La Gran Crisis Financiera Mundial en el Siglo XX
Introducción
Fue uno de los grandes impulsos que conllevó a la creación de la macroeconomía moderna, ya que este fue un acontecimiento histórico catastrófico. Como consecuencia de este acontecimiento, los gobiernos democráticos fueron derrocados en el curso de la crisis económica, para ser sucedidos por regímenes fascistas en Alemania, Italia y Japón, lo que precipitó la Segunda Guerra Mundial.
Desarrollo
Esta se originó en los Estados Unidos en 1929 por la caída de la bolsa de valores de Nueva York. Consecuentemente, se expandió a la gran mayoría de países. Los precios cayeron, muchas empresas cerraron y el desempleo aumento. La política económica de Keynes fue fundamental e influyó de gran manera durante buena parte del siglo XX. Elaboró un libro llamado Teoría general del empleo, el interés y el dinero, publicado en 1936.
La afirmación central de Keynes fue que las economías de mercado no se autorregulan sin obstáculo. Conocida como Teoría General del empleo, el interés y el dinero, propuesta por John Maynard Keynes como respuesta hipotética a la Gran Depresión de 1929. Esta se basó en el análisis de las causas y consecuencias de las variaciones de la demanda agregada y sus relaciones con el nivel de empleo y de ingresos.
Después de la Segunda Guerra Mundial, las recomendaciones de política de Keynes predominaron en todo el mundo. Existía una creciente confianza en que los gobiernos serían capaces de prevenir una recesión mediante la manipulación activa de la política presupuestaria y monetaria. El monetarismo argumenta que las economías de mercado se autorregulan. Es decir, las economías tienden a regresar al pleno empleo si se las deja solas.
También plantea que las políticas macroeconómicas activistas son parte del problema, no de la solución. En la obra de Friedman y Schwartz, Historia monetaria de los Estados Unidos, se plantea que las fluctuaciones económicas son en gran medida el resultado de variaciones de la oferta monetaria. El nuevo enfoque clásico fue liderado por Robert Lucas, de la Universidad de Chicago, Robert Barro, de la Universidad de Harvard, y otros.
Conclusión
Estos argumentan que las economías de mercado se regulan a sí mismas y que las políticas de gobierno son ineficaces para estabilizar sistemáticamente una economía. Por otra parte, la Teoría del ciclo económico real argumenta que tanto los Keynesianos como los monetaristas se equivocan a la hora de identificar el origen de los shocks a la economía.