Origen del Escepticismo Académico y Una Traición a La Tradición Platónica

Platón (427-347 a. C.) inicia con la Academia un proyecto que suele ser visto como cerrado, pero no hay que perder de vista que este proyecto nunca fue acabado por él. Si el ateniense lo hubiera hecho los desarrollos posteriores de su sistema de pensamiento habrían sido mucho más homogéneos, al no ser así la escuela tomó una orientación diferente a la que parece marcada como línea principal de Platón adentrándose en el escepticismo. Lo que para muchos es visto como una traición, para otros es la interpretación adecuada de las pautas del maestro. En estas líneas mostraré los argumentos principales de ambas teorías e intentaré llegar a una conclusión personal sobre la evolución de la academia.

Lo primero que haremos será un breve y necesario repaso a la evolución de la Academia. A la muerte de su fundador pasa por una primera etapa que intenta profundizar en las propuestas metafísicas y cosmológicas que dejan los últimos trabajos de Platón obviando otras áreas del conocimiento. Espeusipo (408– 339 a. C) y Jenócrates (396 – 314 a. C.) se centran en el estudio del Timeo y una realidad estructurada en torno a principios matemáticos. Los posteriores directores de la Academia, Polemón, Crates y Crantor, mantienen el estudio de los aspectos cosmológicos sin reparar en que la filosofía de la época comienza a centrarse en aspectos más éticos que metafísicos, hasta que Arcesilao (315 – 240 a. C.) llega a escolarca inaugurando la llamada Academia media, 268 a. C., que se instauró en el escepticismo. Esta línea es continuada por la Academia nueva, a partir de 160 a. C.

Para entender si hubo un cambio en el pensamiento, o el escepticismo no fue más que un retorno evolutivo necesario como línea continuista de Platón, es necesario que observemos los distintos sistemas filosóficos de la época. Sexto Empírico (160 -210 d.C) enuncia en los Esbozos Pirrónicos tres sistemas: dogmático, académico y escéptico. Resalta que el dogmático, refiriéndose a epicúreos y estoicos, es claramente diferenciable de los los otros dos. Y a su vez que el académico, escepticismo académico, y el escéptico, como pirrónico, tienen muchos puntos en común aunque también notables diferencias. Si los académicos declaran que investigan la verdad, los pirrónicos dirán que es inaprehensible.

Podemos por tanto hablar de diversos modelos del escepticismo que tienen en común querer responder los problemas que plantea el conocimiento y la realidad sin caer en posiciones dogmáticas. ¿En qué se diferencia entonces, el escepticismo académico del pirrónico? ¿Son tradiciones filosóficas semejantes?

Lo primero es dejar claro que en la Academia siempre se estudió a Platón y todo intento de entender su evolución debe de partir de esta base. La Academia, siempre se mostró como un núcleo de pensamiento caracterizado por mantener cierta independencia de criterio. Son las quejas de sus alumnos las que empujan a Platón a iniciar su fase crítica, en la que escribirá, entre otras, el Timeo y Parménides. El espíritu escéptico, como cuestionamiento de la verdad, es el motor que impulsa la producción intelectual del pensamiento Socratico/Platonico. ¿Existe entonces el giro hacia el escepticismo del que algunos acusan a Arcesilao? ¿Toma la academia esa deriva recuperando la tradición socrática para intentar imponer su pensamiento sobre el creciente estoicismo?

Podríamos decir que la evolución al escepticismo no es más que una transformación de la duda Socrática que ya se utilizaba en la academia como método de aprendizaje, Es una tendencia Platónica hacia los postulados menos radicales y dogmáticos. Pero aunque lo anterior sea cierto, también lo es que supuso una revolución, pues la Academia iba en línea de los últimos postulados de Platón hasta la llegada de Arcesilao.

Intentaremos descifrar a qué se debe este giro, o si es que existió, atendiendo a lo que dice Cicerón (106 a. C.- 43 a. C.) que no aceptaba escepticismo en Pirrón y siempre habla de él desde lo histórico. Intentó en Académica determinar los periodos de la academia mediante dos tesis contrapuestas:

  • Tesis de Filón de Larisa (145 – 80 a. C.) la Academia es continuista en todo momento. No existen distintas academias. No hay en este caso ni ruptura ni metamorfosis con la filosofía de Platón.
  • Tesis de Antíoco (130-68 a. C.), discípulo de Filón, Arcesilao transforma la raíz platónica en una filosofía escéptica afirmando que nada se puede saber ni percibir. Aquí, según Cicerón si hay una academia antigua y una nueva y por tanto dos filosofías dentro de la misma.

Dos siglos después Sexto Empírico también distinguirá tres fases en la Academia: primitiva, media y nueva. La misma distinción que hará Diógenes Laercio que indica que Arcesilao fue el encargado de introducir una serie de reformas hasta construir la Academia Nueva.

Si es por cercanía en el tiempo el testimonio más seguro el de Cicerón que afirma que solo hay una sola línea filosófica académica, y que está es reconducida por Arcesilao y Carnéades. El germen escéptico ya estaba en Platón y después se desarrolla. Los escépticos, según Cicerón, sólo tuvieron un modelo, el Socrático, y afirma de Platón: “A ésta la llaman Academia Nueva, que a mí me parece la Antigua si como miembro de aquella Antigua contamos a Platón, en cuyos libros nada se afirma y se discuten muchas cosas en un sentido y en el otro; se investiga acerca de todas las cosas, nada se dice como cierto.” Cómo podemos ver en este párrafo no sólo se afirma que ya está el escepticismo en la raíz de la Academia sino que solo existe una.

Según esta premisa la Academia no es solo una escuela escéptica si no que la encargada de desarrollar el escepticismo pirrónico. En contraposición a esta tesis tenemos las afirmaciones de Sexto Empírico que reconoce a Pirrón de Elis como el formulador de la tesis de la cual el escepticismo radical griego toma forma. Sexto dice que el escepticismo puede clasificarse de tres formas por su función: zeteke, empeño en indagar sin dar nada por supuesto, ephektiké, suspender el juicio; y aporetike, duda e indeterminación.

Dice también Sexto que la escuela escéptica es la escuela pirrónica, al venir de un maestro único Pirrón de Elis. Pero si hacemos caso de Quintín Racionero Pirrón es parte de un grupo, un constructo iniciado por Enesidemo, en el que varios autores contribuyen de manera conjunta a la filosofía escéptica. De esta manera se personaliza esta en un maestro para evitar el tener que citar los autores que se habían ido transmitiendo conocimiento de manera dogmática, lo más alejado al escepticismo. Y es que anteriormente a Pirrón ya había autores que aportaron ideas al pirronismo, pero es en Pirrón dónde mejor se ven reflejadas, y unificadas, todas ellas al llevar el escepticismo hasta sus últimas consecuencias. Es pues el pirronismo más que una escuela, un modo de pensar pues no está apoyado en ninguna doctrina. Podemos cerrar la cuestión de si el Pirronismo es una escuela o no, volviendo a Sexto Empírico que decía que es una escuela si entendemos esta como una línea de pensamiento o un determinado modo de pensar.

Cicerón por contra sitúa el escepticismo en una tradición académica, el único escepticismo conocido es el académico con todos sus defectos. No une el pirronismo con la Academia. Son dos líneas separadas e incluso dice que no hay ningún elemento en Pirrón que pueda ser considerado escepticismo. Si trazamos un línea de pensamiento escéptica desde autores presocráticos esta no termina en Pirrón, sino en Sócrates y Platón. Cicerón afirma en Academia que: “Arcesilao apoya su duda en la oscuridad de aquellas cosas que habían llevado a Sócrates, a confesar su ignorancia y en las afirmaciones de Demócrito, Anaxágoras y Empédocles, quienes habían dicho que nada puede saberse”. También afirma que de todos los “escépticos” es Sócrates es el que llega más lejos al enunciar su “Solo sé que no se nada”.

¿Pero por qué Cicerón nombra a Pirrón en su Academia solo en relación a la ética como discípulo de Zenón y dice que esta actitud no sirve para clasificarlo como escéptico? Posiblemente por no tener obra escrita. Al transmitirse solo su actitud ética, Cicerón considera que no tiene elementos escépticos en su pensamiento y es que Cicerón no llegó a conocer la obra de Enesidemo (80-10 a. C) y es este el responsable de que el pirronismo tome forma filosófica, y sistemática, diferenciandola del escepticismo Socratico/Platonico académico por medio de los Discursos pirrónicos.

A modo de conclusión, no podemos negar el germen dialéctico en Platón. Como hemos visto anteriormente Cicerón afirma en Académica que las dos academias son iguales y que en los libros de Platón nada se dice como cierto. En este caso podemos decir que la reformulación del “sólo sé que no se nada” en “ni aun sé de cierto que no sé nada”, de Antístenes, es una evolución sobre la raíz platónica y por tanto la academia ya tenía el germen escéptico desde su origen.

Bibliografía utilizada

  1. Cicerón, Cuestiones Académicas – Académica Priora – Traducción Julio Pimentel Álvarez.
  2. Sexto Empírico, Esbozos Pirrónicos –Traducción y notas Antonio Gallego y Teresa Muñoz de Diego.
  3. Quintín Racionero – Espíritu Griego – Escepticismo Conferencia V Junio 2010.
  4. Guillermo Fraile – Historia de la filosofía
  5. Frederick Copleston – Historia de la filosofía
  6. Salvador Mas Torres – Historia de la filosofía antigua. Grecia y el helenismo
01 August 2022
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