Revisión Bibliográfica en Psiquiatría: Neurosis Obsesiva 'Caso del Hombre de Las Ratas'
Resumen
El caso del hombre de las ratas, es un tipo de obsesión que se caracteriza por el desarrollo de pensamientos, impulsos e imágenes recurrentes y persistentes que se experimentan como intrusas e inapropiadas, causando cierta sintomatología psicológica de orden neurótico, estructurando en su psiquismo el sometimiento a las obligaciones que le prohíben ser él mismo, como lo afirma Henri Ey, en las definiciones clásicas de la psiquiatría. Objetivos: Presentar una breve revisión acerca del estatuto del deseo en la neurosis obsesiva que evidencia el paciente, para tener un marco de referencia frente al caso. Metodología: Se realizará una revisión bibliográfica de libros y bases de datos acerca de la neurosis obsesiva en cuanto al estatuto del deseo, a partir del caso clínico expuesto. Resultados: Se demuestra el conflicto psíquico existente que tiene el paciente evidenciándose en sus comportamientos guiados por sus pensamientos, en los que subyace un deseo que él mismo continuamente imposibilita, mediante la postergación de sus actos y sus incesantes pensamientos y sentimientos de culpa donde encuentra su goce. Conclusiones: Un hombre que se tacha, esperando ser reconocido por el Otro, para poder ocupar su lugar, a través de su destrucción, deseo que jamás cumplirá, porque en cuanto más se acerca, menos lo quiere y posibilitar un deseo es algo que su estructura no le permite, pues ama y odia vivir subsumido a la Ley en la que se desea convertir.
Introducción
Un padre muerto, una fantasía de vida latente, y un deseo imposible, así es como se ve a Pablo, un sujeto que vive preocupado por las ideas recurrentes de su pensamiento o más conocido como el Hombre de las ratas, como lo describe Freud (1909), de quien se describe cierta relación con lo infantil donde empieza todo, como algo inconsciente, para ser más claros, la famosa institutriz, su primer encuentro con lo sexual, o mejor aún, su primer deseo imposible, imposibilitado justamente por temor a un significante primordial, o también llamado ley, según Lacan, teniendo mucho en común con lo que Freud llamó superyó, aunque para Pablo, era su padre, temor a que lo descubriera haciendo algo indebido, con un miedo incesante por anteponerse al cumplimiento de un deseo, pero que si este se cumpliese llegaría la muerte de quien ama tanto y odia a la vez, esta ambivalencia afectiva de orden de los pensamientos, aquello a lo que le teme tanto, la caída de su ley, la muerte de su padre, un padre muerto en lo real, pero que aún vive en lo simbólico, un crimen en su fantasía, pero, ¿qué significado tiene esto y cómo se relaciona con su deseo?, interrogantes que se pretenden resolver en el transcurso del ensayo, para de esta manera conocer la estructura del sujeto obsesivo en cuanto a su deseo imposibilitado, por medio del recorrido psicoanalítico literario que proponen varios autores.
DESARROLLO
Existe un registro simbólico, que es el que impone al sujeto, y estas imposiciones no pueden ser formuladas sino es con significantes, es justamente lo que sucede con la demanda, la misma no se puede dar si no es por la construcción de significantes que se encuentran en el Otro. (Lacan, 1958-59). Otro que se ubica en posición de omnipotencia, lugar de amo, que rechaza o acepta la demanda del sujeto, pero ocurre que los significantes nunca coinciden exactamente con la singularidad de una necesidad, entonces nace la frustración, porque existe un Otro que se rehúsa a dar la satisfacción y así es como surge el deseo, nunca coincide con el significante y lo desborda, por lo que se ubica en el intervalo de la duda y la procrastinación, en la que goza; esta duda como una percepción interna de la indecisión en los actos, como consecuencia de la inhibición del amor por el odio, hacia el padre (ley). (Freud, 1909-88, p.188).
Lacan en el mito individual del neurótico, sostiene que el obsesivo no tiene un impulso bruto para destruir al Otro, sino que está formulada verbalmente, articulada en un anhelo de muerte, tratándose del deseo de la muerte del Otro, como se ve claramente en el caso de Neurosis Obsesiva del Hombre de las ratas, donde queda explícitamente articulada, “si hago tal cosa, mi padre y la dama morirán”, lo que Freud traduce a la lengua del deseo. (Lacan, 1953). De tal manera que, se evidencia esta ambivalencia obsesiva, la cual queda planteada en términos de demanda, como una demanda de muerte en el Otro y una demanda de amor que va en sentido contrario, ya que el amor tiene el efecto de hacer existir al Otro; con esto se explica que el Hombre de las ratas, como se puede ver, ama y odia a su padre, pero es simplemente por lo que éste representa para él.
Para responder a lo mencionado anteriormente, es necesario decir primero ¿qué es lo que espera el obsesivo? la muerte del amo, convirtiéndose este en uno de sus mayores deseo, porque como decía Hegel, el esclavo tiene mucho que esperar cuando el amo muera, pero también como manifestaba Heidegger, todos esperan su ser-para-la-muerte, justo aquí está el conflicto, puesto que el obsesivo no asume su ser-para-la-muerte, se mantiene más bien en suspenso. (Lacan, 1953-54, 416). Hay que tener en cuenta que el obsesivo como es el caso de Pablo, se mantiene precisamente en esta disyuntiva de atribuirle al Otro el impedimento de su conducta y toma de decisiones, para separarse de su responsabilidad en la vida, para no correr riesgos y en especial, el del deseo, evitando el acto, determinado por el deseo, ya que supuestamente solo si el Otro muere, Pablo podrá consumar su deseo, y hay que destacar que el sujeto en el caso, resulta también objeto de sus propias quejas y lamentos, cultivando así su impotencia, cree que no puede por muchas excusas que pone, y todo para protegerse de su deseo o para evitar encontrase con el deseo del Otro.
El hombre de las ratas, hace de su prohibición misma el objeto de su deseo, por ello su cumplimiento resulta imposible, siempre está poniéndose límites, convirtiendo su deseo en imposible, pero no extinguido, y es que si el deseo se hiciera de alguna manera posible, llegaría entonces la destrucción de este Otro impotente e idealizado, por lo que cada vez que Pablo se acerca al objeto de su deseo, este se esfuma, como en el caso de su dama idealizada Giselle, con quien no puede estar porque aparentemente le impusieron otro matrimonio, el pagar su deuda ya que, pensaba que si devolvía el dinero, se cumpliría la fantasía de las ratas en la mujer y en su padre o el deseo de ser padre, tener hijos, el constante deseo de ver a la mujer desnuda, o inclusive la muerte de su padre, a quien no puede dejar morir porque esta es su ley y lo que lo mantiene en constante demanda, evocando un deseo, deseo que es confundido con el deseo del Otro, todo lo que Pablo posterga, debido a que no puede acercarse a lo que quiere, porque si se acerca, ya no lo quiere más.
Rudinesco y Plon (2008), manifiestan que al hablar del caso Hombre de las ratas, es mejor hablar de un «pensar obsesivo» y poner de relieve que los productos obsesivos pueden tener el valor de los más diferentes actos psíquicos, ellos lo definen como deseos, tentaciones, impulsos, reflexiones, dudas, mandamientos y prohibiciones, lo que Freud ve como una energía ligada y una satisfacción postergada, justo como el obsesivo es, vive de tal manera que goza en la procrastinación, misma que le genera placer y displacer, es su síntoma y su fantasma, como aquello que recubre su falta, es una cadena que se cruza, son fantasmas que se conjugan, aquellas imágenes narcisistas, la sombra de su padre muerto y el ideal de la dama de sus pensamientos.
Tomando de Hegel, sus acotaciones acerca del deseo, es que se puede argumentar que el deseo siempre está en relación con un Otro, porque el deseo es siempre el deseo del Otro, pero el obsesivo más bien, acentúa el objeto como causa de deseo y si se habla de imposibilidad, en Pablo, implicaba como consecuencia, el alejamiento de lugares, momentos, personas, situaciones, en que el deseo se ponía en juego, más que todo generaba la postergación en su toma de decisiones, como en pagar o no su deuda, es lo que hacía que el sujeto sufra por ello y a la vez goce, porque para castigarse a sí mismo, extraía placer de sus reproches, y de esta culpa que no cesa. (Rendón, 2012).
Lacan hace ciertas distinciones en su primer Seminario, le suma la procrastinación que se genera para dificultar la acción, en la medida que, constantemente el sujeto se mantenga postergando su acto, ya que el cumplimiento del deseo es siempre el cumplimiento en los actos, por ello, otra manera de explicar esta imposibilidad del deseo en el obsesivo, es la de la evitación del acto, su sucesiva postergación, como es el caso de Pablo, cuando posterga e imposibilita casarse con su ama idealizada, es que el acto obsesivo, es una forma que tiene el sujeto para defenderse de la angustia que su deseo y representaciones inconscientes le producen, provocándole culpa, puesto que, va en contra de lo que es correcto para él.
Algo muy importante que hay que tener en cuenta, es que el momento del acto coincide con la desaparición del sujeto, porque el sujeto antes del acto y después de él, no es el mismo, justamente el acto es lo que lo transforma, este momento de pasaje en el que el sujeto se encuentra determinado completamente por sus actos y por ello la forma más certera de evidenciar la imposibilidad del deseo, es la de cultivar su indeterminación y esto es lo que hace el obsesivo bajo distintas formas, aparentemente disimuladas, por ejemplo: no estar nunca en el lugar que tiene que estar o estar en varios lugares para no estar en ninguno, formando así el incumplimiento; como Pablo hacía con su deuda pendiente.
CONCLUSIONES
- El neurótico obsesivo, en este caso el Hombre de las ratas, se tacha a sí mismo, esperando que el Otro lo ubique como alguien que ha logrado algo, que lo posicione en ese lugar de reconocimiento, pero hay que resaltar que también debido a que ese es su mayor deseo, entre más se acerque a él, se presencia con mayor fuerza su desinterés, porque se acerca a la destrucción del Otro, que si ocurriera, ocuparía su lugar, pero es algo que jamás pasa, porque él mismo es quien lo imposibilita, gozando de ello, al no pasar al acto y mantenerse en la procrastinación, generada por sus pensamientos y culpas.
- El eminente deseo de la muerte de un padre (Ley), de destruirla, para ser ella, cuestión que nunca ocurrirá, pero se vive con el deseo de que llegue a pasar, por ello, la gran ambivalencia, ama la ley, porque quiere la perfección y solo la consigue si cumple con los mandatos, pero a la vez la odia, porque no le permite la realización de sus deseos, sabiendo que la perfección tampoco se podrá alcanzar y aunque anhele ocupar el lugar de este Otro, tampoco llegará, lo mismo pasa, con el deseo de casarse con su dama idealizada, mientras postergue y tengas las recurrentes ideas obsesivas, jamás será posible cumplirlo.
- Un deseo, como una condición absoluta y a la vez incumplible, porque el sujeto mismo no se lo permite, poniendo excusas, para de esta manera imposibilitarlo, teniendo en cuenta que esta imposibilidad siempre se apunta a lo real y lo que ocurre justamente en el obsesivo es que explora las imposibilidades, pero entra en conflicto cuando se queda detenido en ellas. La estrategia del obsesivo frente al deseo del Otro, consiste en rebajar el deseo a la demanda, como un modo de defensa ante el deseo mismo y que como Freud menciona, que tras un temor se oculta un deseo reprimido y solo sale a través de la culpa, el autoreproche.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
- Freud, S. (1988). A propósito de un caso de neurosis obsesiva. En J. L. Etcheverry (trad.), Obras Completas: Sigmund Freud (vol. 10). Buenos Aires: Amorrortu (Trabajo original publicado 1909).
- Lacan, J. (1958-59). Seminario 6. El deseo y su interpretación. Inédito.
- Lacan, J. (1953). El mito individual del neurótico. Intervenciones y textos. Buenos Aires.
- Lacan, J. (1953-54)- Seminario, libro 1. Los escritos técnicos de Freud, Paidós, Buenos Aires.
- Freud, S. (1988). El creador literario y el fantaseo. En J. L. Etcheverry (trad.), Obras Completas: Sigmund Freud (vol. 9). Buenos Aires: Amorrortu (Trabajo original publicado 1908).
- Rudinesco, E. y Pon, M. (2008). Diccionario de psicoanálisis. Buenos Aires. Ed. Paidós.
- Rendón, C. (2012). La dialéctica del deseo en la Fenomenología del Espíritu de Hegel.