Trastorno De Ansiedad Por Separación En Niños
Introducción
La ansiedad es una respuesta normal al estrés, la preocupación o la amenaza, pero cuando es muy intensa, de larga duración o desproporcionada a la circunstancia, se denomina trastorno de ansiedad.
Existen diversos tipos de trastornos de ansiedad: por ejemplo, el trastorno de ansiedad generalizada, el trastorno de ansiedad social, el trastorno de ansiedad de pánico o el trastorno obsesivo–compulsivo. Al afectar al humor, el pensamiento y la conducta de la persona, la presencia de un trastorno de ansiedad puede dificultar la vida cotidiana en el hogar, el trabajo o la escuela, así como las relaciones sociales.
En el presente ensayo, se ha propuesto recopilar información para dar a conocer un tipo de trastorno de ansiedad, conocida como trastorno de ansiedad por separación en niños.
Desarrollo
La ansiedad es una emoción básica que experimentamos todos los seres humanos, el mayor conocimiento de los trastornos de ansiedad en la vida adulta tiene raíces en la infancia. Los trastornos de ansiedad causan preocupaciones y miedos exagerados, y también cambios en el comportamiento del niño, así como en sus patrones de sueño, alimentación y/o estado de ánimo. Poniéndose muy nerviosos y ansiosos las primeras veces que se separan de sus padres habiendo casos donde el niño lo supere gradualmente mientras que a otros le afectan en su día a día.
La ansiedad es una respuesta normal y adaptativa ante amenazas reales o imaginarias más o menos difusas que prepara al organismo para reaccionar ante una situación de peligro. Si esta ansiedad remite a estímulos específicos, se habla propiamente de miedo. La mayoría de los niños experimentan muchos temores leves, transitorios asociados a una determinada edad que se superan espontáneamente en el curso del desarrollo.
El miedo constituye un primitivo sistema de alarma que ayuda al niño a evitar situaciones potencialmente peligrosas; el dolor en cambio, advierte de un daño inmediato. El miedo a la separación es la primera línea de defensa; si se rompe esta, entonces entran en acción los miedos a los animales y los daños físicos. Los miedos son universales y varían en función de las distintas edades del niño. Solo el temor a los extraños (miedo social) puede subsistir en la vida adulta en forma de timidez.
La etiología de los trastornos de ansiedad es en gran medida desconocida. Los estudios realizados explican solo en parte la adquisición (y sobre todo el mantenimiento de los trastornos fóbicos). Del resto de los trastornos de ansiedad se sabe muy poco. La vulnerabilidad psicológica del niño facilita las experiencias del aprendizaje de estos trastornos. Sin embargo algunos estudios indican que podrían dar por causas estresantes por su medio familiar como: la separación de los padres, tener a uno de sus progenitores con una enfermedad crónica, falta de calidez en el ambiente familiar, por el miedo infundido que las madres sobre protectoras o el medio social del niño en la escuela: bullying o acoso; etc.
En otros casos también se sustentan dentro de la herencia; donde un niño lo padece y es mayor este rasgo por tener un familiar con trastorno de ansiedad; en su forma de ver las cosas (factor psicológico) el niño se siente incapaz de resolver sus problemas, se responsabiliza de sus fracasos, tiene preocupaciones excesivas no realistas incontrolables que hacen que desarrolle y mantenga la ansiedad.
Echeburúa (2002) menciona que: “Todos estos factores externos e internos, entre otros se cristalizan en el seno de la familia y pueden desarrollarse con mayor incremento en la sociedad misma.” (p.72). Explicando así que conforma un determinado grado de vulnerabilidad de cada niño respecto a su trastorno de ansiedad.
Los síntomas asociados a la ansiedad abarcan los componentes específicos (cognitivos, afectivos, conceptual y fisiológico) que están integrados y son manifestados en el aspecto psicobiológico, es decir en el organismo total; se presenta cefaleas, diarreas, Incapacidad para relajarse, tensión, susto, nerviosismo, inestable, debilidad general, manos sudorosas, latidos rápidos, dificultad para concentrarse, miedo a perder el control, miedo a ser rechazado, incapacidad para controlar el pensamiento, confusión, mente nublada, incapacidad para recordar cosas importantes, frases interrumpidas, manos temblorosas y tartamudez entre otros síntomas.
Es difícil separar una ansiedad cognitiva de una física debido a que usualmente suelen presentarse juntos o al menos no tardan en aparecer los síntomas de ansiedad física cuando la cognitiva avanza hasta un episodio de nerviosismo o una crisis ansiosa lo cual es muy común.
La ansiedad cognitiva puede ser causada por aspectos emocionales como ambientales, y todos estos afectan al cerebro de distintas formas. Si una persona presenta síntomas de ansiedad que no encajan con el aspecto común es muy posible que haya desarrollado una patología acompañante. La depresión y la fobia social son consecuencia de la conducta que adopta el paciente por la enfermedad.
La falta de atención puede ser debida a diversas razones, por ansiedad, por depresión, debido a cambios repentinos en su vida como es el divorcio de sus padres, que puede llevar a problemas de aprendizaje o incluso se puede complicar debido a que el niño sufre de trastorno de hiperactividad y déficit de atención.
La separación de los padres siempre es una vivencia amarga y dolorosa para los hijos, aunque no tiene por qué ser una experiencia traumática por si sola. En cambio considera que las hostilidades y amarguras que en muchas ocasiones acompañan estos procesos si pueden dejar secuelas en los hijos a largo plazo, la separación supone un impacto emocional muy fuerte y que si no se los ayuda a manejarlos y afrontarlo de manera adecuada, puede dar lugar a importantes problemas a nivel académico, conductual, social e incluso llegar a afectar a su salud tanto mental como física.
David A.Clark, Aaron T.Beck (2010) menciona que “El miedo, la ansiedad y la preocupación, sin embargo, no son dominio exclusivo del desastre y de otras experiencias que conlleven riesgo vital.” (p.20). La elevada frecuencia de confusión, mente nublada e incapacidad para controlar el pensamiento indica que el desequilibrio cognitivo es un aspecto importante del trastorno de ansiedad generalizada.
Las técnicas terapéuticas utilizadas en el tratamiento de los trastornos de ansiedad en la infancia son muy similares a los de los adultos. Más que en aspectos conceptuales, las diferencias radican en la adaptación del procedimiento a la edad y las características del niño, así como del papel más directivo del terapeuta y/o del coperapeuta.
Hay técnicas utilizadas en el tratamiento de los trastornos de ansiedad en la infancia, la relajación es una técnica terapéutica adecuada en el control de la ansiedad.
Este procedimiento trata de utilizar la ayuda para enseñar conductas adaptativas practicadas reiteradamente y recurrir a procedimientos de extinción para eliminar la ansiedad.
Otra técnica es las escenificaciones emotivas consisten en concreto en la aplicación de un escenario de juego de la exposición gradual en vivo a los estímulos temidos, la representación mental de imágenes emotivas inhibidoras de la ansiedad (héroes de películas y la observación de un modelo) así como por el reforzamiento social y material de las conductas correctas.
También las autoinstrucciones constituyen la técnica cognitiva más utilizada en los trastornos de ansiedad infantiles, el objetivo de este procedimiento es modificar el diálogo interno del niño para facilitar el afrontamiento de una determinada tarea o situación; este entrenamiento no es sino el proceso de enseñar a los niños a hablarse a sí mismos de otra manera.
Los psicofármacos no constituyen un tratamiento de primera línea en la terapia de los trastornos de ansiedad en la infancia y sin embargo son muy utilizados en la clínica que van desde antidepresivos hasta los ansiolíticos que son fármacos de uso común sobre todo en los casos de ansiedad excesiva y, en general en el caso de ansiedad inespecífica, estos fármacos pueden reducir la ansiedad mientras se pongan en marcha las técnicas psicológicas de elección.
Nicolás Alejandro Hernández Lira, Juan de la Cruz Sánchez (2007) expone que “La ansiedad consiste básicamente en una respuesta anticipatoria de alguna amenaza (externa o interna), caracterizada por sensaciones afectivas de nerviosismo, tensión, aprensión y alarma, acompañada de manifestaciones conductuales visibles (inquietud motora) y cambios fisiológicos asociados a hiperactivación del sistema nervioso autónomo(taquicardia, sudoración, etc.)” (p. 248). Se le recomendará una medicina al padre o al tutor (generalmente con la aprobación y participación del niño o adolescente, según su nivel de desarrollo)
Conclusiones
La ansiedad de separación es sin duda el trastorno más invalidante para la vida cotidiana en la infancia. La ansiedad de separación viene acompañada secundariamente al menos de las dos terceras partes de los casos de fobias múltiples, de ansiedad excesiva o de depresión mayor.
Asimismo la ansiedad excesiva puede sobreponerse al trastorno de evitación, que es, por otra parte el cuadro clínico muy poco conocido en la actualidad.
En definitiva los trastornos de ansiedad en la infancia tienden a ser poco específicos y a menudo aparecen superpuestos en la práctica en forma de un cuadro clínico global mixto ansioso depresivo.
Referencias bibliográficas
- Echeburúa .O (2002) .Trastornos de Ansiedad en la Infancia .Madrid, España: Ediciones Pirámide.
- David A.Clark, Aaron T.Beck ( 2010). Terapia cognitiva para transtornos de ansiedad, España: Editorial Desclée de Brouwer. S.A
- Nicolás Alejandro Hernández Lira, Juan de la Cruz Sánchez Sánchez (2007). Manual de psicoterapia cognitivo – conductual para trastornos de la salud. Amertown International S.A