recordarás que el tiempo de Dios es perfecto.
Un joven adicto a las drogas intenta dejar de fumar repentinamente o no puede recibir otra dosis, por lo general desarrolla un síndrome de abstinencia que consiste en síntomas como pánico, insomnio, súplicas a Dios para salir de esa situación, que fue la más fácil para ellos. Llegan a pensar que Dios no existe o que Dios abandona, pero aun así, después de encontrarse en un abismo sin salida, están buscando a Dios y se dan cuenta de que Dios es maravilloso y nunca nos abandona. Las drogas no son la salida de los problemas, por el contrario, es el proceso que que va alejando más de las personas que quieres y de tus ideales, repercute negativamente en el cerebro hasta llegar al punto de enloquecerte.
Los jóvenes de hoy piensan que todo gira alrededor de fiestas, pero no se dan cuentan que ese camino es en donde más se encuentran las malas amistades, es en donde por solo pasar el rato deciden realizar “la pruebita”, pero todo va hasta donde se dejen influenciar, a veces solo hacen esto para llamar la atención de sus padres o para estar a “la moda”. Para la sociedad no es un secreto que las drogas han sido un arma mortal para los jóvenes de hoy en día, las drogas los llevan alejarse de su familia e inclusive irse de casa, convierte a los jóvenes esclavos de ellas, hasta el punto de que llegan a robar para poder cumplir su dosis, se apodera de ellos de tal forma que estos jóvenes se olvidan de sus sueños, de todos los propósitos que querían cumplir, se dan de baja de las escuelas. Llegan a ver consecuencias sociales como que el drogadicto puede verse involucrado en agresiones o conflictos, bajo la influencia de la droga se pueden llegar a cometer crímenes tales como robos o asesinatos, el uso de drogas en la juventud aumenta el riesgo de dependencia, lo que afecta el desarrollo cerebral.
Ocho de cada 10 jóvenes que consumen drogas lo hacen para atenuar problemas emocionales como ansiedad, depresión, trastornos de conducta o déficit de atención e hiperactividad, señaló Claudia Tejeda Romero, psiquiatra y adictóloga de los Centros de Integración Juvenil (CIJ). Nosotros como sociedad nos podemos dar cuenta como hay tantos jóvenes llevando esta vida, como hay niño que desde pequeños ven estas situaciones y con el paso del tiempo siguen el mismo camino, como también el hecho de que hayas personas vulnerables pidiendo alimentos, dinero, ropa y pongan a sus hijos hacerlo hace que los jóvenes vean esto y decidan seguir esta vida, porque ven adultos o inclusive hasta los mismos jóvenes haciendo y creen que esto les cambiara su vida o que con esto mejoraran su calidad de vida, también es cierto que influye el ambiente y la educación que recibe el joven, si no tiene alguien que lo oriente no sabrá el daño tan grande que le hace a su salud y a su vida. Cada año va aumentando las cifras de adolescentes drogadictos, cada día va creciendo este negocio y mientras tanto nuestra juventud se está matando hay otras que disfrutan que lo hagan, porque ellos viven de eso y no les importa lo que le suceda al que lo consuma.
“Los conflictos familiares que vive el joven que consume drogas va perpetuando la adicción’, en muchos casos la familia es quien orilla a los jóvenes a tomar este camino, ya que no reciben el amo y el apoyo que esperan de ellos, al contrario se encuentran con personas que solo los tratan con insultos hagan lo que hagan. Llegan a tener embarazos no deseados, se relacionan con personas que poco a poco las van destruyendo más aunque digan que la ama. En el caso de las niñas se van de su casa a temprana edad, deciden buscarse un marido porque creen que es lo mejor, se realizan abortos forzados, son golpeadas, utilizadas y las van destruyendo no solo físicamente si no emocionalmente, las van dejando marcadas de por vida que aunque pase el tiempo recodaran siempre que vivieron siendo utilizadas.
Debemos darnos cuenta que nosotros como sociedad también influimos a que esto pase, no hacemos nada por cambiar nuestro entorno, solo nos dedicamos a criticar y a juzgar a las personas sin conocerlas, sin saber su historia, hay que tener presente que la solución de los problemas esta en enfrentarlos y en acepar que nos equivocamos, que todos tenemos algo que nos hace diferente, pero solo nosotros mismos decidimos si queremos ser uno más del monto o si queremos dejar nuestra huella en el mundo.
No hay más que mirar alrededor para percatarnos de que la juventud, uno de los posibles elementos potenciadores de un cambio social, se deja llevar por éste tipo de consumo. El consumo de ciertas sustancias alienantes se convierte en algo generalizado y necesario para esos consumidores, crea individuos totalmente alienados, cuya única inquietud verdadera es experimentar una sensación, cayendo en una pasividad que les aleja cada vez más de la realidad, y de los verdaderos problemas.
Ese distanciamiento de la realidad da lugar a la falta de inquietudes, o aún peor, al hecho de tenerlas y no hacer nada, a no luchar por un cambio. Dentro del movimiento libertario también se puede apreciar que el consumo de éstas sustancias contribuye a disminuir y degradar la actividad, la lucha tanto de manera individual como colectiva, vemos en esto uno de los principales problemas que más daña a los diferentes movimientos sociales, tanto históricamente como hoy en día. No hay que olvidar el papel que ha cumplido la introducción de la droga en el seno de los movimientos sociales más combativos, el robo, la prostitución y la drogadicción se convirtieron en el refugio de los menores de edad. La adolescencia es el tiempo de probar cosas nuevas. Los adolescentes usan el alcohol y las otras drogas por varias razones, incluyendo la curiosidad, para sentirse bien, para reducir el estrés, para sentirse personas adultas o para pertenecer a un grupo. Es difícil el poder determinar cuáles de los adolescentes van a experimentar y parar ahí, y cuáles van a desarrollar problemas serios.
Desgraciadamente, con frecuencia los adolescentes no ven la relación entre sus acciones en el presente y las consecuencias del mañana. Ellos tienen la tendencia a sentirse indestructibles e inmunes hacia los problemas que otros experimentan. El uso del alcohol o del tabaco a una temprana edad aumenta el riesgo del uso de otras drogas más tarde, el uso de las drogas y el alcohol está asociado con una variedad de consecuencias negativas, que incluyen el aumento en el riesgo del uso serio de drogas más tarde en la vida, el fracaso escolar, el mal juicio que puede exponer a los adolescentes al riesgo de accidentes, violencia, relaciones sexuales no planificadas y arriesgadas y el suicidio.
Los adolescentes que corren el riesgo de desarrollar problemas serios con el alcohol y las drogas incluyen aquellos: con un historial familiar de abuso de substancias, que están deprimidos, que sienten poco amor propio o autoestima, que sienten que no pertenecen y que están fuera de la corriente, que sienten que no son como los otro jóvenes, que creen que para ser aceptado en un grupo de amigo debe realizar cosas diferentes o extraordinarias sin saber que es un daño inmenso que se están haciendo, pueden llegar hasta el punto de no solo quedarse en las drogas si no que quieren ir experimentando cosas más fuertes como puede ser la heroína que es una droga que puede llegar hasta el punto de hacer que se te caiga tu piel a pedazos, la cual hasta el momento cuando la adicción es avanzada no tiene un tratamiento inmediato, son tantas las drogas que están dañando nuestra juventud que debemos darnos cuenta que es vital el apoyo y el amor que viene de nuestros padres y familia en general, que debemos buscar amistades que nos ayuden a crecer, a lucha por nuestros sueños ideales, En este mundo somos más las personas personas buenas, la clave está en no dejarte influenciar por malas compañías. Los padres pueden ayudar a su hijo proveyéndole la educación a temprana edad acerca de las drogas y el alcohol, estableciendo comunicación, siendo ejemplo modelo positivo y reconociendo y tratando desde el comienzo los problemas que surjan.
Aquí es donde surge la necesidad, si realmente queremos ser críticos y coherentes con nuestro análisis de la realidad, de denunciar esas dinámicas que se reproducen también en el interior de nuestro movimiento. Lo observamos constantemente, los centros sociales se convierten a menudo en espacios de ocio alienado, los bares, en lugares de consumo compulsivo. No puede olvidarse que la lucha es asumible por el poder de muy diversas formas, caer o no en ellas sólo depende de nosotros, la mejor solución es la prevención, el decir no es lo mejor que podemos hacer ante la oportunidad de probar una droga, hay que estar conscientes que podemos caer en la tentación. Las drogas no liberan. Las drogas divierten, desinhiben, animan, deprimen, provocan distensión… Pero no liberan.
Hay que tener en cuenta que el periodo de la adolescencia es una etapa crítica y conflictiva, en ella el sujeto se enfrenta a una serie de cambios tanto internos como externos, que van a influir en la comprensión que tiene del mundo, repercutiendo en la puesta en marcha de las distintas estrategias de afrontamiento y de toma de decisiones. Es un periodo en el que el sujeto suele distanciarse del ámbito familiar, y opta por buscar la integración y el apoyo en su grupo de iguales, cediendo a la presión grupal. Convendría, dentro del ámbito familiar y educativo, potenciar y dirigir la atención hacia los cambios por los que pasa el adolescente. La adicción a las drogas puede frenarse o disminuirse si se tiene una buena educación desde casa, si se inculcan los valores esenciales para vivir en comunidad con los demás miembros de la sociedad, Sería pues un requisito indispensable una reflexión y revisión, por parte de la sociedad, de los cánones establecidos sobre las aptitudes y capacidades de los adolescentes adaptándolos a la realidad en que vivimos. Por otro lado, también sería importante fomentar la educación para que los jóvenes se integren más y hacerles ver que no están solos que siempre hay alguien queriéndonos ayudar para que seamos mejores personas.