La Prostitución Masculina, Femenina e Infantil En La Sociedad Moderna
Introducción
¿Qué es la prostitución? La prostitución es la práctica de mantener relaciones sexuales con otras personas a cambio de dinero u otros beneficios económicos. Las mujeres son las que ejercen principalmente la prostitución; también existe la prostitución masculina y la prostitución infantil. La prostitución masculina es una forma de la prostitución que se refiere a hombres que prestan servicios sexuales tanto a hombres como a mujeres. En comparación con la prostitución femenina, la masculina ha sido menos estudiada. Algunos investigadores dicen que ambos casos tienen diferencias y comportamientos notables.
Desarrollo
La prostitución masculina tiene muchas referencias históricas en el mundo antiguo, como la prostitución masculina en Grecia aunque en la actualidad se ha relacionado especialmente con el llamado turismo sexual. La prostitución masculina es muy variada y se diferencia bastante de la prostitución femenina. Muchos hombres ejercen la prostitución por necesidad, pero en cuanto adquieren un empleo estable, la abandonan naturalmente. Otros de clases pudientes (más ricos), especialmente adolescentes, la ejercen por obtener dinero alternativo, pero en edad más adulta la abandonan. Muchos varones ejercen la prostitución masculina de manera eventual, a veces incluso por curiosidad.
La prostitución infantil es una versión moderna de la esclavitud donde los niños son explotados sexualmente con fines económicos. La principal causa que se le suele atribuir a la prostitución infantil es la pobreza. Estudios de la UNICEF calculan que en países del sur de Asia aproximadamente 1 millón de niños son explotados sexualmente y varios cientos de miles viven la misma situación en Europa, América Latina y África. La prostitución se ejerce en burdeles o prostíbulos. Los prostíbulos son casas al mando de un proxeneta (hombre que controla el negocio) donde hay habitaciones destinadas para ese uso.
La prostitución también se ejerce en las aceras de las calles de las ciudades, en los laterales de las carreteras, en bares y discotecas, en hoteles y a domicilio. La prostituta está muchas veces ligada a la figura del proxeneta que se queda con una parte de las ganancias de ella. El proxeneta puede proteger a la prostituta o extorsionarla, secuestrarla o ejercer sobre ella violencia física. Hablamos de trata de personas cuando se realiza el comercio ilegal de personas y se obliga a alguien a prostituirse. La situación legal de la prostitución no es igual en todos los países: por ejemplo en Suecia, Noruega e Islandia.
El cliente comete un crimen, pero no la prostituta; en Alemania y Países Bajos la prostitución es una profesión regulada. La ética es el estudio de aquellas conductas humanas deliberadas que son aceptadas o rechazadas por la sociedad donde viven los individuos. La sociedad fija normas y leyes que establecen qué conductas son aceptadas o rechazadas. Teniendo en cuenta estos dos factores, se puede dividir la ética relacionada con la prostitución en dos campos: La ética desde el interior del fenómeno de la prostitución. La ética ciudadana del respeto. En el primer punto, la ética juzga varios aspectos como por ejemplo la vida marginal que llevan las prostitutas.
La forma violenta de reclutamiento de las organizaciones criminales, las coacciones que sufren las prostitutas y el déficit sanitario. En el segundo punto, si pensamos en una persona que ejerce libremente la prostitución, sin condicionamientos externos, la ética siempre va relacionada con dilemas. Las personas somos libres de elegir, pero elegir implica responsabilidad. La elección puede ser buena o mala. Según la ética ciudadana, una elección es buena si elimina cualquier tipo de conflictos. Según la ética religiosa, la prostitución es reprobada. El Estado sin embargo al ser laico no censura la prostitución.
El ciudadano debería respetar la libre decisión de una persona a dedicarse al ejercicio sexual como forma de vida. Cuando hablamos de prostitución no nos referimos solamente a los hombres que tienen que satisfacer sus necesidades, sino al bienestar de las mujeres y de la compra de su sexualidad. Esta relación es de poder y dominación sobre la mujer, porque una persona se tiene que poner al servicio de otra dejando de lado sus propios deseos y necesidades. La prostituta pierde el sentido de su propia sexualidad y de ser autónoma. Según la ética liberal (por ejemplo en Alemania y Países Bajos) la prostitución es un libre consenso de las partes.
Sin embargo es la vulneración del principio de no-instrumentalización, eso quiere decir no convertir una persona para un determinado fin. Yo pienso que no debería existir un trabajo así por el simple hecho de que te den dinero, moralmente para las mujeres es denigrante y ser consideradas como un objeto es realmente duro. Es una humillación para la mujer porque deja de ser autónoma y además se convierte en un objeto, para el uso de otro ser humano. También hay que pensar en todas las enfermedades que pueden sufrir las prostitutas, enfermedades venéreas o SIDA. Enfermedades que además pueden transmitir a los clientes, si las relaciones sexuales son sin la protección correcta.
En muchos casos las prostitutas cuando empiezan a ejercer no son adictas a las drogas o al alcohol, pero después de algún tiempo sí se vuelven adictas. El alcohol y las drogas les ayudan a soportar la situación. La prostitución no es en la mayoría de los casos una profesión elegida libremente; es una elección que viene por circunstancias muy difíciles de la vida, cuando no se ve escapatoria o salida. Creo que se debería luchar contra este problema. Habría que intentar reeducar a las prostitutas, ayudarlas a superar sus problemas e intentar reinsertarlas en la sociedad. Pondría penas para los proxenetas y los clientes e intentaría rehabilitar las zonas donde hay mucha prostitución.
