El Pensamiento Social de Inglaterra en el Siglo XVII
La revolución inglesa y el puritanismo
En 1603 fallece Isabel I sin dejar descendientes, por lo tanto asumió Jacobo I hijo de de María I de Escocia. Así fue como se dio inicio a la Dinastía de los Estuardo en Inglaterra. La dinastía de los Estuardo se destacó por sustentar su gobierno en la Teoría del derecho divino, la cual legitimaba al rey como soberano supremo que aparte de que detentaba todo el poder del Estado, podía denunciar toda acción rebelde como delito y como pecado contra Dios.
Según Krebs, “en Francia. el pueblo estaba convencido de que los reyes estaban dotados del poder milagroso de curar- las escrófulas”. Sin embargo, en Inglaterra las cosas funcionaban de forma diferente y esto comenzó a causar roces entre el parlamento y sus representantes, el conflicto conlleva a grandes problemas entre la corona y el parlamento puesto que tenían ideas diferentes y esta situación tornó peor con la ascensión de Carlos I al poder y su matrimonio con Enriqueta de Francia.
Este ascenso provocó la creación del movimiento protestante. Carlos I intentó llevar a cabo las lógicas absolutistas que estaban tomando fuerza en Europa Occidental, así mismo intentaba imponer los ritos de la iglesia católica en Inglaterra, la cual era principalmente protestante, esto generó malestar en la población y el parlamento. Entonces se podría decir que todo el problema inició dado a la insistencia del rey en imponer sus ideologías católico-absolutistas y la insistencia del parlamento en que no lo hiciera.
Esta situación de tensión provocó que en 1642 el conflicto estallara dejando al parlamento dividido en 2: los leales al rey y los que no lo eran, esto a su vez originó una guerra civil. Para el historiador James Casey la importancia real de esta primera guerra civil fue que:
- Rompió el molde de la , la unanimidad en la política y religión que ambicionaban los hombres de antes de 1640 como ideal. Inició el debate abierto sobre el derecho a , a discrepar de la mayoría de sus conciudadanos sin ser tachado de herejía o rebeldía;
- Estableció la hacienda del estado, gracias a la experiencia parlamentaria, sobre una base firme (sisas, impuesto sobre la tierra que tenía que pagar el nombre como el plebeyo).
Durante esta guerra civil Oliver Cromwell, quien sería uno de los personajes más importantes en la historia inglesa, se hizo valer de un regimiento de caballería para luchar por la causa parlamentarista. Cromwell se encontraba retirado de la vida política activa hasta hacía dos años antes.
Al término de esta guerra civil y gracias a Oliver Cromwell los parlamentaristas ganaron y dictaron una serie de leyes anti absolutistas que moderarían el rey y sus políticas, aunque esto solo duraría un momento. Al respecto, Casey menciona que al inicio del siglo XVII Inglaterra tenía una monarquía más al estilo continental en la cual “la cuestión de soberanía era confusa, […] subordinada al concepto de la ley como expresión de principios cristianos más que la voluntad del príncipe”.
Aún después de terminada la guerra civil, se mantuvieron las disputas entre los leales al rey y los parlamentarios, puesto que Carlos I se encontraba apresado. En 1648 ocurre una segunda guerra civil que da comienzo a partir de que el rey Carlos logró fugarse de su prisión y logra obtener ayuda de los escoceses, así mismo los galeses se revelaron, sin embargo, Cromwell y sus hombres lo vencieron y esto les serviría más adelante para derrotar a los escoceses.
Una vez vencidos recapturaron a Carlos I, lo juzgaron por traición y lo condenaron a muerte en la guillotina. Tras esta segunda guerra, que culminó con la muerte en guillotina de Carlos I, se inició la primera y única república que ha existido en Inglaterra. Jenaro Lara menciona que “La República inglesa fue el resultado de las aspiraciones de la burguesía que sentó los lineamientos de este periodo” Jenaro Lara (5 de diciembre, 20017) como la articulación de una sociedad mercantilista puritana donde los intereses religiosos no jugaran un papel importante de por medio.
No obstante, las disputas continuaron entre los que apoyaban el seceso legítimo de Carlos I y el parlamento, estas disputas provocaron una tercera guerra civil entre 1653 – 1659. Carlos II logró el apoyo de los escoceses y de sus ejércitos y Cromwell nuevamente inició una campaña para contener y someter las revueltas así como los ejércitos alzados, lo que redujo poder a Carlos II.
Posteriormente a la tercera guerra civil comienza la decadencia y fase final de la república a la que llamaron protectorado, que no fue más que una dictadura. Cromwell tenía grandes atribuciones militares y políticas con las que logró alianzas y éxitos militares ampliamente reconocidos a nivel internacional. Tenía buena aceptación entre la población inglesa puesto que permitía la libre creencia religiosa.
Durante este periodo se abolió la Cámara de los Lores y se impulsaron leyes de navegación que generaron reformas en el parlamento. Una vez muerto Cromwell su sucesor fue su hijo, sin embargo no supo mantener el orden en la sociedad, así es que el parlamento lo removió de su puesto y ascendió a Carlos II como rey, restableciendo el régimen de la dinastía de los Estuardo.
Al asumir Carlos II el poder se reinstauró la monarquía absolutista, él logró mantener el orden en la sociedad. Sin embargo y por el contrario a Carlos II, su hermano Jacobo Eduardo Estuardo tenía ideas como las de Carlos I, imponer el catolicismo en la sociedad, esto le generó problemas con el parlamento al grado que la Cámara de los Comunes intentó hacerle un exilio.
Al morir Carlos II lo sucedió Jacobo II, quien tuvo un heredero y esto abrió la posibilidad de que se perpetuara una dinastía católica en Inglaterra pero en 1688 los opositores a la posibilidad se unieron con el Estatúder de Holanda, Guillermo de Orange, para quedarse con el trono de Inglaterra, esto desencadenó la Revolución Gloriosa que culminó con el derrocamiento de Jacobo y con el término de la Revolución Inglesa.
Thomas Hobbes y El Leviatán.
Thomas Hobbes de Malmesbury (1588 – 1679) fue un filósofo materialista inglés, en su obra el Leviatán “sentó las bases de la teoría contractualista, de gran influencia en el desarrollo de la filosofía política occidental.” (Wikipedia, 2020) Hobbes parte del individualismo radical para después hablar del contrato social y finalmente aterrizar en la construcción del Estado.
Antes de que Thomas Hobbes escribiera el Leviatán, los filósofos habían considerado a la naturaleza humana como si se tratara de un animal político que está diseñado para vivir en sociedad; sin embargo, Hobbes no comulga del todo con esta premisa, para él “el hombre es el lobo del hombre” y lo explica en el Leviatán diciendo que en el estado de naturaleza existe absoluta igualdad y libertad de todos.
Algunos hombres son más fuertes que otros y sin embargo ninguno tiene ningún tipo de seguridad ni de propiedad, pero tienen instinto de conservación y esto va a generar entre ellos competencia y desconfianza que los llevaría eventualmente a un estado de guerra permanente. Para Hobbes “la guerra no consiste solamente en batallar, en el acto de luchar, sino que se da durante el lapso de tiempo en que la voluntad de luchar se manifiesta de modo suficiente”.
En el estado de guerra hay robos, asesinatos y se vive en una anarquía, según el autor las tres causas principales de la discordia que se hallan en la naturaleza del hombre son la competencia, la desconfianza y la gloria; con la primera busca un beneficio, con la segunda seguridad y con la tercera reputación.
Dentro de esta naturaleza existen leyes, naturales valga la redundancia, bajo las que se rigen los seres humanos, estas leyes les permiten relacionarse entre ellos, por ejemplo; que el hombre tiende a buscar la paz, la renuncia de sus derechos (que a su vez le permite establecer un pacto con otros seres humanos) y que se debe de atener a la consecuencia de los pactos que establezca con otros hombres o en su defecto, las consecuencias por incumplimiento de estos mismos (justicia), poseer gratitud, ser complaciente (que le permite ser sociable), entre otras. Para Hobbes estas leyes son eternas e inmutables y van en contra de las pasiones naturales del hombre.
Dado que los hombres tienen necesidad de sentirse seguros, salvaguardar su vida y vivir en una vida más armónica, deben ceder el derecho natural de la libertad. Hobbes menciona que la única forma de salvaguardar su vida, vivir satisfechos, defenderlos contra extranjeros, etc., es a partir de un pacto, el cual consiste en transferir la libertad y el poder a un individuo que será el soberano o a una asamblea mediante los cuales puedan reducir sus voluntades a una sola.
Para Hobbes, el pacto para lograr la sociedad civil se va a fundamentar en el miedo. El miedo se va a utilizar para someter a la sociedad, ya sea a una sociedad formada mediante el pacto o si es una sociedad formada a partir de la violencia. Hobbes considera que la única forma de someter a alguien que se encuentra en el estado de naturaleza es a partir del miedo a la fuerza y a la violencia que puede imponer y/o representar ese pacto.
Una vez que esto ha ocurrido, Hobbes afirma que “la multitud así unida en una persona se denomina ESTADO, en latín, CIVITAS. Esta es la generación de aquel gran LEVIATÁN, […] de aquél dios mortal, al cual debemos, bajo el Dios inmortal, nuestra paz y nuestra defensa”.
El Estado es entonces un producto del razonamiento del hombre, no es un cuerpo natural sino más bien artificial y es el resultado de un contrato entre iguales, en donde los hombres pactan renunciar a la libertad, con la finalidad de obtener seguridad en el estado de guerra y la búsqueda por la preservación de la vida. Tanto el soberano como la sociedad civil son el resultado de este.