La Eutanasia: Una Práctica Controversial De La Actualidad

Dentro de la medicina, es muy común frecuentar prácticas médicas que al hablar de estas o ser llevadas a cabo causen controversia, dichos actos o situaciones suscitan debates en donde las personas deben tomar posturas a favor o en contra de las mimas, presentando argumentos coherentes que defiendan sus ideas. Un claro ejemplo de estas prácticas es la eutanasia, término que tanto en la actualidad, como en épocas pasadas ha sido controversial.

Pero ¿qué es la eutanasia? El Diccionario de la Lengua Española (2019) la define como: “Intervención deliberada para poner fin a la vida de un paciente sin perspectiva de cura”. En otras palabras, es el deceso de una persona causado por otra (profesional) con el fin de evitar sufrimiento, pues la enfermedad diagnosticada no presenta cura o una solución alternativa. Si bien es cierto, los médicos deben defender la vida y procurar que esta se mantenga, pero hay que recordar que la eutanasia se da con el objeto de aliviar un dolor o un sufrimiento; por lo que el médico, luego de una serie de exámenes y con el aporte de otros especialistas, determinaría que ya no existe cura, dando así la opción de llevar a cabo esta práctica y con la aprobación del paciente poder realizarla; hay que mencionar que dicho acto solo es legal en una minoría de países, para ser más exactos en 5 países de todo el mundo (Fernández, 2017). En el presente ensayo se analizarán argumentos a favor y en contra de esta práctica, con el objetivo de que el lector se informe sobre este tema y obtenga sus propias conclusiones.

El uso de la palabra eutanasia, también conocida como buena muerte por su procedencia griega, es decir eu=bueno y thanatos=muerte (Abellán, et al., 2009), ha evolucionado tomando en cuenta que en épocas pasadas, el término fue empleado como una palabra “maldita”, pues se la usó para nombrar al asesinato de miles de seres humanos con discapacidad o con trastornos mentales, acto que se otorga culpa a los nazis (Marín, 2018). Se debe mencionar que en muchas ocasiones, la eutanasia ha sido confundida con “suicidio asistido”, término que se utiliza cuando se suministra el material necesario, con frecuencia medicamentos, para su realización. En la página 20minutos (2019) se menciona que el término es empleado cuando:

El médico se encarga de recetar al paciente el medicamento que debe tomar para acabar con su vida, y este puede ser ayudado por un profesional o bien por cualquier persona que así lo desee sin que su acto tenga consecuencias jurídicas. Se puede apreciar que se trata de prácticas diferentes, mencionando que el contraste entre ambos recae en el sujeto que lo lleva a cabo, pues en la eutanasia se trata de otra persona ajena al paciente, mientras que en el suicidio asistido el paciente es el protagonista asistido o aconsejado por un médico. Como ya se ha mencionado, la eutanasia suscita a dos posturas, la primera: morir con dignidad y evitar sufrimiento y la segunda: derecho a la vida.

Al hacer referencia a la primera, se hace énfasis al significado de eutanasia como tal, pues como se ha mencionado este recae en evitar el sufrimiento y dolor al paciente con la muerte, mencionando que se hace un estudio previo en donde se determina que no existe cura y que solo se está prolongando la muerte, causando martirio y tormento al paciente y a su familia como tal, por lo que se determina que esta es un práctica viable y considerada por muchas personas como algo que debería aprobarse y legalizarse.

Por otra parte, el defender la vida toma gran relevancia, pues los médicos al graduarse en su carrera universitaria realizan un juramento (Ver apéndice 1) en el que establecen que defenderán la vida en todo lugar y nunca atentarán en contra de ella, por lo que al llevar a cabo esta práctica, estarían incumpliendo con su juramento. Este es uno de los argumentos más presentados por parte de los médicos, con el que justifican el por qué no realizar dicha práctica.

En contraste a lo presentado anteriormente, se debe mencionar que el médico debe defender la vida mientras esté a su alcance, recordando que la muerte es algo inevitable y que la mayoría de las personas anhelan una muerte placentera y sin sufrimiento, por lo que al existir una práctica que permita que esta se lleve a cabo y que acabe con el sufrimiento de una persona que esté en agonía, debería ser aceptada y llevada a cabo. Gómez (2016) argumenta que se deberían tomar medidas necesarias y preventivas: “crear comités conformados por un médico, un psiquiatra y un abogado, que verifiquen la voluntad de paciente de someterse a una muerte asistida…” con el propósito de establecer que es decisión del paciente o sus familiares y que el médico a cargo ha realizado lo que esté a su alcance; sin embargo, no existe cura o forma de evitarlo.

Por otra parte, los argumentos en contra de la eutanasia mencionan que el dolor y sufrimiento que padece el paciente y que se pretende eliminar con la eutanasia, es causado por el uso exagerado de medios desproporcionados de la medicina, que provocan dolores y hacen que el paciente opte por esta práctica (Castadeña, 2001). Además, se menciona dentro del mismo texto ya citado, que se debería proporcionar medicinas adecuadas con el fin de aliviar el dolor y alargar la vida del paciente, aun así cuando la muerte de este se aproxime. Sin embargo, frente a este argumento, se debe mencionar que la eutanasia es una práctica realizada bajo el consentimiento del paciente, y el decir que se debería proporcionar medicamentos para aliviar el dolor no evita su muerte pronta, pues se debe recalcar que la eutanasia es considerada o tomada en cuenta cuando ya no existe una solución a la enfermedad.

Es importante mencionar que esta práctica tiene algunas condiciones dentro del país en donde se dé, por ejemplo en Colombia, lugar en donde es legal la eutanasia desde 2015, para llevar a cabo esta práctica médica, Samper (2018) menciona que en este país sudamericano, la eutanasia solo puede ser practicada a niños de 6 o más años que padezcan alguna enfermedad terminal, presenten sufrimiento constante, insoportable y que no pueda ser aliviado. Mientras que en Holanda, la eutanasia en niños menores a 12 años, es completamente ilegal. Por otra parte, Bélgica no tiene restricción de edad para esta práctica desde el año 2014 (Samper, 2018). Por lo tanto, las condiciones varían dependiendo del país en el que se encuentra, recordando que solo en 5 es aceptada, mientras que en el resto está en análisis y otros en negación total.

Al hablar de vida y la muerte, de cierta forma es fundamental incluir a la religión. La postura de los obispos contra la eutanasia se basa en la defensa de la dignidad del hombre, sean cuales sean sus condiciones, y en la certeza de que en el sufrimiento también se pueden encontrar el amor y el sentido trascendental de la vida. (Ramos, 2018) Su postura recae en que la vida es un regalo de Dios, está en sus manos y nadie tiene derecho a acortarla, se menciona que la eutanasia elimina cualquier dolor, lo que para la religión significa atentar contra la naturaleza de las personas. Manifiestan que los médicos deben ayudar a asumir problemas y dificultades personales y familiares que se presentan en los últimos momentos de vida y no atentar contra la vida durante este momento, pues nadie puede disponer de su propia vida, más que Dios, eso no le compete a la medicina (Ramos, 2018).

En definitiva, luego de lo estudiado y analizado se puede reafirmar que es un tema controversial, pues presenta tanto argumentos a favor como en contra y que resulta difícil inclinarse completamente hacia una postura. Además, esta práctica puede darse también dentro de prácticas veterinarias, por las mismas razones expuestas anteriormente, con el mismo fin y de la misma forma (Henao, 2017); sin embargo, existe mayor controversia y menos aceptación en los seres humanos, pues es una práctica que no da marcha atrás, una vez tomada una decisión y realizada no se puede retroceder y cambiar.

En conclusión, la eutanasia al ser definida como una acción que acelera la muerte de un paciente en estado terminal o que presente gran sufrimiento debido a su enfermedad, es un tema de alta complejidad y mucho análisis que requiere un gran estudio para llegar a tomar una postura. Tanto la posición a favor como en contra de esta práctica presentan argumentos y depende de la persona, sus ideales y creencias inclinarse a una postura; si bien es cierto, esta práctica tiene la intención de aliviar el dolor y sufrimiento a través de la muerte, acto que puede ser bien visto en personas que han sufrido toda su vida o gran parte de ella por alguna enfermedad sin cura. Por otra parte, la religión cree que nadie puede atentar contra la vida de alguien, pues Dios es el único que puede decidir sobre las personas. Frente a esto, el ensayo presentado se muestra imparcial, haciendo únicamente un análisis de ambas posturas con la finalidad de informar al lector sobre esta práctica médica, mostrándole perspectivas diferentes para que pueda inclinarse a una de ellas luego de conocer y estar consiente de ambas.

Referencias

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• Diccionario de la Lengua Española, (2019). Eutanasia. Recuperado de la Real Academia Española, de https://dle.rae.es/?id=H7n2lXw
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• Marín, F., (2018, Mayo 09). La eutanasia: un derecho del siglo XXI. Madrid-España.
• Asociación Derecho a Morir Dignamente. Recuperado de: http://www.gacetasanitaria.org/es-la-eutanasia-un-derecho-del-articulo S0213911118300694
• Ramos, A., (2018, Julio 06). Los obispos contra la eutanasia. Defender la vida y entender el sufrimiento desde el amor. Recuperado de: https://eldebatedehoy.es/religion/obispos-contra-la-eutanasia/
• Samper, E., (2018, Noviembre 22). Los límites de la eutanasia: ¿qué nos cuentan los países donde es legal? Recuperado de eldiario.es, de https://www.eldiario.es/zonacritica/limites-eutanasia-cuentan-paises-legal_6_838576149.html
• http://www.gacetasanitaria.org/es-la-eutanasia-un-derecho-del-articulo-S0213911118300694