René Descartes Y Su Aporte A La Filosofía
René Descartes, filósofo racionalista francés del siglo XVII, dudó de todo el conocimiento difundido por la escolástica e Iglesia en la época moderna tras constatarlo. Para solucionar este problema creó un método de influencia pitagórica y siguiendo el modelo matemático deductivo. Sometería a todo su conocimiento para asegurar que este sea veraz haciéndonos no caer nuevamente en el error y descubriendo así la evidencia del cogito. Descartes comenzó lo que sería una revolución en aquel momento tras poner en duda a la Iglesia y por tanto es necesario comprender su filosofía para entender el conocimiento.
En la filosofía antigua y medieval con Platón ya comienzan a surgir vías del conocimiento que se interesaban por el principio del universo (arché), en cambio la filosofía cartesiana tenía como principal objetivo el conocimiento verdadero. Posteriormente, los filósofos San Agustín y Santo Tomás en el S.IV y XIII optaron por una postura menos racionalista. Tras la aparición del helenismo y cristianismo defendieron la existencia de Dios mediante la Fe, la que subordinaba a la razón. La Patrística con Agustín juntó la teología con la filosofía, de inspiración neoplatónica, de esta manera de producía el conflicto Fe razón. Con Santo Tomas y l escolástica, se aprecia una influencia más aristotélica y la razón y Fe se retroalimentación una de la otra. En esa época la relación entre religión y filosofía era más fuerte que nunca hasta que en el S. XIV Guillermo de Ockham las separe.
En la modernidad, se produce la llamada reforma protestante con Calvino y Lutero y la revolución científica. Filósofos y científicos como Copérnico, Kepler, Galileo o Newton, realizaron en el S. XV-XVI diversos descubrimientos que desenmascararon la falsedad de los anteriores difundidos por la Iglesia. Algunos de ellos fueron el heliocentrismo, las órbitas elípticas, la ley de gravitación universal o el concepto de fuerza. Tras estos descubrimientos, Descartes comienza a dudar de todo su conocimiento, de la Iglesia, de la escolástica y de la lógica aristotélica y es así como nace su solución: el método.
La teoría del conocimiento será ahora el eje principal de la filosofía cartesiana junto con el método. Descartes como racionalista sostuvo a la razón como herramienta para obtener conocimiento verdadero, las matemáticas como modelo deductivo y la presencia de ideas innatas desde que nacemos al igual que pensaban Pascal, Malebranche, Spinoza, Leibniz o Platón en su teoría de la reminiscencia.
El método cartesiano se componía de cuatro reglas. La primera es la evidencia. Esta es esencial para no caer en conocimiento falso de nuevo. Consiste en aceptar como verdadero algo que se vea claro, con distinción y en el que no quepa la mínima duda. La segunda es el análisis. Todos los problemas se dividirían en cuantas más partes posibles hasta que se encontrase algo evidente del que no dudar. La tercera es la síntesis. Todas las partes obtenidas anteriormente de ordenarían de una manera deductiva comenzando de lo más fácil a lo más complejo al igual que en las matemáticas. La última regla es la enumeración. Consistía en hacer recuentos y revisiones para asegurar que nada haya sido omitido. El método cartesiano era deductivo y de influencia pitagórica. Supuso la caída del conocimiento medieval y lógica aristotélica. Descartes en la duda sistemática abogó que no era escéptica, es decir, que cabía la posibilidad de conocimiento. En ella dudaba de los sentidos a diferencia de los empiristas.
Descartes, para no causar un revuelo social, uso la moral provisional. Mediante ella cumplió las leyes establecidas y la religión de su país con un comportamiento moderado, se comportó firmemente con las decisiones que tomo y supeditó sus deseos personales a la razón. Descartes dudo de los sentidos y postuló las hipótesis del sueño y del genio maligno. Pensaba que los sentidos nos engañaban haciéndonos no saber si estamos soñando o no. También pensó en la existencia de un genio maligno que nos engaña y es aquí donde descubre la evidencia del cogito. Descartes también defendió la teoría del mecanicismo mediante la cual nuestro cuerpo (res extensa), hecho de materia, sigue unas reglas materiales y mecánicas como si fuese un reloj al que le da cuerda Dios a modo de relojero.
Descartes tenía tres certezas. La res cogitans, la res infinita y la res extensa. Estableció un dualismo entre el yo y Dios deduciendo que la perfección de nuestro pensamiento proviene de él, que es la garantía de la existencia del mundo exterior (res extensa). En este momento vuelve a la escolástica medieval con el argumento ontológico de Anselmo de Canterbury (S.XI). Postuló así que de lo único que no podemos dudar es de la evidencia del cogito pues mientras pensamos existimos. Somos pensamiento, sustancias pensantes, por lo tanto “cogito ergo sum”: pienso, luego existo. René diferenció 3 tipos de ideas: las adventicias que provienen de fuera del sujeto, las facticias construidas en la imaginación y las ideas innatas conectadas con la res infinita.
Como vemos en el texto perteneciente a Reglas para la dirección del espíritu, podemos observar la defensa que hace Descartes de la razón, la lógica y la utilización del método para someter al conocimiento. En el hay una referencia a Platón y otra a la escolástica junto con la Iglesia. Defiende, al igual que Platón, la dificultad de aceptar algo nuevo como verdadero haciendo una analogía con el sol del mito de la caverna que proporciona conocimiento verdadero. Hace una crítica a la escolástica tras la falsedad transmitida refiriéndose a ella como el “cultivo de las letras”. Aboga que no es necesario ir a una escuela para tener conocimiento verdadero sino que los que nunca se han dedicado a ello opinan de una manera más segura no tomando como verdadero algo falso.
Para Descartes, como filósofo racionalista, el conocimiento verdadero procede de la razón, mientras que para los empiristas como Locke (S. XVII) y Hume (S. XVIII) provenía de la experiencia y de los sentidos. También existe una diferencia en el sistema del conocimiento que para Descartes era deductivo pero para los empiristas, inductivo. El empirismo a diferencia del racionalismo no defendió la existencia de ideas innatas. Podemos relacionar la caída de la filosofía medieval con el método cartesiano ya que tras varios aportes, principalmente de la revolución científica (S. XVI-XVII), muchos datos que difundía la Iglesia medieval resultaron erróneos. La aparición de filósofos racionalistas como Descartes contribuyó también al desmoronamiento de ella, que estaba asentada sobre la fe principalmente.
En conclusión, la filosofía cartesiana aportó el método basado en la razón y en las matemáticas, de las que incluso dudó. Continuó el camino devastado de la escolástica, Iglesia y lógica aristotélica pero aún así afirmó el dualismo y la existencia de un Ser supremo perfecto con las características de Dios. Su postura fue la contraria al empirismo de Locke y Hume que defendió los sentidos, la experiencia y la inducción. La influencia platónica hizo que su filosofía, pese a ser más racionalista, tuviese muchos trazos como las matemáticas, el dualismo o las ideas innatas. Posteriormente con Kant (S. XVIII) las dos posturas se aunarán siguiendo las ideas ilustradas. Muchas de las ideas cartesianas fueron equívocas pero no cabe duda que supusieron un gran avance y una solución en la Modernidad.