Presentación de lo Fantástico en las Obras Literarias

Según Roger Caillois, ‘La narración fantástica siempre es una brecha en el orden reconocido’ (Todorov, 1975). Las reglas de la naturaleza se disuelven, se modifican temporal o permanentemente, creando inestabilidad existencial u ontológica. La fantasía puede invertir lo real, pero no puede escapar de él. En palabras de Rosemary Jackson, ‘en lo fantástico existe una relación parasitaria o simbiótica con lo real'(1981). El género fantástico es una representación del mundo en donde lo real, tal como lo conocemos, es violado o extendido por entidades o eventos desconocidos.

Antes que nada, me gustaría mencionar que lo fantástico requiere el cumplimiento de tres condiciones. Primero, el texto debe obligar al lector a considerar el mundo de los personajes como un mundo de personas vivas y una toma de decisión entre una explicación natural y una explicación sobrenatural de los eventos descritos (Armitt, 1996). En segundo lugar, esta vacilación también puede ser experimentada por un personaje; por lo tanto, el papel del lector es, por así decirlo, confiado a un personaje, y al mismo tiempo se representa la duda, se convierte en uno de los temas del trabajo; en el caso de la lectura ingenua, el lector real se identifica con el personaje (Armitt, 1996). Y por último el lector debe tener cierta actitud ante el texto ya que así rechazará interpretaciones tanto alegóricas como ‘poéticas’ (Armitt, 1996).

Como sabemos la fantasía es inquietante ya que niega la solidez de la estructura de lo real, ilumina lo que aún no se puede conocer, convirtiendo la realidad misma en un espacio ambiguo. Es un asalto a la comprensión empírica del lector de lo que puede y no puede ocurrir. Cada lector seguramente tiene sus propias ideas personales sobre lo que constituye los límites de lo real (Roas, 2001). Por otro lado, lo fantástico es creado y condicionado por la respuesta del lector. Por ejemplo, un cristiano no leerá la resurrección de Cristo como fantasía o como irreal, aunque probablemente reconozca que estos eventos son antinaturales de acuerdo con la forma en que el mundo generalmente funcione, será fácilmente aceptado como una muestra el poder de Dios. En cambio, un lector secular, verá estas cosas como ejemplos de literatura fantástica. Por lo tanto, se puede decir que lo fantástico establece una comprensión cultural de lo que es real. Sin embargo, hay una ambigüedad esencial en la ontología de lo fantástico, lo no real, porque existe en algún lugar entre el ser y la nada.

Una definición tan amplia de lo fantástico es simplemente una violación de lo que consideramos real. Esto quiere decir que un número increíblemente grande y amorfo de obras literarias caería en la categoría de lo fantástico, desde Homero y Ovidio, a Dante y Shakespeare, a Kafka y Pynchon. Esta promiscuidad es la razón por la cual me gustaría afirmar que lo fantástico no puede ser un género, en oposición a, por ejemplo, la fantasía, que es una literatura en la que un mundo alternativo o realidad es operativa y no hay fricción entre lo real y lo irreal, ya que las leyes de esa realidad ya están establecidas como más permisivas que las nuestras.

Lo fantástico también dura solo una cierta indecisión: una común al lector y al personaje, que debe decidir si lo que perciben deriva de la ‘realidad’ tal como existe en la opinión común. Al final de la historia, el lector toma una decisión, incluso si el personaje no lo hace; él opta por una solución u otra, y por lo tanto emerge de lo fantástico. Si él decide que las leyes de la realidad permanecen intactas y permite una explicación de los fenómenos descritos, decimos que el trabajo pertenece a otro género: el misterioso. Si, por el contrario, decide que las nuevas leyes de la naturaleza deben ser entretenidas para dar cuenta de los fenómenos, entramos en el género de lo maravilloso.

Lo fantástico, por lo tanto, lleva una vida llena de peligros y puede evaporarse en cualquier momento. Parece estar ubicado en la frontera de dos géneros, el maravilloso y el misterioso, en lugar de ser un género autónomo. Uno de los grandes períodos de la literatura sobrenatural, el de la novela gótica, parece confirmar esta observación. De hecho, generalmente distinguimos, dentro del gótico literario, dos tendencias: la de lo sobrenatural explicado (lo ‘extraño’), como aparece en las novelas de Clara Reeves y Ann Radcliffe; y el de lo sobrenatural aceptado (lo ‘maravilloso’), que es característico de las obras de Horace Walpole, M. G. Lewis y Maturin. Se podría decir que el denominador común de los dos temas, la metamorfosis y el determinismo, es el colapso del límite entre la materia y la mente. En la literatura fantástica un personaje se multiplica fácilmente, la multiplicación de la personalidad, tomada literalmente, es una consecuencia inmediata de la posible transición entre la materia y la mente: somos varias personas mentalmente, nos volvemos tan físicamente.

Otra consecuencia del mismo principio tiene una extensión aún mayor: este es el borramiento de los límites entre el sujeto y el objeto. El esquema racional representa al ser humano como un sujeto que entra en relaciones con otras personas o con cosas que permanecen fuera de él y que tienen el estatus de objetos. La literatura de lo fantástico perturba esta abrupta separación. Escuchamos música, pero ya no hay un instrumento externo al oyente y produce sonidos. Lo fantástico se puede ver en obras donde el lector tiene una sensación de confusión acerca de si un trabajo presenta lo que Tzvetan Todorov llama ‘lo misterioso’, donde los fenómenos superficialmente sobrenaturales tienen una explicación racional (como en las obras góticas de Ann Radcliffe) o ‘lo maravilloso’, donde lo sobrenatural se acepta como real.

Lo fantástico puede representar sueños y vigilia en los que el personaje o lector duda sobre qué es la realidad o qué es un sueño. De nuevo, lo fantástico se encuentra en esta indecisión: una vez que se decide lo fantástico termina. Si los eventos extraños realmente suceden, entonces es sobrenatural. Si no, todo está en la mente del personaje y él o ella están locos siendo esta una explicación natural. 

08 December 2022
close
Tu email

Haciendo clic en “Enviar”, estás de acuerdo con nuestros Términos de Servicio y  Estatutos de Privacidad. Te enviaremos ocasionalmente emails relacionados con tu cuenta.

close thanks-icon
¡Gracias!

Su muestra de ensayo ha sido enviada.

Ordenar ahora

Utilizamos cookies para brindarte la mejor experiencia posible. Al continuar, asumiremos que estás de acuerdo con nuestra política de cookies.