Platón, Las Funciones Del Alma En La República
Se trata de un fragmento de la República. La República es la más famosa e importante obra del filósofo griego Platón, y es la recopilación de las ideas que componen su pensamiento. Se trata de un diálogo entre Sócrates y otros personajes (discípulos o parientes del propio Sócrates). La obra está conformada por diez libros, diferenciados y sin relación con los cambios en los temas de discusión que se presenta. Pese a que la obra se desarrolla en torno al tema de la justicia, el texto abarca muchas de las doctrinas primordiales de Platón, como la teoría de las ideas o formas, el entendimiento de la filosofía como dialéctica, el mito de la caverna, el propósito de una ciudad ideal o una teoría del alma distinta a la expuesta anteriormente. Escrita en forma de diálogos, la República emprende aquello que está en relación con la ‘filosofía de las cosas humanas’, e implica temas como la ética, la ontología, la política o la gnoseología.
Platón trata en la República las funciones del alma. Los griegos de la antigüedad entendían la psique o el alma como el principio de la actividad de un cuerpo o el aliento de vida, pero también como el principio inteligente que entiende y organiza la naturaleza. Esta diferenciación estará presente en el pensamiento de Platón, que considera que la función principal del alma es el conocimiento. Diferencia tres partes en el alma: La parte racional o espiritual, la irascible y la concupiscible. La parte racional o espiritual es la concretamente humana. Posee una naturaleza divina y es inmortal como las ideas. Es la parte que se puede considerar divisible del cuerpo. Su virtud es la sabiduría y se guía por la razón y su cometido es el gobierno racional del cuerpo según a lo inteligible y perfecto, es decir, las ideas. Platón coloca esta parte del alma en la cabeza.
La compleja relación de las acciones del alma con el cuerpo se explica a través de las otras dos partes del alma que no se pueden separar del cuerpo: la irascible y la concupiscible. La irascible es universal a los animales y al no poderse separar del cuerpo, es mortal. Su poder es la fortaleza, se guía por el valor y su función es la de impulsar a la acción, la de querer: posibilita a que los seres humanos superen el dolor y renuncien a los placeres cuando la parte racional lo decida. Platón coloca esta parte del alma en el pecho. La parte concupiscible tampoco se puede separar del cuerpo y, por lo tanto, también es mortal. Su virtud es la templanza, la capacidad de moderar los placeres. Se guía por el deseo y su función es la de manifestar los deseos del cuerpo. Se encuentra en el vientre.
La preocupación principal de Sócrates y de Platón es hacer de la filosofía una búsqueda continua de la virtud. Esta búsqueda de la virtud conforma una actividad principalmente práctica, en cuanto quiere hacer de los hombres seres virtuosos. El entendimiento platónico de la naturaleza humana es la manifestación de una tensión que nace de la complejidad y que requiere una armonía. Esta complejidad se inicia por el carácter dual del ser humano, cuerpo y alma. La relación entre el alma y el cuerpo se caracteriza por la tensión: el cuerpo es la cárcel del alma, las inclinaciones del cuerpo pueden conducir al alma a la esclavitud, y el destino del alma, las ideas, no puede cumplirse sin la liberación del cuerpo. Las relaciones de contradicción entre cuerpo y alma se ponen de manifiesto en la naturaleza tripartita del alma.
La República se expone como un texto orgánico y circular. La obra se compone de 10 libros y tiene como personaje protagonista a Sócrates, pero se trata de un Sócrates muy distinto al de los otros diálogos platónicos, sobre todo de los de juventud, y que sirve de alter ego de Platón. El Sócrates de la República defiende tesis que no son las sostenidas por el Sócrates histórico, sino las de Platón.