Los Alimentos Transgénicos En América Latina
En la actualidad es común escuchar a la gente hablar sobre los “organismos genéticamente modificados (OGM)”, conocidos tradicionalmente como “transgénicos” y sus implicaciones tanto positivas como negativas en el ámbito de la salud humana. Según la Organización Mundial de la Salud, los organismos genéticamente modificados son aquellos a los cuales su material genético se ve alterado para mejorar ciertas características y satisfacer las necesidades de la sociedad de hoy día. Los OMG han ido evolucionando a través de los años desde su aparición en la década de los setenta, empezando con una simple modificación en algunas plantas para que fueran resistentes a herbicidas y a las larvas de escarabajos y mariposas; hasta la producción de vacunas y productos industriales, como lo son los alimentos transgénicos.
En Costa Rica se comenzó a plantar pequeñas áreas de semillas biotecnológicas en 1992 para exportar a otros países. Dichas áreas sembradas de cultivos biotecnológicos alcanzó 226 hectáreas para finales del 2016, un aumento del 13% comparado con el 2015. En el 2009, Costa Rica se incluyó oficialmente por primera vez a la lista global de países cultivadores de organismos transgénicos, ubicándose en el puesto 26 de los países que cultivan más estos productos en el mundo, de acuerdo con el Servicio Internacional para la Adquisición de Aplicaciones Agro-Biotecnológicas (ISAA, por sus siglas en inglés). Al igual que Chile, las plantaciones de cultivos transgénicos son exclusivamente comerciales, ya que las leyes vigentes en ambos países solo permiten la comercialización de los cultivos biotecnológicos designados a la exportación de ‘semillas’.
En cuanto a alimentos transgénicos en Costa Rica, desde la década de los noventa, se pueden encontrar el maíz, la soya, los tomates, el trigo y el arroz. Primeramente para el maíz, con la modificación genética, se busca una mayor resistencia a los insectos; la soya pretende aumentar su resistencia con respecto a los herbicidas; el trigo esencialmente a los insectos, plagas y sequías; y por último los tomates para tener una mayor prolongación en su vida útil una vez dada su cosecha. En cuanto al arroz transgénico, la misma busca desarrollar un aumento del contenido de vitamina A en el producto.
No obstante, las legislaciones de estos alimentos se concentran primordialmente en evaluar los riesgos en la salud de los consumidores así como el control y comercio de estos en el mercado; ya que cada país necesita un adecuado control con respecto a los organismos transgénicos, ya que algunos suelen provocar ciertas implicaciones que van a afectar directamente o indirectamente la salud de los seres humanos.
