Rasgos de Los Niños con TDAH, Estrategias de Intervención en Un Contexto Educativo

Resumen

El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es un trastorno neurológico caracterizado por la presencia de 3 síntomas: la inatención, la hiperactividad y la impulsividad. Estos niños presentan conductas impulsivas y agresivas, falta de atención y problemas conductuales, lo que les lleva a un mal desempeño de las áreas ocupacionales. Para solventar estos déficits, a través de una intervención con una serie de técnicas y estrategias ocupacionales para llevarlas a cabo en el contexto educativo, el niño aprende conductas adaptativas para desarrollar un entorno estructurado y adecuado. Se ha estudiado en diferentes estudios la eficacia que presenta esta intervención y se puede concluir que ha sido significativa para niños con TDAH.

Palabras claves: Trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), Terapia Ocupacional, Trastornos de conducta, contexto educativo, niños

ABSTRACT

Attention Deficit Disorder and Hyperactivity is a neurological disorder characterized by three symptoms: inattention, hyperactivity and impulsivity. These children have impulsive and aggressive behaviours, attention deficits and behavioural problems, what causes poor performance in the occupational areas. To solve these deficits, through an intervention with occupational techniques and strategies to carry out in an educational context, the child learns adaptive behaviour to develop structured and appropriate environment. The efficacy of this intervention has been studied in different studies and it can be concluded that it has been significant for children with ADHD.

Key words: Attention Deficit Disorder and Hyperactivity (ADHD), Occupational therapy, behaviour disorder, educational context, children

1. Introducción

El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es un trastorno neurológico caracterizado por la presencia de 3 síntomas: la inatención, la hiperactividad y la impulsividad. Estos niños presentan conductas impulsivas y agresivas, falta de atención y problemas conductuales. (1)

Es un trastorno que afecta tanto a adultos como a niños y se define como un patrón persistente o continuo de inatención y/o hiperactividad e impulsividad, impidiendo la realización de las actividades diarias o el desarrollo típico. Estas personas afectadas suelen experimentar dificultades para mantener la atención, la función ejecutiva y la memoria de trabajo, y pueden corresponder a 3 tipos distintos de TDAH: (2)

  • Inatento
  • Hiperactivo-impulsivo
  • Inatento e hiperactivo-impulsivo combinado

El comportamiento humano engloba pensamientos y emociones y de acuerdo con las teorías cognitivas, los pensamientos, emociones y comportamientos pueden ser percibidos como funcionales o adaptativos, provocando en ellos el bienestar del individuo. Cuando estos comportamientos no se desenvuelven de la manera correcta, son clasificados como desadaptativos, desarrollando un malestar psicológico, físico y social.

La adaptación conductual del ser humano implica factores internos (psicológicos), y los externos (social y cultural); reflejada en el desarrollo de estrategias que permiten la satisfacción de sus necesidades psicológicas (autocontrol, autoestima, autonomía).

Entre las estrategias que promueven los comportamientos adaptativos y el bienestar psicológico destacan la autorregulación (auto monitorización, autoevaluación, autor refuerzo), la resolución de problemas, la asertividad, el pensamiento alternativo, la experiencia, regulación y expresión emocional.

En el ámbito infantil, el comportamiento desadaptativo perturba el desarrollo intelectual provocando en el niño un déficit mental. La evaluación del funcionamiento intelectual considera tres áreas: (3)

  • Competencias conceptuales, que implica el desarrollo y la capacidad de usar el lenguaje, la lectura, la orientación espacial, así como el conocimiento de los conceptos de número y tiempo.
  • Competencias sociales o socioemocionales, que se caracterizan por la autoestima, capacidad de interactuar socialmente, capacidad de resolución de problemas interpersonales, así como la capacidad de actuar con responsabilidad, cumpliendo reglas sociales.
  • Competencias prácticas, que envuelven las actividades instrumentales de la vida diaria, como los cuidados de salud, la autonomía en el desplazamiento y las actividades ocupacionales.

El enfoque en el cual me voy a basar en el trabajo será la Teoría Conductista porque así vemos la intervención de Terapia Ocupacional en niños y adolescentes con conducta desadaptativa.

Los niños y adolescentes con TDAH suelen presentar comportamientos y conductas perturbadoras generadas por la propia sintomatología. Para su control, es importante tener en cuenta un ambiente estructurado, con rutinas y organizado. Además, es vital identificar la causa de estos problemas, que en muchos casos pueden deberse a tareas que exceden su nivel de desarrollo, trabajo por un periodo prolongado, poco control, cambios en el entorno, etc. Una vez identificado el problema, debemos evitar estas situaciones o proporcionar estrategias para afrontarlas.

Desde Terapia Ocupacional trabajamos con niños y adolescentes la lectura de las situaciones sociales, la empatía, las normas sociales y la reflexión sobre las mismas, la resolución de conflictos, el conocimiento de nuestras propias emociones y su gestión, etc.

Teoría Conductista o del Comportamiento:

El padre de la psicología conductista fue John Broadus Watson. El conductismo se basa en la comprensión de la conducta humana observable. Este enfoque ayuda a cambiar las conductas inadaptadas tanto en niños como en adultos. Es una teoría basada en la idea de que todos los comportamientos se adquieren a través de la interacción del individuo con el medio ambiente.

Los conductistas muestran evidencia de que las respuestas a los estímulos ambientales dan forma a nuestras acciones. Además, manifiestan que toda persona puede ser entrenada para realizar cualquier tarea independientemente de los antecedentes o rasgos de personalidad. Solo se requiere el condicionamiento correcto. Así pues, los comportamientos son el resultado de la experiencia. (4)

1.1 Etiopatogenia

No puede determinarse una causa específica del TDAH, pero sí refiere la existencia de una base biológica, influyendo factores hereditarios, ambientales y sociales. (5)

En muchos casos de personas con TDAH existen alteraciones o dificultades a nivel sensorial que provocan un retraso o modificación en el desarrollo humano y, por lo tanto, en el proceso de aprendizaje. Esto dará lugar a una limitación en la realización de actividades y del desempeño de la persona en las diferentes áreas de ocupación, lo que conlleva a un desequilibrio ocupacional y pérdida de independencia, autonomía y satisfacción personal. (6)

En las instituciones educativas hay una ascendente prevalencia del trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH). Los niños presentan dificultades en el desarrollo académico y se manifiestan en la lentitud del procesamiento de información, dificultades en la planificación y la memoria de trabajo, dificultades en mantener la concentración y en seleccionar los datos o estímulos relevantes para la ejecución y la finalización de tareas. (7)

Para ello, se establecerán medidas educativas y de intervención para disminuir los síntomas y presentar un mayor rendimiento académico en niños con TDAH.

1.2 Epidemiología

La prevalencia es muy elevada, siendo más frecuente en niños que en niñas. El TDAH puede aparecer entre 5-8% en niños y un 2,5-4% en adolescentes pero sin diferencias geográficas o regionales significativas. (8)

Las manifestaciones empiezan a predominar a partir de los 3 primeros años de vida, mostrando una diversidad clínica e intensa a partir de los 5 años. Durante la etapa escolar su evolución es crónica y sintomáticamente evolutiva; aun así, el 60% de los niños afectados pueden presentar otros síntomas asociados. (9)

Asimismo la prevalencia mundial estimada del TDAH hasta los 18 años de edad es de 5,29%, y representa entre 20 y 40% de las consultas en los servicios de psiquiatría infanto-juvenil.

Se ha demostrado que entre 60 y 75% de los niños con TDAH continúan presentando los síntomas durante la edad adulta.

Es el trastorno psiquiátrico más común de todos los que afectan el Neurodesarrollo y uno de los más frecuentes en escolares de 6-7 años. (10)

Por lo tanto, el TDAH no solo es la patología paidopsiquiátrica más frecuente, sino que además, es una patología infradiagnosticada con todo lo que ello supone.

1.3 Diagnóstico clínico

Los criterios diagnósticos, según el DSM-V en el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), se clasifica de la siguiente manera: (11)

  • Los patrones persistentes de inatención y/o hiperactividad-impulsividad que interfieran en el funcionamiento o en el desarrollo del niño, que se caracteriza por:
    • Inatención: cuando se han mantenido con frecuencias seis o más de los siguientes síntomas durante al menos 6 meses en un grado que no concuerda con el nivel de desarrollo y que afecta directamente las actividades sociales y académicas/laborales. Para adolescentes mayores de 17 años, se diagnostica este trastorno cuando requiere un mínimo de 5 síntomas:
      • Falla en prestar la debida atención a detalles o por descuido se cometen errores en las tareas escolares, en el trabajo o durante otras actividades.
      • Tiene dificultades para mantener la atención en tareas o actividades recreativas.
      • Parece no escuchar cuando se le habla directamente.
      • No sigue las instrucciones y no termina las tareas escolares, los quehaceres o los deberes laborales.
      • Tiene dificultad para organizar tareas y actividades.
      • Evita, le disgusta o se muestra poco entusiasta en iniciar tareas que requieren un esfuerzo mental sostenido.
      • Pierde cosas necesarias para tareas o actividades.
      • Se distrae con facilidad por estímulos externos.
      • Olvida las actividades cotidianas.
    • Hiperactividad e impulsividad: cuando se han mantenido con frecuencias seis o más de los siguientes síntomas durante al menos 6 meses en un grado que no concuerda con el nivel de desarrollo y que afecta directamente las actividades sociales y académicas/laborales. Para adolescentes mayores de 17 años, se diagnostica este trastorno cuando requiere un mínimo de 5 síntomas:
      • Juguetea o golpea con las manos o los pies o se retuerce en el asiento.
      • Se levanta en situaciones en que se espera que permanezca sentado.
      • Corretea o trepa en situaciones en las que no resulta apropiado. En adolescentes o adultos, puede limitarse a estar inquieto.
      • Es incapaz de jugar o de ocuparse tranquilamente en actividades recreativas.
      • Está “ocupado,” actuando como si “lo impulsara un motor”.
      • Habla excesivamente.
      • Responde inesperadamente o antes de que se haya concluido una pregunta.
      • Le es difícil esperar su turno.
      • Interrumpe o se inmiscuye con otros.
  • Algunos síntomas de inatención o hiperactivo-impulsivo estaban presentes antes de los 12 años.
  • Varios síntomas de inatención o hiperactivo-impulsivos están presentes en dos o más contextos.
  • Existen pruebas claras de que los síntomas interfieren con el funcionamiento social, académico o laboral, o reducen la calidad de los mismos.
  • Los síntomas no se producen exclusivamente durante el curso de la esquizofrenia o de otro trastorno psicótico y no se explican mejor por otro trastorno mental (p. ej., trastorno del estado de ánimo, trastorno de ansiedad, trastorno disociativo, trastorno de la personalidad, intoxicación o abstinencia de sustancias).

Especificar si:

314.01 (F90.2) Presentación combinada: Si se cumplen el Criterio A1 (inatención) y el Criterio A2 (hiperactividad-impulsividad) durante los últimos 6 meses.

314.00 (F90.0) Presentación predominante con falta de atención: Si se cumple el Criterio A1 (inatención) pero no se cumple el Criterio A2 (hiperactividad-impulsividad) durante los últimos 6 meses.

314.01 (F90.1) Presentación predominante hiperactiva/impulsiva: Si se cumple el Criterio A2 (hiperactividad-impulsividad) y no se cumple el Criterio A1 (inatención) durante los últimos 6 meses.

Especificar si:

En remisión parcial: Cuando previamente se cumplían todos los criterios, no todos los criterios se han cumplido durante los últimos 6 meses, y los síntomas siguen deteriorando el funcionamiento social, académico o laboral.

Especificar la gravedad actual:

Leve: Pocos o ningún síntoma están presentes más que los necesarios para el diagnóstico, y los síntomas sólo producen deterioro mínimo del funcionamiento social o laboral.

Moderado: Síntomas o deterioros funcionales presentes entre “leve” y “grave”.

Grave: Presencia de muchos síntomas aparte de los necesarios para el diagnóstico o de varios síntomas particularmente graves, o los síntomas producen deterioro notable del funcionamiento social o laboral.

1.3.1 Descripción de los trastornos de procesamiento

En el caso de la población infanto-juvenil, la ocupación principal es la centrada en el área de la educación y el juego, que suelen verse afectadas en las personas con TDAH. Esta afectación se debe, principalmente, a trastornos sensoriales, dificultades en la participación social y afectaciones en el área socio-emocional, impulsividad, entre otros. (6)

Para ello, voy a ir describiendo cada uno de los principales trastornos del procesamiento en los diferentes sistemas y niveles:

Sistemas sensoriales

A nivel vestibular:

  • La hiporreactividad se produce cuando el niño no registra la información de movimiento de un estímulo que cualquier otra persona percibiría.
  • La hiperreactividad se da en casos en los que un estímulo de movimiento que podríamos percibir como normal y no originaría una respuesta aversiva en nosotros sí la origine en el niño o adolescente que la padece.

El sistema vestibular juega un papel muy importante en el manejo del estado de alerta, influyendo por tanto en los niveles de atención y excitación.

Algunos estudios han observado que los niños con TDAH a menudo experimentan dificultad con las funciones de equilibrio y de praxis. También hay estudios que indican que los problemas de procesamiento sensorial en niños con TDAH son más comunes que en niños con desarrollo típico.

Sistema perceptivo motor

  • Planeamiento motor. Los niños con TDAH suelen presentar dificultades a la hora de planificar y organizar la realización de tareas, debido en parte a la inestabilidad motriz. Estas limitaciones dificultan la realización de las praxias, o acciones motoras complejas, planificadas y con una finalidad consciente, como por ejemplo lavarse los dientes, vestirse, escribir.
  • Esquema corporal. En los casos de personas con TDAH existen habitualmente dificultades a nivel de esquema corporal debido, en parte, a los problemas sensoriales y, en parte, a la falta o disminución de la atención al entorno que los rodea.
  • Maduración de la integración refleja. En las personas con TDAH existe, según estudios realizados en el Instituto de Psiquiatría de Londres, un retraso en el desarrollo de varias áreas cerebrales relacionadas con la atención, el autocontrol y la motivación, pero también en la maduración psicomotriz, emocional y social. Considerando que el cerebro funciona en red, se pueden ver problemas en la integración de los movimientos reflejos, que en ocasiones persisten en el tiempo y causan dificultades en el correcto desarrollo de las funciones ejecutivas y psicomotoras.
  • Habilidades de discriminación sensorial. La influencia de una mala habilidad de discriminación sensorial dificulta su relación con el entorno y con su propio cuerpo, lo que produce un retraso en las funciones ejecutivas y en el desempeño de las actividades diarias.
  • Control ocular-motor. Dependen de la capacidad para recibir y dar respuestas adecuadas a los estímulos visuales, al conocimiento del propio cuerpo y a la capacidad de planteamiento motor para planificar una acción precisa y coordinada.
  • Ajustes posturales. Los niños con TDAH presentan limitaciones en el esquema corporal, el planteamiento motor y/o la seguridad postural, observando dificultades en los ajustes posturales.
  • Percepción visoespacial. En casos con TDAH se ven dificultades a nivel de percepción espacial debido a limitaciones o problemas en los niveles inferiores, sobre todo a nivel sensorial visual y de propiocepción y vestibular.
  • Función de atención y concentración. En los niños y adolescentes con TDAH las funciones de atención se ven influenciadas por el funcionamiento cerebral y sus peculiaridades, así como, por las dificultades a nivel sensorial y psicomotor. El procesamiento perceptivo motivacional de la atención es el que mejor se desarrolla en los casos de personas con TDAH, ya que tienen mayor tendencia a percibir de forma adecuada aquellos estímulos que les producen motivación, especialmente a nivel visual.

Intelecto y cognición

  • Habilidades de autonomía personal. Desde Terapia Ocupacional se trabaja la autonomía personal de los usuarios en todas y cada una de las llamadas áreas de ocupación.

 

1.3.2 Disfunción en las diferentes áreas ocupacionales

Actividades básicas de la vida diaria (AVDB)

La adquisición progresiva de las habilidades necesarias para el desempeño de rutinas de vestido, aseo, alimentación, así como el control de esfínteres, de manera independiente, suponen la base para una vida autónoma. Partiendo del nivel de desarrollo de niño, sus necesidades y características individuales, debemos trabajar estas rutinas para que el niño las interiorice y realice con una frecuencia adecuada. (6)

La Terapia Ocupacional sirve para entrenar a padres y madres en los diferentes tipos de ayudas como son físicas, verbales, gestuales, supervisión, que pueden y deben proporcionar en el hogar para fomentar el desempeño del niño, y cómo eliminarlas progresivamente.

Actividades Instrumentales de la Vida Diaria (AIVD)

A medida que el niño crece, debe responsabilizarse de una serie de tareas instrumentales que le desarrollará a la transición de la infancia a la adolescencia, y de la adolescencia a la edad adulta, permitiendo que progresivamente el niño o adolescente adquiera la autonomía necesaria para una vida independiente. (6)

Descanso y sueño

El sueño es vital para cualquier persona debido a su influencia en la salud para un buen funcionamiento durante el día y en su desarrollo. En el caso de las personas con TDAH las alteraciones en el descanso y sueño son frecuentes, y en la mayoría de los casos, empeoran la sintomatología propia del trastorno. Por ello es importante fomentar buenos hábitos, como establecer y respetar horarios de sueño o evitar elementos estimulantes. (6)

Educación

Las dificultades en el proceso del desarrollo académico se manifiestan en la lentitud del procesamiento de la información, dificultades en las planificaciones y en la memoria de trabajo, en el mantenimiento de concentración y en seleccionar los datos o estímulos relevantes para la ejecución y la finalización de tareas. Si no se realiza una adecuada intervención a estos niveles, puede ocasionar significativamente a los problemas de aprendizaje.

La sintomatología del TDAH dificultad habitualmente el desarrollo del niño y adolescente en el aula en particular y en el ámbito educativo en general. Presentan bajo rendimiento académico debido a la hiperactividad, impulsividad y las dificultades de atención. (6)

Juego

El juego es un facilitador del aprendizaje durante la infancia. Los niños con TDAH muchas veces presentan dificultades en este ámbito por su impulsividad y sus dificultades con el pensamiento abstracto. (6) Por ello, debemos potenciarlo en edades tempranas, crear las circunstancias para que éste surja de manera espontánea, y con ello la creatividad, la empatía, las emociones, diferentes destrezas, en definitiva, la experiencia.

Ocio

Cuando el niño crece, el juego se convierte en ocio. Es importante que el adolescente explore sus opciones de ocio y dentro de sus intereses y motivaciones elija actividades con las que comprometerse y que no supongan riesgos para la salud. (6) Por ello, es imprescindible interesarnos por sus actividades de ocio y esparcimiento, haciéndoles conocedores de los beneficios y riesgos intrínsecos, y guiándoles en sus elecciones, formando su identidad.

Participación social

El niño y adolescente con TDAH presenta mayores dificultades en las habilidades interpersonales debido a su impulsividad, el reclamo constante e inadecuado de atención y de su deseo intenso de agradar y recibir la aprobación de sus iguales.

La dificultad en el reconocimiento y regulación de las emociones y la sobrepersonalización de las acciones de otros, dificultan el aprendizaje de las experiencias y de las relaciones sociales. (6)

1.4 Evaluación

El estudio de la conducta adaptativa sirve de complemento para la evaluación de la inteligencia, el comportamiento y la personalidad en niños con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH). Es un conjunto de instrumentos que permite evaluar los aspectos adaptativos y desadaptativos de la conducta de niños y adolescentes.

Entre las pruebas de evaluación de la conducta y trastornos del comportamiento nos encontramos:

  1. Cuestionario de Capacidades y Dificultades (SDQ). Instrumento de cribado de trastornos psiquiátricos en la consulta de pediatría de Atención Temprana (0-6 años). Permite la evaluación de dificultades emocionales y comportamentales en infancia y adolescencia. Áreas evaluables: Problemas Emocionales, Problemas conductuales, Problemas con los compañeros, Hiperactividad y Prosocial. (12)
  2. BASC: Sistema de Evaluación de la conducta de niños y adolescentes. El BASC es un autoinforme, donde el niño o adolescente describe sus emociones y autopercepciones. Presenta dos cuestionarios de valoración, uno para padres y otro para tutores, donde recogen las descripciones del comportamiento observable del niño en sus diversos contextos. Destinatarios: De 3 a 18 años. Es un test multidimensional ya que mide numerosos aspectos del comportamiento y la personalidad, incluyendo dimensiones tanto positivas (adaptativas) como negativas (clínicas). Tiene como objetivo medir los trastornos del comportamiento en el aula, específicamente la desatención-impulsividad, el oposicionista, el disocial. (13) Áreas de evaluación:
    1. Aspectos positivos (liderazgo, habilidades sociales, habilidades para el estudio, adaptabilidad, relaciones interpersonales, relaciones con los padres, autoestima y confianza en sí mismo).
    2. Aspectos negativos (ansiedad, agresividad, problemas de atención, problemas de aprendizaje, hiperactividad, retraimiento, búsqueda de sensaciones, problemas externalizados, problemas internalizados, depresión, problemas de conducta, somatización, actitud negativa hacia el colegio, actitud negativa hacia los padres, locus de control, estrés social, sentido de incapacidad). (13)
  3. ESPERI: Cuestionario para la detección de los trastornos del comportamiento en niños y adolescentes. El test ESPERI consta de cuatro cuestionarios, uno para niños de 8 a 11 años, otro para adolescentes de 12 a 17 años y otros dos que responden los padres y profesores en relación al niño. Tiene como objetivo medir los trastornos del comportamiento en el aula, específicamente la desatención-impulsividad, el oposicionista-desafiante, el disocial. El test permite la obtención de medidas en factores como Inatención-Impulsividad-Hiperactividad, Disocial, Predisocial, Oposicionista desafiante. (14)
  4. ABAS-II: Sistema de Evaluación de la Conducta Adaptativa. El ABAS-II es un instrumento de evaluación de la conducta adaptativa desde el nacimiento hasta los 89 años. Su objetivo es proporcionar una evaluación completa de las habilidades funcionales diarias de una persona en distintas áreas o contextos, con el fin de determinar si es capaz de desenvolverse en su vida cotidiana de manera autónoma, sin precisar la ayuda de otras personas. Además de las escalas anteriores, el ABAS-II también ofrece puntuaciones en tres índices globales: Conceptual, Social y Práctico, así como un índice global de conducta adaptativa (CAG). (15) Las áreas que evalúa son: Comunicación, Utilización de los recursos comunitarios, Habilidades académicas funcionales, Vida en el hogar o Vida en la escuela, Salud y seguridad, Ocio, Autocuidado, Autodirección, Social, Motora y Empleo. (15)

 

1.5 Tratamiento

En pacientes con TDAH puede realizarse tratamiento por dos vías: farmacológico y no farmacológico.

Farmacológico

Con respecto al tratamiento farmacológico se prescribe y receta un tipo de psicoestimulante, como es el Ritalin (metilfenidato), por su eficacia, seguridad y coste-efectividad. (16,17)

Este fármaco activa áreas específicas del cerebro, como son la corteza cerebral, el cerebelo y los ganglios basales; imitando la actividad del cerebro de niños sin diagnóstico de TDAH. (18)

En cuanto al tratamiento farmacológico no estimulante, se receta Atomoxetina, inhibidor potente selectivo del transportador presináptico de la noradrenalina. La atomoxetina se usa para aumentar la capacidad de prestar atención y reducir la impulsividad e hiperactividad. (19)

No farmacológico

Respecto a los tratamientos no farmacológicos, en los últimos tiempos han aparecido nuevas líneas de interés, más allá de los habituales tratamientos conductuales o cognitivo-conductuales. (20)

Desde Terapia Ocupacional se pueden proponer técnicas de intervención y estrategias educativas y sociales para la solución de problemas en situaciones académicas y sociales en niños diagnosticados con TDAH. (21)

1.5.1 Técnicas y estrategias de Intervención desde Terapia Ocupacional

Desde Terapia Ocupacional, se proponen una serie de técnicas y estrategias para paliar los síntomas del TDAH y así mejorar la conducta de los niños en diferentes ámbitos. (22)

  • Crear el hábito:
    • Mantener una rutina de trabajo estable
    • Fijad un horario
    • Fomentar el hábito de estudio y de trabajo diario
    • Supervisar su trabajo; dejarle que trabaje solo progresivamente
    • Utilizar técnicas de control temporal
    • Trabajar las técnicas de estudio
    • Mantener contacto regular con el tutor
    • Modelado de conducta
  • Programar las tareas:
    • Ayudarle a planificar y organizar su trabajo
    • Revisar diariamente su agenda
    • Darle instrucciones breves, precisas y concretas. Comprobar que ha entendido lo que debe hacer
    • Enseñarle a fragmentar la tarea
    • Insistir en el repaso al finalizar las tareas
    • Hacerle repetir lo que esté mal hecho o descuidado
  • Cuidar su autoestima:
    • Reforzar su seguridad personal y autoestima
    • Valorar su esfuerzo, aunque no haya conseguido los resultados esperados
    • Prepararle frente a posibles bloqueos para evitar que se desmotive o se desanime
    • Técnicas de relajación y respiración
    • Intercalar las tareas con ejercicios de actividad física ya que esto nos permite trabajar la inhibición muscular, el control postural, la relajación y la autoestima, tan fundamental para las personas con TDAH, ya que les beneficia en su rendimiento académico, sus relaciones sociales y su autoconocimiento.

El ejercicio físico y el movimiento es una parte del mantenimiento de la salud y su práctica tiene numerosos efectos beneficiosos para la salud; la disminución de los efectos de estrés y tensión, desahogo de frustración, ansiedad y agresión. La actividad física proporciona equilibrio, coordinación y otras funciones de integración sensorial. En conclusión, proporciona autosatisfacción y crea un sentimiento de bienestar. (23)

En el ámbito educativo del alumno, dentro de las aulas se proponen: (24)

  • Situar las mesas de los niños con TDAH al lado de pasillos o mesa del profesor para permitirle una amplitud de movimiento en el espacio.
  • Evitar elementos distractores encima de la mesa a la hora de realizar tareas de clase para aumentar su nivel de atención.
  • Explicar las tareas de forma concisa.
  • Proporcionar retroalimentación positiva en la ejecución de las actividades para mejorar su autoestima.

A través de esta serie de técnicas tratamos de facilitar en los niños y niñas con TDAH la relajación, el autocontrol, la atención, la concentración y la reducción de la tensión tanto en el colegio como en su vida cotidiana.

2. Objetivos del trabajo

  • Conocer el funcionamiento conductual de un niño con TDAH.
  • Regular el comportamiento a través de estrategias terapéuticas desde un enfoque ocupacional.
  • Demostrar que la Terapia Ocupacional interviene de manera efectiva en TDAH.

2.1 Objetivos terapéuticos:

General:

  • Mejorar las funciones cognitivas, conductuales y sociales de los niños que presentan TDAH a través de estrategias de intervención desde terapia ocupacional.

Específicos:

  • Mantener una buena organización espacio-temporal y estructura de la clase.
  • Regular la impulsividad.
  • Favorecer la comunicación.
  • Aumentar la autoestima y estados de ánimos.

 

3. Metodología

He realizado una revisión sistemática de artículos científicos actuales (2015-actualidad) a través de la búsqueda en bases de datos (Dialnet, Scielo, PubMed, ScienceDirect); sobre materiales que abordan el diagnóstico y tratamiento de funciones ejecutivas en niños con TDAH.

La búsqueda del material teórico en diferentes bases de datos es:· Dialnet

“TDAH en niños y Terapia Ocupacional” 7 artículos

  • Scielo

“TDAH” 3

  • PubMed

“Ocupational Therapy and ADHD” 1

  • ScienceDirect

“TDAH y Terapia Ocupacional” 1 Revista colombiana de psiquiatría

De los 12 artículos encontrados, hemos utilizado 8 debido a los criterios de cada uno.

4. Resultados/desarrollo

En este apartado he resumido los diferentes artículos científicos sobre la materia en TDAH, tras haberlos analizados minuciosamente.

En el artículo sobre el Comportamiento de trastorno por déficit de atención (2015), de los autores Ángela Cala Bayeux, Mayda Zaldívar Cruz, Niurka Rodríguez Rodríguez, Juana Hurtado García y Félix Alejandro Cabrejas Hurtado, se realizó un estudio transversal descriptivo sobre 90 alumnos con diagnóstico de Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), en edades comprendidas entre 6-12 años, con el objetivo de describir el comportamiento. Se estudiaron entre ellas, las variables de sexo, la edad, el diagnóstico, tipo de TDAH, comorbilidad y tipo de familia. Se concluyó predominio entre los 5-7 años y en sexo masculino, del tipo mixto o combinado. La comorbilidad predominante fue el trastorno del aprendizaje en familias disfuncionales. (25)

En el artículo que habla sobre el Uso de Cuestionario y Dificultades (SDQ) como instrumento de cribado de trastornos psiquiátricos en la consulta de pediatría de Atención Primaria (2009), de los autores D. Mata Zubillaga, Á. Suárez Rodríguez, C. Torres Hinojal, A. Carro Serrano y E. Ortega García, se realizó un estudio observacional, descriptivo y prospectivo en niños entre 4-14 años, aplicándole del cuestionario SDQ como instrumento de cribado de trastornos de salud mental en una consulta de pediatría de atención temprana; para así tener un mejor conocimiento de la conducta en el niño y sus alteraciones. Se incluyeron 108 niños pertenecientes a dichas consultas y se les aplicó el cuestionario y se recogió información sobre los factores de riesgos. Del total de niños, 10 de ellos presentaron un resultado alterado en el test (9,3%) y 9 fueron enviados para valoración al servicio Psiquiatría Infanto-Juvenil. Se diagnosticó TDAH a 3 de ellos (2,8%) sin presentar antecedentes de riesgos. (26)

Según el artículo del Tratamiento cognitivo-conductual de conductas disruptivas en un niño con TDAH y trastorno Negativista desafiante (2015), de la autora Marina Ramírez Pérez, realizó un estudio y se examinó la eficacia de la terapia cognitiva-conductual en las conductas disruptivas y de desobediencia de un niño con TDAH. La intervención del tratamiento se realizó en el contexto escolar. Primero se realizaron una serie de entrevistas a los padres y al tutor para obtener información acerca de la frecuencia de las conductas disruptivas que el niño presentaba en su día a día. Posteriormente, se utilizaron programas de entrenamiento a padres y profesores con técnica operantes (reforzamiento, extinción, economía de fichas, coste de respuestas) y técnicas con el niño (entrenamiento en autocontrol, resolución de problemas, entrenamiento en autointrucciones). El objetivo será fomentar la conducta social y disminuir las conductas desadaptativos del niño en el ámbito familiar. En la escuela, el profesor debe tener presente estrategias que serán útiles en la intervención de un niño con este perfil. El niño, con este tipo de técnicas será consciente de sus limitaciones y participará de forma activa en su intervención. Al tutor se le pasaron una serie de test para conocer en que situaciones los déficit atenciones del niño provocan más problemas.

Se puede observar una mejoría en los resultados obtenidos tras la aplicación del tratamiento. (27)

Según el artículo de Intervención cognitivo-conductual en un niño con TDAH (2015), de los autores Isabel Xandri Márquez, Isabel Moya Colacios, María Giró Batalla, la intervención terapéutica a nivel cognitivo-conductual de un niño con diagnóstico de TDAH en un tratamiento multidisciplinar. Se realizan sesiones de Midfulness, Relajación Muscular Progresiva de Jacobson, Autoverbalizaciones Positivas y Mejora de la Autoestima. Se administró el WISC-IV y CPT de Conners con un resultado 99% clínico para TDAH. Problemas de conductas: elevada actividad motora, elevada impulsividad, conflictos en el colegio, memoria. En conclusión, se notó mejoría en cuanto a la conducta del niño a la hora de realizar diferentes actividades. (28)

Según el artículo de Alcance y limitaciones de tratamiento farmacológico del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad en niños y adolescentes y Guías de Practicas Clínica (2013), de los autores Miguel A. Valverde Eizaguirre y José A. Inchauspe Aróstegui, se ha realizado un estudio con evidencia respecto a la efectividad a largo plazo dl tratamiento farmacológico sobre el TDAH. El estudio concluye que el metilfenidato tiene un efecto clínico estadísticamente significativo a nivel en el funcionamiento conductual en el tratamiento a corto plazo (4 semanas) en individuos de 18 años o menos con diagnóstico de TDAH. (29)

Según el artículo de Intervención docente y sus efectos en la conducta del alumnado con TDAH en educación física (2016), del autor Víctor Labrador Roca, realizó una intervención no farmacológica se utiliza la técnica del ejercicio físico. Se realiza una intervención a 6 alumnos y 6 profesores de educación física para evaluar sus efectos en la conducta del alumnado con TDAH diferenciando entre conductas deseables y no deseables. Se entrevistó al profesor de Educación física para complementar la información de las observaciones realizadas.

Los datos cuantitativos se analizaron a través del análisis descriptivo e inferencial. Los datos cualitativos se analizaron a través del análisis de contenido de los registros narrativos. Entre los resultados más destacados se observó una presencia de conductas deseables del 19% y de conductas no deseables del 81%. También se observó un 16% de intervenciones docentes con base en técnicas para aumentar o mantener la conducta (alabanza, atención, contacto físico, recompensas y privilegios), y un 84% de intervenciones docentes con base en técnicas para disminuir o eliminar la conducta (reforzamiento diferencial de tasas bajas, RTB, castigo, coste de respuesta, tiempo fuera, instrucciones directivas, instrucciones interrogativas, instrucciones informativas y extinción).

Según el artículo de Habilidades motoras y de procesamiento que interfieren en la vida académica habitual de un grupo de estudiantes con signos y síntomas de TDAH (2014), de los autores María Helena Rubio-Grillo, Lenis Judith Salazar-Torres y Aida Rojas-Fajardo, se realizó un estudio observacional- descriptivo para identificar las habilidades motoras y de procedimiento que interfieren en las actividades académicas de un grupo de estudiantes con signos y síntomas de TDAH. Participaron 231 alumnos de entre 7-10 años. Primero se utilizó el cuestionario de Conner´s que permite identificar las características de conducta de los estudiantes. Los alumnos que resultaron con sospecha de signos y síntomas de TDAH se sometieron a la evaluación de habilidad del desempeño en AVD académica diaria en términos de esfuerzo, eficacia, seguridad y grado de asistencia requerido y las habilidades en un contexto educacional. Los estudiantes con comportamientos en el ámbito escolar que manifiestan sospecha de signos y síntomas de TDAH requieren una atención determinada para que su comportamiento no influya en las rutinas deseadas en la vida academia diaria. (7)

Según el artículo de Organización y planificación en niños con TDAH: evaluación y propuesta de un programa de estimulación (2011), de los autores Josefina Rubiales, Liliana Bakker e Iván Darío Delgado Mejía, se realizó un estudio para comparar el desempeño en la organización y planificación de niños con y sin diagnóstico de TDAH, para así presentar una propuesta de estimulación acorde a sus necesidades. Se muestran a 16 niños con diagnóstico en TDAH y a 32 niños sin diagnóstico. Entre 8-14 años de edad. Se excluyeron niños con antecedentes de enfermedades neurológicas o psiquiátricas, trastornos del aprendizaje y retraso mental. Se les pasa una serie de cuestionario que evalúan la organización y planificación y en según los resultados obtenidos, se les propuso un tratamiento que incluye 8 sesiones de estimulación. A partir de los resultados analizados se concluye que los niños con diagnostico en TDAH presentan mayor capacidad de organización y planificación que los niños sin diagnóstico. Por lo tanto, es beneficiosos su intervención en el área educacional para así minimizar los síntomas y potenciar el aprendizaje.

5. Discusión

Según estudios, el TDAH se manifiesta en edades tempranas, en la niñez, y es más frecuente en niños que en niñas. Los niños con diagnóstico de TDAH presentan mayor dificultad en la capacidad de organización y planificación de tareas que el resto de niños sin diagnóstico de TDAH. Con el paso del tiempo, se va aumentando su sintomatología a medida que se muestran más exigencias académicas y sociales en diferentes entornos. Tiene una alta comorbilidad con otros trastornos psiquiátricos, como son el trastorno del aprendizaje, conducta, depresivos, ansiedad y de personalidad antisocial.

Además, con la ayuda del tratamiento farmacológico, reduce la sintomatología a nivel clínico y funcional. Sin embargo, esto no siempre es bueno a medida que el niño se va desarrollando y va adquiriendo nuevas conductas, debido a que debe saber controlar la conducta propia personalmente sin necesidad de ningún fármaco.

Para ello, desde Terapia Ocupacional, se requiere buena intervención metodológica a nivel cognitivo-conductual, mediante una serie de estrategias y técnicas que guíen al niño a una buena adaptación comportamental (conductas adecuadas) en los diferentes contextos ocupacionales y siempre dentro de las capacidades del niño diagnosticado de TDAH. Es importante tener en cuenta todos los contextos en los que se mueve el niño diagnosticado de TDAH, y siempre focalizar los esfuerzos de la intervención en las capacidades del niño y de su entorno.

Por otra parte, en el contexto educativo, se requiere atención determinada en niños con TDAH para que su comportamiento no influya en las rutinas deseadas de la vida académica diaria. Para ello se necesita conocer las características de los comportamientos para poder tener una buena estructuración de las tareas, organización del aspecto físico del aula, que favorezca el orden del espacio, el tiempo y, en general, la vida académica. Todo ello conlleva a una buena integración de los procesos sensitivos, posturales, atencionales y cognitivos descritos anteriormente, en un ambiente físico correcto para desarrollar tareas de manera organizada en condiciones dinámicas o estáticas.

Tras la intervención terapéutica ocupacional se observa que ha sido satisfactoria, puesto que se han cumplido todos los objetivos que se plantearon en el principio.

6. Conclusión

Tras el trabajo expuesto, se han cumplido los objetivos propuestos en mi trabajo. Se han ido analizado las características que presentan los niños con TDAH y sus dificultades en la realización de las actividades de la vida diaria.

Sin embargo, tras una serie de técnicas y estrategias educativas llevadas a cabo desde la Terapia Ocupacional, se han obtenido de manera efectiva buenos resultados conductuales y escolares en niños con diagnóstico en TDAH.

Para que estos niños con signos y síntomas de TDAH puedan beneficiarse de experiencias significativas en el aula escolar, desarrollar procesos de bienestar y manejo de las actividades rutinarias deseadas, en primer lugar, es necesario proporcionarle una intervención interdisciplinaria para que el profesor parta de situaciones concretas y con un material básico adaptado que lo guíen y fortalezcan para que pueda favorecer un entorno estructurado, predecible, con expectativas claras o congruentes y proporcionarle una retroalimentación inmediata al alumno para ayudarle a manejar este tipo de comportamientos desadaptativos.

La valoración de las habilidades motoras y de procesamiento permitió determinar las dificultades que los estudiantes están presentando y poder reconocer las dificultades en las actividades rutinarias esperadas, dirigidas a una meta, y la necesidad de intervención orientadas a mejorar su participación en las actividades y su inserción en la sociedad.

A pesar de todo esto, es importante seguir investigando sobre la efectividad de diferentes pruebas estandarizadas utilizadas en el contexto escolar y la aplicación de estrategias cognitivos-conductuales para que así favorezcan los procesos de aprendizaje de los niños con diagnóstico en TDAH.

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07 July 2022
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