Langston Hughes: Research Paper 

Introducción

“The Ballad Of The Landlord” muestra racismo en todo el poema debido al trato injusto de un afroamericano por parte del propietario. Juez y prensa. El inquilino ha presentado varias quejas sobre su casa, pero el propietario las ignoró y pidió dinero para el alquiler. Como resultado, el inquilino decidió no pagar ningún dinero extra hasta que el propietario arreglara su casa. Esto enfureció al propietario cuando comenzó a desalojar la casa. El inquilino amenazó al hombre, lo que hizo que el propietario llamara a la policía. 

Después de que el propietario se comunicó con la policía, dijo que “él (el inquilino) está tratando de arruinar al gobierno”. Esta declaración revela el motivo del propietario para vengarse del inquilino por tratar de dominarlo. El juez decidió sentenciar al inquilino a 90 días de cárcel sin fianza, seguido de cobertura de prensa. El juez y el propietario usaron su poder para abusar y socavar a las minorías dentro del poema. El arrendador no recibió ningún castigo por no mantener el mantenimiento dentro de la casa del inquilino. No era justo que el inquilino pagara dinero extra por una casa que no estaba en buenas condiciones, pero el propietario simplemente ignoró su solicitud.

Desarrollo

El patrimonio puede desempeñar un papel importante en la forma en que un autor percibe el valor de sí mismo junto con su raza. En el poema ‘La balada del propietario’ de Langston Hughes, Hughes envía un mensaje de cómo es la vida como afroamericano. Hughes usó muchos poemas para exhibir su activismo y el amor que siente por su raza. En poemas como ‘El negro habla los ríos’ y ‘Yo también’, Hughes abraza su cultura, incluso aquellos a su alrededor no se sentían cómodos con ella. 

El empoderamiento de los negros se utilizó para educar a los negros sobre su historia y para aumentar su autoestima. La discriminación en la década de 1920 a menudo hizo que los afroamericanos se consideraran sin importancia debido a que la mayoría del gobierno y los racistas los veían como ciudadanos de segunda clase.

El clima social de la década de 1920 en Estados Unidos fue de grandes proporciones. Eventos como el Renacimiento de Harlem, la Gran Migración y la prosperidad económica del mercado de valores contribuyeron a la razón por la cual la década de 1920 se consideró como la “década de los locos”. Sin embargo, mientras Estados Unidos prosperaba, la comunidad afroamericana todavía enfrentaba dificultades. 

Dificultades como el racismo y la discriminación, que escritores como el antes mencionado, Langston Hughes, acuñaron en su literatura. Para comprender mejor el racismo, la escritora Audrey Smedley escribió sobre él en su entrada de la enciclopedia titulada ‘Racismo’. Smedley habla de cómo, “El racismo es el acto de discriminar a alguien en función de su raza. Se usó contra aquellos a quienes oprimían para ganar control sobre ellos. El racismo se alimenta del odio y el poder de oprimir a sus víctimas para que obedezcan. 

A menudo, cuando las víctimas no se resisten, sus acciones se enfrentan con violencia”. Hughes se dio cuenta de esto y no violentamente tomó el asunto en sus propias manos con su poesía. En una de sus profundas piezas titulada ‘Yo, también’, Hughes describe las dificultades de un hombre afroamericano durante este período de tiempo. El ambiente racista, pero floreciente de los años veinte tuvo impactos obvios en su escritura aquí porque escribe específicamente sobre un hombre que experimenta racismo en un restaurante y se vio obligado a comer en la cocina. 

Este escenario surrealista se remonta fácilmente a los empleadores reales de los restaurantes de 1920 que hicieron que los trabajadores negros comieran en la cocina. En la era de Hughes, la segregación era un gran problema, como se ve en el artículo ‘Segregation’ de Flora Wadelington. En este artículo, ella destaca específicamente la segregación en la década de 1920 y cómo los blancos y los negros fueron a negocios separados, se sentaron en diferentes partes de establecimientos de comida, fueron a diferentes escuelas y vivieron vidas separadas como si vivieran en dos Américas separadas.

Hughes fue impactado por esta época y usó su escenario y voz para retratar estas tristes verdades a lo largo de su obra literaria. Otra de sus piezas durante este tiempo da testimonio del clima social racista en el que escribió. Otro ejemplo de Hughes es el poema ‘Canción para una chica oscura’, este poema está basado en una joven que canta sobre una pérdida. De un ser querido a una turba de linchamiento. Este poema fue escrito a fines de la década de 1920, cuando los afroamericanos luchaban por la ilegalización de las turbas de linchamiento.

El poema es una muestra de racismo en la década de 1940 entre un inquilino y un propietario. El inquilino negro tenía quejas sobre las escaleras y el techo de su casa, pero el propietario no quiso lidiar con eso por discriminación. El arrendador quiere su dinero, pero el inquilino no quiso darle el dinero que le adeuda porque no ha solucionado el problema.

 El propietario luego llama a la policía sabiendo que se pondrían de su lado debido a su privilegio blanco. El inquilino terminó siendo arrestado y llevado a la cárcel para recibir 90 días sin fianza. El castigo del inquilino no se ajustaba al delito. El sistema de justicia abusó de su poder para alimentar su racismo contra el inquilino. La prensa también hizo esto al etiquetarlo como ‘amenazante’ cuando lo único que quería era arreglar su casa (por la que tenía que pagar).

Conclusión

En conclusión, las formas en que los estudios culturales han afectado la perspectiva de Langston Hughes en su poema “La balada del terrateniente” es por sus experiencias de racismo, educación de la herencia y el entorno de su época. El racismo en la década de 1920 hizo que los afroamericanos fueran menos propensos a tener éxito y vivir un estilo de vida productivo. La experiencia de Hughes con esta dificultad le dio una ventaja para difundir la conciencia y fortalecerse a partir de la discriminación que enfrentó. 

Como resultado, Hughes utilizó su trabajo para difundir el empoderamiento de los negros dentro de su comunidad. La discriminación contra los afroamericanos a menudo los hacía sentir como si fueran ciudadanos de segunda clase. Hughes quería que su gente supiera su valor y se sintiera orgulloso de su herencia, incluso cuando otros a su alrededor querían hacer lo contrario. 

Segregación, leyes Jim Crow, turbas Lynch, racismo, y mucho más pesaba sobre los afroamericanos en este momento y comenzaban a sentirse derrotados. El trabajo de Hughes inspiró a sus compañeros afroamericanos a desafiar estos inconvenientes raciales, y por eso no solo demostró ser un gran puerto y escritor, sino también un fuerte activista y líder.