La Salud de la Mujer: Subrogación y Vientre de Alquiler
¿Sabías qué recurrir a un vientre de pago puede estar en ocasiones cerca del tráfico de órganos o de niños? Vientre en alquiler se define como el acto que una mujer realiza a través de un contrato, en el cual establece que la misma se compromete a llevar en su útero un embrión que fue engendrado a través de la técnica fecundación in vitro. Al finalizar el embarazo el niño es entregado a la pareja en cuestión. Uno cree que el vientre en alquiler es un acto generoso y simple para aquellos que anhelan tener hijos y no pueden, pero muy pocos saben el lado oscuro que esté conlleva. Varios países como España, Francia, entre otro, han ilegalizado este proceso debido a un enorme inconveniente que ocurrió, en donde más de 45 familias recurrieron a países extranjeros, en este caso, Ucrania. Lo que causó esto fue que legalmente no se podían enviar los niños y los padres no obtuvieron la aprobación del gobierno con permiso de viajar a buscarlos, debido a documentación, ambos se afectaron causando daños extremos. Además, consecuente a muchas negligencias en los contratos varias mujeres en Estados Unidos han formado una campaña en contra de la subrogación, donde exigen los derechos de las mujeres y los niños. Puede que este proceso aparente ser inocente, pero rompe el vínculo materno, atenta contra la salud de la mujer gestante, en algunos casos, puede causar que algunos bebés queden en el ¨limbo¨ y va en contra de los derechos humanos.
¿Cuál es el papel que ejerce la madre gestante en el contrato de la subrogación? La madre gestante no es un contenedor que solamente sirve para el desarrollo de un feto. Este vientre es el primer hábitat del feto o bebé que pronto llegará al mundo. Cuando una mujer acepta alquilar su vientre, reconoce que ese bebé no le pertenece a ella sino a los padres contratantes, es así como se declara en el contrato de la gestación subrogada. Ese feto se alimenta del vientre de la gestante y va creciendo gracias a los cuidados, tras el paso de los nueve meses se va creando un vínculo materno. Este vínculo materno es el reconocimiento materno infantil, es un proceso neuro-hormonal que su función principal es generar el enamoramiento entre la madre y el bebé. Esa conexión es truncada violentamente cuando el bebé es eliminado de la vida de la madre gestante. Esto es un proceso muy complicado ya que entregar el infante a sus padres “biológicos” crea traumas psicológicos no solo a la gestante, pero al bebé también. Esto se debe a que la separación entre la madre gestante e infante implica la ausencia de la lactancia materna. Esto priva al bebé de los beneficios para la salud física y emocional que la leche materna brinda. Además, es comprobado que el vínculo materno es el que calma al bebé en momentos de desesperación, pues son los latidos del corazón de la madre que él escucha por nueve meses. Es ese ruido que el infante espera escuchar cuando nace. Nils Bregman experto en la neurociencia parinatal sintetiza la evidencia de lo traumático que es la separación de la madre y el bebé.
Muchos creen que el vientre en alquiler es un proceso totalmente seguro, pero ¿estarán conscientes de los riesgos que producen? Comenzando con los posibles riesgos están hipertensión, preeclampsia, diabetes, etcétera. Pero ¿la sociedad sabrá por qué? Esto se debe a que al insertar al cuerpo un embrión que no es producido por ese mismo cuerpo, el sistema inmunológico lo detecta como peligro e intenta rechazarlo, arriesgando la vida de la mujer gestante. Según Jennifer Lahl (2018) la industria de vientre en alquiler no está al tanto de los daños emocionales y sociales que ocasiona. Asimismo, Lahl menciona como la mayoría de las mujeres que incurren a este procedimiento en modo de ¨trabajo¨ lo asumen mediante la pobreza, donde se encuentran sin otra opción, provocando que no analicen las desventajas. Si la sociedad está en contra de la venta de órganos porque es inhumano, lo mismo aplica a la mujer, que se ve situada en una situación donde su salud puede estar en riesgo. No solo eso, la mujer se encuentra obligada a ejercer todo lo que los padres ¨biológicos¨ guste, haciéndola sentir como una esclava. En Estados Unidos hubo un caso donde una familia rica de España transcurrió a Kelly, una madre gestante, luego de empezar el proceso tan drástico, le exigieron abortar, simplemente porque en lugar de mellizos donde hay una niña y un niño, ambos eran varones. Kelly se encontraba sufriendo problemas de los riñones y el hígado y gracias a esto se complicó aún más la situación. La familia ¨biológica¨ no cubrió la factura completa ni tomaron los niños y debido al contrato, la madre gestante no se podía quedar con ellos, por ende, no quedo más que endeudada y con problemas de salud; no solo físicos pero psicológicos también.
¿Qué ocurre con esos niños que nacen a causa de la subrogación y no son adoptados? Puede sonar absurdo ya que el propósito del alquiler de vientre es brindarles un bebé a esos que por problemas médicos no puedan. Sin embargo, este gran acto se convierte en uno terrible cuando por alguna razón los padres contratantes no desean el bebé; en otras palabras, cuando se rompe el contrato determinado. Ya sea por condiciones médicas, enfermedades, por no ser el sexo deseado, ser menos o más bebés de la cuenta (en caso de que sean gemelos, trillizos, etc.) o hasta el divorcio de los padres contratantes. A estos bebés no adoptados se le conocen como bebés en limbo. A causa de la subrogación el bebé se queda sin hogar ni familia, queda solo luchando con el mundo sin un lugar estable. Sin embargo, eso no es lo peor porque, ¿qué ocurre con este bebé no adoptado? ¿A dónde va ese infante que no fue aceptado por su familia contratante? La realidad es que este bebé puede terminar en un centro de adopción esperando a tener ese hogar cálido y lleno de amor el cual fue prometido, pero por desgracia no obtuvo. Peor aún el tener un infante en el limbo se presta para venta de órganos, así que ese niño puede terminar en los brazos del mercado negro sin nadie que luche por él. Según Jennifer Lahl no existe la gestación subrogada buena, ni en casos particulares, la única respuesta ética que defienda a la sociedad, la mujer y los niños es la absoluta prohibición en todo el mundo.
Algunas personas piensan que el vientre en alquiler es una manera adecuada para parejas infértiles tener hijos. Pero la realidad de esto es que el vientre en alquiler se ha convertido en un mercado en el cual están vendiendo a estos bebés, mientras que el acto de crear a un niño debería ser único y especial. Este proceso convierte el milagro del nacimiento humano en una transacción financiera, el cual reduce a la mujer y al niño a objetos de negocios de una compra. Al igual que este proceso viola los derechos humanos tanto como la mujer gestante como los del bebé. El contrato de subrogación es el marco de referencia que establece las condiciones en las que el bebé va a ser concebido, gestado y parido, y el acuerdo de su legítima compra. Estos contratos, además de vulnerar los derechos humanos y la dignidad de la criatura, ignoran intencionalmente lo que la criatura vive en el embarazo, en el parto y en los primeros días condiciona en muchos aspectos su salud física y psíquica. Las criaturas y sus madres son heridas en lo más profundo de su ser, son convertidos en productos y servicios, cosificadas, instrumentalizadas, despojada de su dignidad y derechos. Entonces, ¿el vientre en alquiler es una manera de crear familias o es una manera bonita de esconder la venta de bebés inocentes?
A pesar de la subrogación tener como propósito ser un gran gesto tiene desventajas que deshacen los actos de bondad. Como mencionado anteriormente es importante pensar en la salud de la mujer y sus derechos, pues ella no es un horno en donde se hacen bizcochos. La mujer es un ser humano con dificultades, sentimientos y, sobre todo, derechos y hay que respetarlos. Como sociedad hay que proteger la salud de la mujer. Además, el vientre en alquiler no solo afecta a la mujer sino al bebé pues ese vínculo materno es truncado abruptamente, esto causa problemas psicológicos que afectarán a ese infante de por vida. Es injusto que ambos el infante como la madre gestante sufran por tratar de hacer un acto de bondad a esas familias que desean un hijo biológico. Esto llega a la pregunta, ¿cuál es el verdadero propósito de la subrogación? Hay muchos infantes en centros de adopción esperando a ser escogidos y amados por una familia. Sin embargo, muchas personas se enfocan en tener hijos propios que los bebés que están en centros de adopción quedan abandonados.
La triste realidad es que el vientre en alquiler oculta la venta de órganos, bebés y hasta los bebés que quedan en el limbo. Es cierto que la subrogación ha ayudado a parejas infértiles tener hijos biológicos, pero las consecuencias que el vientre del alquiler causa hace más daños de lo que ayuda. Es inhumano vender niños y mujeres por el mercado negro, ¿cómo la subrogación es diferente? El vientre en alquiler pone a los cuerpos de las mujeres en venta al igual que ese infante que se crea dentro de ella. En conclusión, la subrogación es el mercado disfrazado de esperanzas.