La Virtud Que Puede Tener El Egoísmo
Introducción
Virtud del egoísmo, el egoísmo consiste en que la preocupación por el interés propio se convierta en la esencia de una existencia moral. Sin embargo, este es criticado por ser un anti-valor desde el punto de vista de no compartir los sentimientos de solidaridad, compasión o altruismo. Abriendo paso a las conclusiones que el egoísmo es malo por buscar el bien propio y no el común, siendo más individualista que colectivista. Creando un pensamiento en nuestro subconsciente que nos dice que buscar nuestra satisfacción o felicidad es un concepto erróneo.
Desarrollo
El egoísmo se entiende normalmente como un rasgo negativo de carácter, sin embargo, Ayn Rant afirma que el egoísmo es una virtud cardinal, a la par con la racionalidad. Un hombre no puede sobrevivir si no sabe acerca de un código de valores, sin saber cómo actuar. El hombre no nace con un instinto de supervivencia a pesar de que tenga el deseo de sobrevivir no tiene el conocimiento. En su camino el hombre adquiere el conocimiento de cómo vivir, que aspectos o factores ayudarían a mejorar su situación de vida.
Este está forzado a pensar, pero si por algún motivo decide suspender su pensamiento tendrá una probabilidad muy alta de no sobrevivir. Por lo tanto, la filosofía lo provee con un código de valores con el objetivo de mejorar su vida. Constantemente buscamos hacer el bien para los demás, a veces por obligación, enseñanza y rara vez por amor, porque como dice el dicho “el que no vive para servir, no sirve para vivir”. La pregunta es; ¿Cuánto ocupamos servir para sentir que vivimos? No existe nada de malo en ser egoísta, buscar nuestro propio bien sin esperar que nadie sacie ese deseo.
Si nosotros no buscamos nuestra propia felicidad y logramos satisfacernos nadie más va a hacerlo, entonces, ¿Por qué esforzarnos en siempre dar más de lo que podemos o tenemos? Desde bebes nos enseñan a compartir, haciéndolo esto como una obligación, pero el que no lo hace de corazón no lo hace con amor. Para lograr ayudar a los demás ocupamos estar bien con nosotros mismos, por lo tanto, se debe de comenzar por ser egoísta. Que idea tan irónica o quizás contrapuesta a todo aquello que nos han enseñado, pero es objetivista.
A veces ayudamos, amamos y tratamos de llenar a los demás en búsqueda de llenar nuestras propias necesidades. ¿Cómo vamos a amar a los demás si no nos amamos a nosotros mismos? Tenemos que levantarnos cada mañana y admirarnos, tratar de llenar cada espacio en donde la inseguridad y tristeza se habita. Ese es uno de los problemas que presenta el siglo XXI, pretendemos dar lo poco que tenemos mientras nosotros nos estamos ahogando y pidiendo a gritos un poco de oxígeno de los demás.
Conclusión
Demos cuando tengamos lo suficiente para después no sentir que nos va a faltar algo. Amémonos a nosotros mismos sin miedo a ser egoístas por buscar nuestro bien propio. Con esto no quiero decir que hagamos lo que se nos dé la gana y satisfacer cada capricho, pero practicar las virtudes y los valores que la supervivencia del ser humano requiere, logrando comprender la moralidad egoísta adecuada. Una moralidad en donde el hombre no tenga que sacrificarse por los demás, ni los demás por nosotros.
