La Política Exterior Norteamericana: De Clinton A Bush

Después de la caída de la Unión Soviética (URSS), los Estados Unidos se instauraron como la única potencia preponderante en la arena internacional. A partir de este momento, la potencia del norte y sus aliados, alcanzaron una gran preponderancia en el plano de las relaciones internacionales. Con la desaparición de la Unión Soviética, los Estados Unidos se encontraron libres de promover las ideas de democracia y liberalismo a nivel internacional, a la vez que se encontraba libre de desarrollar su política internacional y defender sus intereses económicos sin interferencia de la potencia del Este de Europa. “La democracia se convirtió en la principal forma de organización política con legitimidad en el mundo” .

En este trabajo pretendemos establecer un análisis comparativo entre la definición y aplicación de la política exterior norteamericana, durante el gobierno de Bill Clinton y el mandato posterior de George W. Bush. Aspiramos a analizar cómo durante ambos gobiernos a pesar de mantener diferencias en cuanto a partidos de procedencia y política interna, la política exterior norteamericana mantuvo el mismo objetivo: extender su hegemonía; aunque para ello ambos gabinetes utilizaron diferentes vías.

Bill Clinton fue electo menos de un año después del fin de la Guerra Fría. La estrategia de su mandato estuvo enfocada en continuar la construcción del orden liberal internacional que EE. UU. había comenzado a principios de la Guerra Fría . Esta se encontraba fundamentada en lograr el fortalecimiento de las instituciones de corte supranacional, hacer presión para que se respetaran las leyes internacionales así como desarrollar la promoción de los principios de la democracia y los derechos humanos como idea de orden internacional. La preponderancia de los Estados Unidos a nivel internacional en el contexto de post Guerra Fría, le brindaba al país norteño una oportunidad para establecer en diferentes países del mundo un sistema político que actuara en paralelo a los intereses norteamericanos. Sobre esto hizo mención la embajadora de los Estados Unidos ante la Organización de Naciones Unidas (ONU), Madeleine Albright, cuando se refirió a su país como la “nación indispensable del mundo,” y a partir de esta afirmación, el país lideraría el avance del sistema internacional. La política exterior del presidente Clinton incluyó varios elementos importantes: En primer lugar, estuvo encaminada en continuar expandiendo los principios del pensamiento democrático entre los países en vías de desarrollo. Del punto de vista de la administración presidencial de Clinton, las democracias eran estables, responsivas, y compatibles con el libre comercio que beneficiaría a EE. UU. económicamente . En segundo lugar, la administración de Clinton colaboró con instituciones como la ONU, procurando el apoyo de esta organización para llevar a cabo operaciones de paz, en las cuales estaba enmascarada una política expansionista. Además, los Estados Unidos usarían sus fuerzas armadas para intervenir en misiones humanitarias, evidenciándose la conjugación del empleo de una prisión militar disfrazada de ayuda humanitaria. Considero que al igual que Kennedy la administración de Clinton, logró que el mundo reconociera la hegemonía militar de los Estados Unidos, pero utilizando métodos subjetivos y que no se hiciera evidente que en ese contexto los Estados Unidos era el principal mediador en los conflictos que se desarrollaban en la arena internacional. Durante su administración, los Estados Unidos intervinieron en Somalia en 1993, Bosnia en 1995, y Kosovo en 1999. Otro elemento que cabe recalcar es el hecho de que la política exterior norteamericana durante este mandato buscaría mantener su superioridad militar sobre potencias emergentes como Rusia o China las cuales podrían establecer una competencia, utilizando sus ventajas militares en áreas como la tecnología, la movilidad, la armada y la marina, y la capacidad logística estratégica para proteger sus intereses, particularmente en el Medio Oriente y en Asia .

La política exterior del gabinete del presidente proveniente del partido republicano George W. Bush, estuvo contraria a las políticas liberales en intervencionismo humanitario y sobre-extensión extranjera . El gobierno de Bush, se encontraba contrario a que se dispusieran a las tropas estadounidenses bajo el control de la ONU, lo cual demuestra un matiz de conservadurismo en dichas políticas exteriores. La política exterior de este gobierno mantuvo la política del gabinete de Clinton encaminada a seguir desarrollando la influencia militar del país a la par que continuaba dilatando el tamaño de las fuerzas armadas. También como se señaló con anterioridad segundo lugar, la nueva política exterior de los EE. UU. evitaría operaciones humanitarias de amplios objetivos como ocurrió con la presidencia de Clinton. Otro elemento de continuidad es la cuestión de que la nación del norte mantendría realizando una oposición a nuevos competidores como China y otras potencias emergentes, enfocándose también en evitar la expansión de la existencia de armas nucleares en países potencialmente peligrosos, reafirmando el hecho de que el país norteño actuaría unilateralmente donde fuere necesario; siendo una contante en la política exterior del presidente Bush usar el poderío militar estadounidense para avanzar sus intereses geopolíticos .

El atentado a las Torres Gemelas en Nueva York y al Pentágono en Washington DC en el año 2001, cambio circunstancialmente los preceptos de la política exterior norteamericana. El Presidente declaró su doctrina, La Doctrina Bush “, la cual se construiría a partir de elementos de la primacía Americana, realismo asertivo, multilateralismo selectivo, y transformación democrática” . La doctrina estaba enfocada en desarrollar una política basada en el unilateralismo, y no el multilateralismo basado en mantener la promoción de la democracia, aumentando la ayuda al exterior para dar apoyo a países inestables política e ideológicamente, principalmente aquellos del área del Medio Oriente. Además, se complementaría el uso de poderío militar y el desarrollo de la diplomacia (diplomacia de presión) para proteger los intereses de Norteamérica.

En términos generales, al final de la Guerra Fría, Estados Unidos intentó expandir su activismo internacional bajo las presidencias de Clinton y Bush, lo cual se traducía en aumentar la influencia del país del norte en la arena internacional, sobre todo en un contexto donde se erigía como potencia dominante en la arena internacional. De los intentos de dar una ayuda humanitaria a países necesitados desarrollada por la administración de Clinton; a la “intención” de reconstruir estados “inestables”, planteada por el gabinete del presidente George. W. Bush, la política exterior norteamericana durante ambos gobiernos mantuvo una constante: la expansión de la hegemonía norteamericana en contraposición a la caída de la Unión Soviética y la inexistencia de una contraparte en el terreno internacional.

22 October 2021
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