Importancia Del Juego En El Nivel Inicial
El juego es la principal tarea del niño, es un papel muy importante. Es a través de este que el niño puede estimularse y poseer mayor desarrollo en relación a su psicomotricidad, cognición y afectividad como también en su socialización.
Por medio del juego los pequeños experimentan, aprenden, reflejan y transforman la realidad. Los niños crecen a través el juego, es por esto que no se debe limitar al niño en esta actividad lúdica.
A continuación se podrá apreciar información sobre la importancia del juego en el nivel inicial. La intención de este trabajo es que el lector pueda conocer esta etapa fundamental y que pueda sumergirse en la importancia de esta para los primero años de vida de los niños.
El juego en el nivel nacional
- Importancia
Para poder hablar del juego en el Nivel Inicial es muy importante tener en cuenta que el jugar es un derecho que todos los niños y niñas deben tener, es una necesidad vital muy importante para su proceso de desarrollo y para la construcción de su propio YO, es decir para su propia construcción subjetiva. El juego es una construcción social y cultural que se inicia a partir de los primero años de vida de los niños.
Definir el juego ha sido tema de muchos autores. Uno de ellos, Chokler M. (2008) en “Cómo se juega el niño cuando juega”, concluye:
El juego sólo es tal en la medida en que es libre. Sólo así, libre, puede cumplir sus funciones y garantizar el desarrollo de los complejos procesos en los que está implicado. Jugando el niño explora, experimenta e incorpora las nociones básicas acerca de sí mismo, de los otros y del mundo; aprende a conocer y dominar su cuerpo, a orientarse en el espacio y en el tiempo, a comprender los fenómenos de su entorno, a manipular y a construir, a establecer relaciones con otros, a comunicarse y a hablar, a expresar sus deseos, sus miedos y sobre todo a elaborar sus conflictos. Todos estos procesos subjetivos y aprendizajes ocurren a nivel no consciente, mientras juega, afianzando el núcleo más íntimo de sí mismo y de su identidad. El juego para el niño no es un ejercicio para… ni un ensayo para…. ni una preparación para tareas o roles futuros, sino una manera de ser en el mundo hoy, aquí y ahora, el juego es su vida, aunque no toda la vida es juego. (p. 2)
Entendiendo lo anteriormente dicho, es esencial tener presente que el juego es fuente de placer, principalmente por explorar, descubrir, por desplegar la propia iniciativa e imaginación, por el dominio sucesivo de sí mismo, de los otros y del mundo que lo rodea. Es a través del juego que el niño podrá enriquecer y ampliar su entorno, es decir el mundo exterior que lo envuelve y lo sostiene. También podrá crecer y crear en libertad, expresar su mundo interior el cual está aferrado a sensaciones, emociones, sentimientos, intereses, necesidades, entre otros. El niño desplegará movimientos, temores, angustias y ansiedades que se manifiestan y elaboran de manera creativa, individual o en conjunto con los otros.
El juego es un espacio que sostiene a los niños y niñas de Nivel Inicial, este posee valor en el momento en el que los niños toman la decisión de jugar. Luego pensar a qué se juega y el cómo se juega se encuentra fuertemente ligado y condicionado por la cultura, por el entorno social en el que se encuentra inmerso, por las experiencias y situaciones de vida, cuestiones que también influyen sobre los demás, los objetos y los espacios.
De acuerdo con “El Diseño Curricular Provincial de Educación Inicial de la Provincia de Mendoza” (2015) la centralidad del juego cobra un gran significado en el Nivel Inicial, este mismo concluye:
“Considerar la centralidad del juego como uno de los pilares del nivel y como un componente central de la Educación Inicial, es garantizar el derecho de todos los niños/as a desarrollarse a través de experiencias placenteras y enriquecedoras desde el inicio de la vida.
Según Bernard Aucouturier el juego es creación, es la capacidad simbólica que posee el niño/a para expresar “lo que sabe”, “cómo lo sabe” y “cómo vive” la realidad en la que está inserto.
El fin es el juego mismo, no se persigue ningún producto, sino el despliegue de la emoción, del placer en el proceso. Inventar nuevas situaciones, sin estar limitados por los modelos externos, o dirigido desde afuera. Las reglas y la organización son establecidas por los mismos niños/as que juegan. Es importante tener en cuenta las variables que intervienen directamente como favorecedoras u obstaculizadoras del juego de los niños/as. Estas son: el espacio, el tiempo, los materiales, las formas de agrupamiento, el clima institucional y de sala, las intervenciones de los adultos.” (p. 69)
Comprendiendo que este tema es el medio fundamental para que los niños se apoderen del mundo, se enlacen con los otros y sus pares, con el espacio o el entorno que los rodea y con los objetos que están a su disposición, podemos decir que será el Nivel Inicial el encargado de favorecerlo. Este mismo brindará espacios lúdicos a través de enseñanzas organizadas, entendiendo que el juego es un tema de alta significación cultural y una construcción social, la cual se tramite de generación en generación y se va transformando a medida que transcurre el tiempo.
En el Nivel Inicial los docentes y/o educadores responsables serán los encargados de propiciar el aprendizaje, deberán brindar momentos donde se reconozca la centralidad del juego, a través de espacios que brinden al sujeto seguridad afectiva, libertad de movimiento, donde se disponga de objetos o elementos que sean manipulables y permitan el desarrollo autónomo. Se promoverá así la expresión del proyecto de acción de cada uno de los niños.
Para ello es muy importante que los docentes tengan en cuenta los siguientes movimientos:
- Comenzar o seguir un juego con los pequeños: en este momento el adulto comenzará un juego a partir de una propuesta o seguirá una acción iniciada por el bebé. Un ejemplo claro de este momento sería preguntarle al pequeño, si observamos que esconde algo, ¿dónde está tal objeto?
- Hacer saber el propósito o la finalidad del juego al niño y participar “jugando”: Este momento es donde el adulto jugará con el niño despertando todas sus emociones. Su participación conlleva al niño a involucrarse en el placer de jugar.
- Destinar un tiempo para jugar en donde ambos participen, bebés/niños y docentes
- Crear espacios de juego con materiales diferentes y variados, siendo estos estables y seguros: En las aulas siempre deberá haber materiales disponibles para jugar. Y los docentes deberán ser los encargados de crear estos espacios.
El acompañamiento y la mediación requieren de docentes como también de adultos disponibles y responsables; con una escucha atenta, que contengan a los alumnos, donde se les hable, docentes que se permitan sorprender por el otro, que habiliten el juego y que se permitan jugar, que piensen al niño/a como constructor activo del conocimiento, de la cultura y de su propia identidad. Estos estímulos harán que los niños se sientan amados y seguros.
Cobclusión
La información presentada anteriormente nos demuestra que todo niño y niña, en sus primeros 5 años de vida, deben atravesar esta etapa enriquecedora que es el juego. Es muy importante remarcar que a través de ella los niños aprenderán, conocerán y exploraran el mundo que los rodea y además se iniciarán en el reconocimiento de sí mismos, de su cuerpo y sus movimientos.
Mientras que también es fundamental tener en cuenta esta idea de que todo adulto responsable debe motivar e incentivar a cada pequeño para lograr que su desarrollo sea expresado plenamente en libertad y en confianza. Está en nuestras manos aprovechar todos los recursos disponibles para fomentar el juego, pues como se puede observar este mismo no deja de ser un medio de aprendizaje que se adecúa a los tiempos y ritmos de cada uno de los niños.