Multiples Conceptos Que Definen La Felicidad
La felicidad en ocasiones es medida por los momentos buenos y malos, siendo así una relación directa con estar contentos, y en realidad este concepto se extiende aún más, profundizando en la idea de estar en la vía de lo considerado correcto y se relaciona a la paz interna. Siendo así un proceso de acción y decisión el estar feliz dependiendo íntegramente del individuo propio. La felicidad se contempla con un sentido de responsabilidad y conciencia involucrando todos los aspectos de la vida.
Existen múltiples decisiones del concepto de felicidad, siendo uno de ellos: “Experiencia de alegría, satisfacción o bienestar positivo, combinada con la sensación de que nuestra vida es buena, tiene sentido y vale la pena” Lyubomirsky (2008:48), algunas veces malinterpretada la idea de la felicidad de poseer lo que tiene el prójimo, cuando en realidad se puede definir con el concepto de sensación de serenidad ante la certeza de las elecciones correctas, siendo un cuestionamiento y respuesta propios y encontrada solamente en uno mismo y no en los bienes que se desean tener por jamás haberlos poseído y que en manos o propiedad ajena tampoco han garantizado la felicidad
La felicidad es un estado de realización interior, no el cumplimiento de deseos ilimitados que apuntan hacia el exterior. Cometemos la torpeza de buscar la felicidad fuera de nosotros, cuando es esencialmente un estado interior. Ricard, Matthieu (2005): En defensa de la felicidad. Barcelona: Urano.
Aquí surge el cuestionamiento del cómo saber la elección de una elección correcta, comenzando por una búsqueda y respuesta personal. Así mismo, la idea de la felicidad sucede o existe por la concepción de un compromiso con la vida misma, no pudiendo ser compartida por su carácter persónale, siendo vivida más no transferida, puesto que podemos hacer partícipes a otros de los sucesos que nos hacen felices, más no hacerles sentir en plenitud dicha experiencia.
Ahora bien, es posible mostrar la felicidad que se ha logrado, el cómo se vive y compartir algunas cosas de esta idea, sin embargo, el reto verdadero consiste en vivir de manera auténtica, viviendo más allá de las expectativas ajenas, si bien es una clara manera de percibir desde otra perspectiva, pero no definen en su totalidad las características propias.
La base entendida de la felicidad es conocerse a sí mismo, una clara concepción que no es la misma mostrada por uno mismo por tantas veces en defensa de evitar mostrar una figura auténtica y propia y de esta manera agradar más no sentirse feliz, aun así, albergando la esperanza de tener a alguien con quien poder mostrarse tal cual.
¿Dónde podría encontrarse suficiente cuero para cubrir la superficie de la Tierra? Pero con tan solo el cuero de la suela de mis zapatos, es como si toda la Tierra estuviese cubierta con él.
No es posible, asimismo, controlar los fenómenos externos. Pero si se controla la propia mente ¿queda algo más por controlar? Shantideva (S. VIII)
Los dilemas de la felicidad tienden a estar presentes en la búsqueda de este entendimiento, albergando algunas principales situaciones como lo son saber si la felicidad es presente o futura y entender que es algo para vivir en el momento actual, aclarar si se vive exterior o interior para definir que es algo interior, puesto que es propio y no debe depender los factores externos, y saber si es puntual o permanente nos haría dudar si es un estado transitorio o un hecho ya definitivo, y de esta manera se puede lograr un constante crecimiento del mismo sentir. A veces puede reflejar un peligro al hacerse esclavo de un concepto erróneo de la felicidad, y por esa necesidad de entenderlo nos llevaría a buscarla donde no está.
Un acto a voluntad propia es trabajar en cada variable de personalidad, mejorando así nuestros modos de pensar, sentir y actuar para lograr de este modo una vida más satisfactoria.
Podemos encontrar tres tipos de definir la felicidad, de estas diferentes formas las personas que se declaran más satisfechas son aquellas que orientan su vida hacia los tres, haciendo hincapié especialmente en la vida comprometida y la vida significativa. Así mismo son un continuo de referencia parte todos de uno mismo y no tres compartimentos cerrados con límites precisos. Se trata de tres niveles que se incluyen unos a otros.
El exterior que es una vida placentera se trata de encontrar la felicidad en el mundo exterior a partir de sensaciones y emociones positivas y de placeres momentáneos y dependientes de las circunstancias externas.
El interior siendo de una vida comprometida es encontrar la felicidad desde nuestro propio interior, poniendo en juego nuestras fortalezas personales, muchas de estas actividades nos dan la posibilidad de “fluir”, y aunque no siempre van asociadas al placer: pueden implicar esfuerzo o sufrimiento, pero resultan globalmente gratificantes; de este modo proporcionan una sensación más o menos permanente de bienestar entendida como una “felicidad de fondo”.
El sentido en la vida o vida significativa consta de disponer de una motivación profunda que da sentido a nuestra vida, nos permite hacer planes y sentirnos realizados al ponerlos en acción, y puesto que implica poner las fortalezas personales al servicio del conocimiento, la bondad, la familia, la comunidad, la política, la justicia, un ideal espiritual, las actividades derivadas proporcionan una sensación más o menos permanente de bienestar.
¿Es posible educar para la felicidad? Si es así, ¿Vivimos realmente en el momento presente?
Una de las maneras para hacerlo sería la técnica de la atención plena (mindfulness) que busca crear una actitud permanente de consciencia y calma y así vivir plenamente el presente, teniendo como objetivo desenmascarar automatismos y promover el cambio y la mejora en nuestra vida.
Los efectos buscados son aumentar la concentración, reducir automatismos, mejor control de pensamientos, emociones y conductas, aprender a disfrutar del presente y lograr cambios a nivel neurobiológico.
Algunos métodos usados han sido meditación basada en la respiración, meditación caminando y la atención en la vida cotidiana.