Pregunta Retórica Sobre Dios Y El Demonio
Introducción
Tu pregunta es un poco ambigua, pues las respuestas varían, pero empezando de que los demonios se pueden aparecer o los podemos ver la respuesta es que normalmente no, solo cierta gente poseída hasta donde tengo entendido y he leído tiende a verlos caminar o mover cosas cerca de ellos después de un exorcismo antes de volver a sentir la presencia dentro de ellos.
En cuanto a mover cosas si pueden, es uno de los 5 tipos de manifestación extraordinaria del demonio: infestación es la posesión de uno o varios demonios sobre cosas, animales u objetos. El demonio tiene prohibido por Dios tocar tu alma, es más en general tocarte; el problema es que nosotros le damos el “permiso” y como nos hizo libre pues acepta la decisión poseyendo tu físico tu alma no otro tipo de manifestación extraordinaria.
Desarrollo
Ahora el por qué, es una especie de ley; todo aquel que acuda al espiritismo, brujería, tarotistas o curanderos, magos, hechiceros, vender tu alma al demonio, asistir a misas negras, y peor todavía, al satanismo, queda en peligro de ser poseído… esto hacerlo por tu cuenta o bien puede pasar, por poner un ejemplo, que a alguien en el trabajo no le caes bien y te quiere quitar el puesto o lo que quieras te quiere hacer un mal.
Y puede ser desde tomar algo que es tuyo un cabello, foto, pedazo de prenda, lo que sea y lo lleva con una bruja o chaman y lo maldicen la definición estricta de maldecir según el padre Amorth, es hacer daño a otros a través de la intervención del demonio o que te dé de beber o comer una bebida o un alimento en que está mezclada la hechicería… y si no estás en gracia.
Pelaste como dato curioso si existe vínculo de sangre entre el maldiciente y maldecido, puede haber efectos tremendos haga por eso la importancia de siempre permanecer en gracia, además de funcionar como un simple escudo, funciona como escudo reflector… la maldición puede terminar cayendo sobre el que la produjo. PERO si llegan a ver qué no se explica el por qué ocurren, aunque no hayan acudido a esas prácticas.
El mejor remedio para estar libre de esto basta con la oración, la práctica de los sacramentos, dar limosna, perdonar… ¡Siempre!, en sí; llevar una verdadera vida cristiana. También acudir constantemente al Señor, a la Santísima Virgen, a los santos y a los ángeles. Sobre todo a estos últimos deberíamos de tomar más en cuenta a nuestros custodios, son nuestros grandes aliados; les debemos tanto, que es error no mencionarlos.
Conclusión
Cada uno tiene este amigo fidelísimo todo el día, desde tu concepción hasta tu muerte. Nos protege incesantemente en el alma y en el cuerpo; y nosotros, ni siquiera pensamos en esto. Sabemos que los demonios buscan separarnos de Dios y hacernos daño, e igualmente que los ángeles son muchos más 2/3 de la corte celestial, el otro 1/3 son los caídos y desean mucho más hacernos el bien que los demonios el mal. Por lo tanto siempre tener constante amistad y pedirle siempre que nos siga protegiendo.