El Nacionalismo y su Llegada a Cataluña, España
El Nacionalismo, según la enciclopedia Británica, es una ideología basada en la premisa de que la lealtad y la devoción de un individuo hacia el Estado o la Nación supera los intereses individuales o grupales. Esta ideología puede actuar como una fuerza unificadora o divisoria. El primer movimiento del nacionalismo moderno en Europa fue la revolución puritana del siglo XVII en Inglaterra. Los radicales ingleses de este movimiento luchaban contra la imposición del Feudalismo. Libertad, igualdad y fraternidad, fue el slogan de la revolución francesa. El nacionalismo de esta revolución se basaba en la fe racional en la humanidad y el progreso liberal.
Por otro lado, se presentó un movimiento nacionalista en Alemania que favorecía la tradición histórica y dejaba por un lado las aspiraciones comunes. la primavera de los pueblos sucedió en el año 1848 cuando el nacionalismo devolvió la esperanza a varias regiones europeas. No obstante, hubo ocasiones en las que el nacionalismo creo divisiones en las sociedades. Trás la primera guerra mundial y la caída de los imperios Habsburgo y Romanov, se crean los Estados de Austria, Hungría, Checoslovaquia, Polonia, Yugoslavia y Rumania. Sin embargo, estos Estados se veían afectados por disputas nacionalistas sobre el territorio con sus vecinos. Para Rusia el nacionalismo era un obstáculo, dado que movimientos nacionalistas en Hungría, Polonia y Yugoslavia impedían la expansión de la Unión Soviética.
El nacionalismo vuelve a resurgir después de la primera guerra mundial. Europa estaba destrozada y en países como Alemania, Italia y España se dió la creación de partidos nacionalistas. Eran movimientos dirigidos por regímenes autoritarios que causaron la muerte de millones de personas dentro y fuera de sus países. Si bien, España no estuvo involucrada en la segunda guerra mundial estaba pasando por una guerra civil causada por el régimen de Francisco Franco. En 1938, Franco recupera el control de la región autónoma de Cataluña matando aproximadamente 3,500 personas. Este suceso marcó la historia de la región, creando repercusiones que siguen presentes.
Para entonces, la Guerra Civil española encuentra sus raíces en disputas ideológicas entre los republicanos y los nacionales. Las grandes desigualdades sociales marcaban a España, donde existía una minoría bastante rica y una mayoría que vivía en condiciones miserables a costas de unos trabajos con poca retribución monetaria. Fue por esto mismo que los campesinos y obreros optaron por la revolución frente a la pasividad del gobierno frentepopulista. De igual forma diferentes regiones empezaron a adquirir poder al mismo tiempo que el imperio franco se debilitaba. Un ejemplo claro de esto, es la aprobación de los Estatutos de Autonomía de Cataluña.
Al fallecer Francisco Fernando en 1975, España se libera de una dictadura fascista donde las libertades democráticas, las oposiciones políticas y la diversidad regional fueron aplastadas por su régimen. Este es el momento clave donde España retoma el camino de la democracia y formula una nueva constitución, la cual sigue vigente. En esta misma, se reconocen distintos aspectos que favorecen a Cataluña y a todas las regiones que adquieren cierto grado de autonomía, como el reconocimiento de la lengua catalán al igual que su capacidad de autogobierno. Pero, en la constitución se fundamenta el decreto que hace ilegítima, la separación de España por parte de alguna de sus regiones.
Al pasar del tiempo, la identidad Catalana ha ido en aumento, y los movimientos que promueven la independencia han tomado mucha fuerza de igual manera. Por eso, es que más allá de identificarse cómo una nación completamente ajena a España, las razones economicas tambien son un importante factor.